De Inditex a vender tejido sobrante para salvar el planeta

Gonzalo junto con Marta Iglesias y Mónica Rodríguez, antiguas trabajadoras de Inditex , eran testigos de primera mano de las actividades del mundo de la moda. «Hay un gran problema con el desperdicio textil», asegura Sáenz Escudero. La producción mundial de este sector casi se duplicó entre 2000 y 2015 y se espera que el consumo de ropa y calzado aumente un 63% para 2030. Así pues, se pasaría de los 62 millones de toneladas actuales a 102 millones de toneladas a finales de esta década.

«Hay mucho foco puesto en la sostenibilidad, pero de cara al escaparate y no en la producción», comenta Sáenz. Algodón sostenible o ecológico, fibras naturales o poliéster reciclado son algunas de las alternativas más usadas en el sector para ser más ‘verdes’. Según datos de la Comisión, cada año se desechan 11 kilos por personas y «cada segundo, en algún lugar del mundo, un camión cargado de textiles se deposita en vertederos o se incinera», revelan las autoridades europeas. «Esto tiene un impacto muy negativo en el medioambiente », apostilla el cofundador de la startup española.

Así nace Recovo, un mercado online, que evita que el viaje de esos retales hacia el vertedero tome un desvío hacia una nueva vida. «Estamos centrados en la R de reutilización de materiales de producción», apunta Sáenz Escudero, aunque en su hoja de ruta no descartan también la venta de prendas. «Ahora mismo lo que tenemos son «tejidos, botones e hilatura», asegura.

En el catálogo de la firma catalana sus clientes, «nos dirigimos a empresas» detalla Sáenz, pueden adquirir todo tipo de telas y tejidos. En su agenda de vendedores aparecen nombres como Pronovias, Ecoalf y, recientemente, Sepiia, «que tendremos sus excedentes en nuestros almacenes». Un surtido muy nutrido al que acceden diseñadores como Moisés Nieto, Ángel Schlesser y «otros marketplaces internacionales como About You», comenta Sáenz. «Tristemente tenemos todo tipo de material y es por el modelo de producción que tiene el sector», añade.

La sostenibilidad es el ADN de esta joven compañía «como buenos millennials que somos», responde Gonzalo Sáenz. Huella que no solo está en la compra de los excedentes del sector, sino también en la trazabilidad de ellos. Cada metro de tejido Recovo ahorra 5,7 litros de agua y evita 8,5 kg de emisiones de CO2. «Nuestros clientes pueden saber de forma exacta cuál es el impacto de su decisión de compra, ya sea en litros de agua que se ahorran o en emisiones de CO2 que se están salvando», comenta.

El pasado ejercicio, las ventas de sus tejidos consiguió «salvar 16 millones de litros de agua», revela la compañía en un comunicado. Con apenas un año y unos meses de vida, la firma catalana ya ha cerrado su primera ronda de inversión con 300.000 euros que servirá a la compañía a centrar sus esfuerzos en continuar su expansión internacional e invertir en tecnología para mejorar su marketplace.