Luteína

Se trata de un pigmento liposoluble, lo que significa que se disuelve en grasas y aceites, pero no en agua. Esta característica es fundamental para su absorción en el cuerpo, ya que requiere la presencia de grasas para ser asimilada de manera eficaz.

La luteína se encuentra en una variedad de alimentos, pero algunas de las fuentes más ricas incluyen:

1. Verduras de hojas verdes. Espinacas, col rizada, acelgas y lechuga romana son excelentes fuentes de luteína.

2. Maíz. El maíz y sus derivados, como la harina de maíz, contienen luteína.

3. Calabacines y guisantes. Estas verduras también aportan luteína a la dieta.

4. Yemas de huevo. Las yemas de huevo son una fuente concentrada de luteína.

5. Naranjas y mandarinas. Estas frutas cítricas contienen pequeñas cantidades de luteína.

La luteína es particularmente conocida por sus beneficios para la salud ocular:

1. Protección de la retina. La luteína es un componente esencial de la mácula, la parte de la retina responsable de la visión central y nítida. Actúa como un filtro de luz azul dañina y protege los ojos de la exposición a la radiación ultravioleta.

2. Reducción del riesgo de degeneración macular. Se ha demostrado que la luteína y otro carotenoide, la zeaxantina, pueden ayudar a reducir el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), una de las principales causas de pérdida de visión en adultos mayores.

3. Alivio de la fatiga ocular. Tomar suplementos de luteína puede ayudar a reducir la fatiga ocular y mejorar la comodidad al mirar pantallas de ordenador o dispositivos móviles durante períodos prolongados.

4. Mejora de la visión nocturna. La luteína puede mejorar la adaptación a la oscuridad y la visión nocturna al promover una visión más nítida en condiciones de poca luz.