La familia de la niña de Betanzos: «Fue una negligencia, un descuido»

Por su parte, la plantilla de educadoras del centro , que el pasado jueves reabrió sus puertas, confirma que nunca pierden de vista a los niños ni los dejan solos . Así se lo comunicaron a los padres de los menores matriculados en el centro y con los que se reunieron para explicarles la situación y saber si los pequeños habían mostrado algún comportamiento extraño.

Con los resultados de la autopsia aún en el aire, todo apunta a que la niña murió ahogada en un vaso hinchable que una de las madres había donado para que los niños se refrescasen durante el verano. En ellos realizaban actividades acuáticas de las que los tutores estaban al corriente. No así el Gobierno gallego al que, por ley, la guardería no tiene que pedir ningún tipo de autorización para colocar y utilizar este tipo de elementos.

Mientras la investigación policial prosigue su curso, los padres de la menor reclaman que les aclaren qué fue lo que ocurrió en el impasse de tiempo desde que la niña desapareció de la fila para secarse hasta que la rescataron del agua . «Lo que queremos es que esto no vuelva a suceder», insisten al pedir información a las cuidadoras.

Acerca del número de trabajadoras que ese día estaban en el centro -cuatro para un total de 33 niños de entre 1 y 3 años- la familia aclaró ayer que ése es un dato «que no vamos a discutir».