Grecia busca retrasar dos años el pago de sus compromisos
Los partidos europeístas dan los últimos retoques a la formación de un Gobierno tripartito y a la estrategia de renegociación con la Unión Europea
alberto sotillo
En Grecia la última hora siempre resulta ser la penúltima. Así lo está siendo para la formación de un Gobierno que se decía que era urgente y cuestión de horas. Dos días después de las elecciones del pasado domingo, los partidos europeístas aún le están ... dando «los últimos retoques». Y el inminente Ejecutivo se sigue haciendo esperar. Conservadores y socialistas no quieren ser los únicos integrantes del nuevo Gabinete para no dar la impresión de que el país sigue en manos de las dos fuerzas políticas que han conducido al país a su actual tragedia con su clientelismo sectario. Tienen el empeño de sumar al nuevo Gobierno a Izquierda Democrática, formación europeísta y frontalmente enfrentada con los radicales de Syriza . Pero, antes de dar su visto bueno, el líder de este partido, Fotis Kuvelis , un venerable y parsimonioso anciano, insiste en negociar las líneas maestras de la renegociación del rescate, y se toma las cosas con calma: «Pronto tendremos Gobierno. Puede que lo tengamos mañana… o puede que lo tengamos a finales de esta semana». «¡El miércoles habrá Gobierno!», insiste el más impulsivo líder de los socialistas, Evangelos Venizelos . Pero lo mismo dijo el lunes, y en estas estamos .
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Así que, antes de cerrar la composición del Ejecutivo, los partidos europeístas negocian la estrategia de renegociación con la UE y la composición del equipo que se enfrentará a tan épica tarea. Confían en que, como mínimo, se les conceda un aplazamiento de dos años para cumplir sus compromisos. En especial, el recorte de 11.700 millones de euros de aquí a 2015 , la reducción de los costes de las pensiones en 300 millones de euros en este año, y la reducción del déficit al 3% a finales de 2014. A cambio, Antonis Samarás , líder de Nueva Democracia (centro-derecha), está decidido a acometer el programa de privatizaciones y algunas de las reformas privatizadoras prometidas y siempre incumplidas.
Periodo de gracia
Aunque las autoridades germanas se mantienen en una posición de firmeza de cara a la renegociación del rescate, la concesión de un cierto período de gracia para el cumplimiento de los compromisos ya está siendo visto como inevitable en Bruselas. El problema es que ese hábito tan heleno de convertir la última hora en la penúltima devenga en excusa para no acometer las reformas planteadas y nunca cumplidas. Que quien inventó el modismo de «aplazar compromisos a calendas griegas» sabía lo que se decía . La UE asimismo puede aceptar cierto aplazamiento, pero no la desnaturalización ni la disolución de los compromisos.
La composición del equipo renegociador con la UE es uno de los puntos que más están retrasando la formación del nuevo Gobierno. En parte también porque Venizelos insiste en que los radicales de Syriza se integren en el mismo, como si el líder de esta formación, Alexis Tsipras , no hubiera dicho por activa y por pasiva que él solo se integra en la oposición , a la espera de que el nuevo Gobierno caiga como fruta madura en cuanto aumente la cólera del pueblo contra las medidas de ajuste.
Pero más preocupante es que, en las conversaciones entre los partidos del futuro tripartito, emerjan algunas de las pequeñas miserias que han caracterizado la tribal política griega del pasado, tal y como las exponían ayer algunos analistas helenos: Venizelos no querría «quemar» a primeras figuras de su partido en el nuevo Ejecutivo pensando ya en que este puede hundirse más pronto que tarde; Izquierda Democrática no quiere ver en el Gobierno a socialistas ligados al pasado, a Costas Simitis o a Yorgos Papandreu , con los que se lleva a matar; los partidos de izquierda intentan vetar a las figuras de la izquierda más escoradas a la derecha… Lujos de la pequeña política que. como no sean pronto superados, amenazan con hundir al nuevo Gobierno antes de que se eche a navegar.
La cuestión de verdad acuciante es cómo acometer los ajustes que -con más o menos retrasos- tendrán que seguir ejecutándose. Un estudio encargado por el anterior Gobierno propone, entre otros, los siguientes hachazos para cumplir solo parte de los compromisos: reducción a un máximo de 2.400 euros mensuales el pago de las pensiones máximas , reducción de un 10% de todas las pensiones superiores a 1.500 euros mensuales, reducción de al menos 3.000 millones de euros de gastos corrientes de la Administración. Ahí está el problema de Grecia, y no en la composición del nuevo Gobierno .
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