La posible solución a la crisis nuclear eclipsa la segunda ronda de las legislativas en Irán

Nada que ver con la tensión con la que acudieron los ciudadanos a las urnas el 1 de marzo, con la amenaza de un ataque sobre la mesa si no se detenía el enriquecimiento de uranio. El régimen islámico captó el mensaje y convirtió las elecciones, las primeras desde la polémica reelección de Mahmoud Ahmadineyad en 2009 , en una especie de referéndum sobre el apoyo popular que le queda en el país que se saldó, según las cifras oficiales, con un 64 por ciento de participación. El Líder Supremo, Ali Jamenei, pidió una «bofetada a Occidente» y, al menos en las cifras oficiales, la consiguió.

«Los iraníes volverán a demostrar su ejemplar consciencia, perspicacia y diligencia», señaló Jamenei , en la única referencia que durante los últimos días ha hecho sobre esta nueva votación. En los medios iraníes cuesta encontrar información y ciudadanos consultados a través de las redes sociales aseguran que no hay carteles, propaganda, ni nada que indique que el país está ante unas elecciones. Los ciudadanos deben votar los últimos 65 diputados que completen los 290 asientos de la cámara . Para ello pueden elegir entre 130 candidatos que se disputan los asientos correspondientes a las circunscripciones donde nadie obtuvo el 25 por ciento de los votos necesarios para hacerse con el escaño.

225 asientos ya están adjudicados y la mayor parte de los elegidos son «principalistas» , fieles seguidores de los principios del Líder Supremo y críticos con la gestión del presidente Mahmoud Ahmadineyad, el que se perfila como perdedor de esta cita con las urnas y que podría estar en sus últimos meses como figura de la primera línea política de Irán ya que en 2013 no podrá presentarse a la reelección. Las diferencias entre ambas tendencias, sin embargo, son puros matices ya que en esencia esta será el primer parlamento de la república islámica enteramente ultraconservador, sin presencia reformista.

Ante la polémica surgida en torno a Ahmadineyad y sus «desviacionistas» –en referencia a las diferencias entre el presidente y el Líder- Jamenei ha cerrado filas en torno a los sectores más duros y el país está enteramente en sus manos, sin fisuras ya que «es como cerrar el círculo. Tiene el parlamento en sus manos, controla las calles a través de sus cuerpos paramilitares (milicias islámicas del basiyíes y Guardia Revolucionaria) y dirige el pensamiento gracias a los medios de información» , detallaba tras la primera vuelta a este enviado especial –para la segunda vuelta las autoridades no han concedido el visado a este medio- el profesor de Sociología de la Universidad Al Azad, Hasán Hashemian . Un planteamiento que se reforzaría aún más si en el futuro próximo se lleva a la práctica el anuncio que hizo Jamenei a final del año pasado sobre su intención de suprimir la figura del presidente y sustituirla por un primer ministro elegido por el parlamento.