Las recientes olas de calor extremo sólo son explicables por el cambio climático

Una anomalía térmica, con termómetros por encima de los 45 grados, no solo registrada en el sur de Europa, sino también en partes de Estados Unidos, México y China. «Ya no hablamos de eventos inusuales, esto es debido al calentamiento causado por la quema de combustibles y otras actividades humanas», revela este informe. De hecho, «los resultados señalan que la ola de calor en China fue, al menos, 50 veces más probable», añaden los autores.

Europa cerró 2022 con el verano más caluroso de su historia y este ejercicio va camino de batir los registros de hace apenas doce meses. Esta última semana, Caronte se sumó al paso de Cerberus, otro anticiclón, que desbocó los termómetros en el Viejo Contiente; la combinación de ambos ha supuesto que este mes anote la semana más calurosa en la región desde que hay registros. «Esto llega después de vivir el mes de junio más cálido hasta el momento», alerta la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Sin embagro, no solo Europa está sofocada por las olas de calor, el mundo entero enfrenta la temporada más calurosa de la historia. La agencia de la ONU ha advertido de que existe un 90% de probabilidades de que El Niño continúe hasta finales de año con una intensidad moderada o superior.

Este fenómeno meteorológico mundial se produce cuando las aguas del océano Pacífico se calientan mucho más de lo habitual. «Esto podría empujar al mundo más allá de un nuevo récord de temperatura media», advierten los científicos.

El informe realizado por investigadores europeos y estadounidenses de siete universidades revela que la contaminación atmosférica elevó la temperatura media de las dos últimas olas de calor vividas en el hemisferio norte fueron 2,5 grados superiores debido a la emisión de gases de efecto invernadero.

«Tenemos tiempo de actuar», advierte Friederike Otto, profesora titular de Ciencias del Clima en el Instituto Grantham para el Cambio Climático y el Medioambiente del Imperial College London. «Todavía tenemos herramientas y tiempo para asegurar un futuro seguro y saludable, pero necesitamos urgentemente abandonar la quema de combustibles fósiles porque si no lo hacemos decenas de miles de personas seguirán muriendo cada año por causas relacionadas con el calor», añade.

Con el paso de los años, la emergencia climática no solo eleva la temperatura media del planeta, sino que aumentan las víctimas vinculadas a los fenómenos extremos derivados del cambio climático. El calor extremo registrado en Europa en el verano de 2022, el más cálido en este continente desde, al menos, 1880, está detrás de 61.672 muertes prematuras en 35 países europeos, según un estudio publicado a principios de mes en Nature Medicine.

«El calor extremo es mortal y aumenta rápidamente», revela Julie Arrighi, directora del centro del Clima de la Cruz Roja. «Para salvar vidas durante el calor extremo, debemos cuidar a los más vulnerables: esto incluye a las personas mayores, las personas con problemas de salud subyacentes, las personas sin vivienda y las comunidades con acceso reducido a espacios frescos que pueden ser salvavidas durante el calor extremo», apostilla.

El pasado periodo estival, según el estudio publicado en Nature Medicine, provocó la muerte de 36.848 personas entre 65 y 79 años, mientras que entre los menores de 65 se registraron 4.822 fallecimientos. Además, el estudio muestra que existe un 56% más de decesos relacionados con el calor en mujeres que en hombres.

El estudio del WWA advierte que estos episodios de altas temperaturas «serán más frecuentes y más extremas si no se detienen rápidamente las emisiones y se reducen a cero».