Rábano

Se trata de un tentempié perfecto, ya que pueden consumirse crudos y son muy fáciles de transportar. Los que encontramos más habitualmente en el mercado son los de color rojo por fuera y blanco intenso en su interior, con un sabor ligeramente picante, una textura crujiente y solemos llamarlos rabanitos. Resultan sabrosos y aportan un plus de textura a cualquier plato, si bien lo más habitual es tomarlos en las ensaladas. Como tienen muy pocas calorías, son perfectos para tomar entre horas.

La parte que se come es la raíz y también hay variedades blanca y negra. La variedad blanca, también conocida como rábano chino, es la más consumida en los países orientales y se utiliza normalmente cocinado, incorporándolos a sopas. Sus hojas también pueden tomarse cocinadas, incorporándolas a caldos o preparadas como las espinacas. Su sabor recuerda en cierto modo a la mostaza, lo que hace que aporten un plus especial a los platos.

También se puede encontrar en crema picante para poner en los bocadillos y sándwiches y una de las combinaciones más habituales es la de rábano picante con pepino.

Pertenece a la familia de las coles y los berros, cuya principal característica es su contenido en azufre . Esto hace que sean potentes antioxidantes y favorecen la prevención de enfermedades. Tanto es así que en la antigüedad se recomendaba como antibiótico y la medicina natural asegura que tiene propiedades relajantes que ayudan a dormir.