Qué comer y qué no durante la menopausia para evitar sofocos

«Esos folículos, con los que ya se nace, se van consumiendo poco a poco desde el nacimiento y, sobre todo durante los ciclos menstruales hasta que finalmente los que quedan no son capaces de responder adecuadamente a su función y dejan de producir estrógenos», especifica el doctor.

La alimentación es uno de los factores que más influye sobre este proceso y los síntomas que puedan derivar de él. Para ver la influencia que puede llegar a tener, el doctor cuenta una anécdota curiosa: «En sociedades asiáticas donde la ingesta de soja es muy alta durante toda la vida se ha visto que los síntomas típicamente asociados a esta etapa como los sofocos son menos intensos y frecuentes que en sociedades occidentales». Explica que este efecto beneficioso se debe a ciertos componentes de la soja que producen una acción similar a la de los estrógenos aunque más suave.

Entonces, es importante que se preste especial atención a algunos puntos de la alimentación cuando empiece la menopausia. Indica el doctor Otero que una de las consecuencias a largo plazo de la menopausia es la posible aparición de osteoporosis, por lo que una dieta rica en calcio es sumamente recomendable en esta etapa . «Si bien esto es válido para todas las etapas de la vida, en esta, debido a ese aceleramiento en la pérdida de masa ósea, las necesidades de calcio aumentan debiendo tenerlo presente», añade. Recomienda incrementar el consumo de alimentos como la leche y sus derivados, pero también otros muy ricos en calcio, como las sardinas, el brócoli o los berros. Asimismo, el profesional recuerda que, por lo general, no habrá dieta más beneficiosa que la mediterránea.

Por otro lado, hay que reconocer qué alimentos son los que van a incrementar los síntomas derivados de la menopausia. Comenta el doctor Otero dejar de lado todos los alimentos con un exceso de aporte calórico y grasas , pues son los que más perjudiquen a la salud cardiovascular. «Por otra parte, el alcohol, las comidas picantes, bebidas calientes o el café pueden aumentar los sofocos», indica.

A rasgos generales, el doctor Otero recomienda adoptar una dieta mediterránea y rica en calcio, y hacer físico regular. «Caminar al menos 30 minutos diarios mejorará la salud cardiovascular y además reducirá el riesgo de osteoporosis» , asegura. Comenta que este tipo de ejercicio de impacto es el que más ayudará a la salud ósea. Y puede ser sustituido por otros como por ejemplo el baile. «Aun así no debemos olvidar otras prácticas como bici o natación, pero sí hay que tener presente que para la salud ósea, algo tan sencillo como caminar es lo más efectivo», añade.

Por último, indica que la meditación, el yoga y el mindfulness pueden ayudar a reducir los sofocos y las crisis de sudoración. En cuanto a hábitos a desterrar, lo más importante es el abandono del hábito tabáquico y de la ingesta de alcohol.