Cobre

El cobre es un oligoelemento esencial que trabaja junto con el hierro, es más ayuda a que el organismo lo absorba. Ambos minerales trabajan conjuntamente en la formación de glóbulos rojos. Además, ingerir unos niveles adecuados de este mineral mantiene los vasos sanguíneos de manera saludable, así como los nervios, el sistema inmunitario y los huesos . Este mineral también activa los genes y el organismo lo necesita para el desarrollo del cerebro.

La mayor parte del cobre que ingerimos se encuentra en el hígado, los huesos y los músculos, pero existen trazas de este mineral en todos los tejidos de nuestro organismo. El hígado es el encargado de excretar el exceso de este oligoelemento en la bilis para su eliminación de nuestro cuerpo.

Lo normal es que las personas obtengan el cobre necesario en los alimentos que consumen a diario y tomarlo en exceso es muy poco frecuente. Se pueden ingerir cantidades pequeñas de cobre en exceso en las bebidas o alimentos que hayan estado en vasos, tubos, válvulas de cobre durante mucho tiempo. Si se consumen cantidades pequeñas de cobre nuestro organismo reaccionará con náuseas, vómitos y diarrea.

Sin embargo, hay dos enfermedades con las que las cantidades de cobre de nuestro organismo se ven alteradas. La primera de ellas es la enfermedad de Menkes, que es un trastorno muy poco común del metabolismo del cobre que está presente antes del nacimiento de niños varones.

La otra enfermedad hereditaria, es la enfermedad de Wilson, que ocasiona depósitos de cobre en el hígado, el cerebro y otros órganos. Este aumento del mineral en estos tejidos conduce a hepatitis, fallos renales, trastornos cerebrales y otros problemas.

En todos los casos hay que tener en cuenta que la ingesta de cobre en grandes cantidades es tóxica para nuestro organismo.

Las ostras y otros mariscos son ricos en cobre, así como el hígado de res. Los granos enteros de salvado de trigo, productos integrales y las legumbres, también son fuentes importantes de este mineral, que también está muy presente en las nueces y el chocolate. Las patatas, las verduras de hoja oscura y los champiñones son alimentos ricos en cobre.

La dosis recomendada de cobre en el organismo varía según la edad de la persona. Los recién nacidos 200 mcg al día, mientras que las personas adultas necesitan 900 mcg/día. Como de otros muchos nutrientes, las mujeres embarazadas y lactantes deben incrementar su ingesta. En el primer caso a los 1000 mg/día y en el segundo, tienen que llegar a los 1.300 mg/día.

En definitiva, las personas que sigan a diario una dieta variada y rica no tendrán ningún problema para ingerir las cantidades necesarias de este y otros minerales en su organismo.