Los rituales y las ofrendas son importantes para recordar a los seres queridos que ya no están con nosotros, pero todo cobra un mayor sentido si lo envolvemos en la mejor de las ofrendas: el amor.
Aprendimos muchas cosas de ellos, incluso estamos aquí y ahora, por ellos. Por multitud de ancestros que hicieron posible la continuación de la vida.
Honrar la vida, es cuidar del amor. Honrar a la gente querida , viva y muerta, es amarles.
Estamos hechos de multitud de recuerdos hilvanados en nuestra memoria, de vivencias guardadas en nuestra mente, experiencias repletas de emociones. Cada recuerdo lleva una tonalidad afectiva y todos traen su semilla de aprendizaje. Semillas que quedaron para ser escuchadas, elaboradas o para poder saborear el paso del tiempo. Así, hacer crecer estas semillas en armonía , depende de ti.
Podemos hacer anclajes positivos en nuestra vida, traer y alentar los recuerdos positivos , los que nos dan calor y empuje cuando los necesitamos. Porque todo cambia a nuestro alrededor pero podemos conservar su esencia para siempre.
Cuidar de tus recuerdos hará que puedas disfrutar de ellos, saborearlos para sentir que su confort, aquí y ahora, sigue estando presente.
Podemos encontrarnos cada domingo en ABC Bienestar (te pongo aquí el listado de las meditaciones guiadas). Además puedes saber más sobre mi trabajo en torno a los beneficios de la meditación en el libro 'El poder sanador del silencio' (Grijalbo) y en la cuenta de instagram: @belencolomina.
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