Jalea real

Todas las larvas de abeja consumen la jalea. Las que serán futuras reinas reciben una jalea pura (sin polen), mientras que las que serán obreras la reciben con algunos granos de polen. Al tercer día las larvas obreras dejan de recibir jalea y pasan a consumir un concentrado de miel, agua y polen.

La jalea real está principalmente formada por agua (casi un 60% de su contenido), pero también tiene azúcares, proteínas, lípidos y ceniza. Además, es una fuente de vitaminas B1, B2, B6, B5 (en gran cantidad), B8, E y ácido fólico.

Contiene minerales como el hierro, calcio, sodio, manganeso, cobre, potasio y zinc. También presenta aminoácidos como la glicina, arginina o serina.

La jalea real se usa hoy como complemento alimentario . Se le atribuyen muchas propiedades que son beneficiosas para el organismo, pero no hay evidencia científica que las avalen y que demuestren que existen.

Este complemento se suele recomendar como revitalizante en casos de fatiga, agotamiento y cansancio, ya que actúa como estimulante biológico o proveedor de energía. La jalea real podría tener la capacidad de mejorar la oxigenación del cerebro, lo que ayuda a que las personas tengan más vitalidad.

Por la relación que tiene la jalea real con el sistema nervioso, su ingesta podría mejorar síntomas de depresión, Alzheimer o la esclerosis múltiple.

Otro de los beneficios que se le atribuyen (sin evidencia científica) es que podría contribuir a regularizar los problemas del estómago , así como aliviar trastornos menstruales y menopáusicos.

Además es buena para combatir la incontinencia urinaria, luchar contra el insomnio o consolidar huesos fracturados. Se cree que su consumo ayuda a mejorar el sistema inmunitario y está vinculado con el aumento de la concentración y la capacidad intelectual.

Son muchas las virtudes que se le atribuyen a la jalea real y no todas relacionadas con la parte interna del cuerpo humano, ya que su consumo también tiene beneficios para la piel, contribuyendo a un aspecto mucho más saludable e hidratado.

La jalea real se deteriora rápidamente y debe conservarse a temperaturas de entre 0 y -2 grados centígrados y en recipientes que impidan el paso de la luz. Actualmente se vende como suplemento dietético; también se puede encontrar comercializada en una mezcla con miel por su gran aporte vitamínico y sus presuntos beneficios en el organismo.

La jalea real puede producir reacciones alérgicas como urticaria o asma. Es más corriente que esto ocurra en personas que ya tienen algún otro tipo de alergia.