El Eurogrupo confirma el desbloqueo del rescate griego

Los ministros de economía de la zona Euro hablaron ayer por videoconferencia para dar la luz verde al quinto tramo del primer paquete de ayudas, entre rumores de que los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI), del que depende una parte de esa ayuda de urgencia, están teniendo en cuenta informes mucho más críticos sobre la capacidad del gobierno griego de poner en marcha las medidas que aprobó la semana pasada el parlamento.

Aunque por parte de los ministros europeos se mantuvo una gran discreción sobre el desarrollo de la reunión, en ningún momento se dudó de que los países del euro estuvieran de acuerdo en liberar los nuevos créditos por valor de 8.500 millones de euros, de los 12.000 que forman el quinto tramo. Un comunicado del Eurogrupo confirmó ayer a última hora de la tarde la decisión tomada por los ministros.

Esta es una señal política muy necesaria para Atenas, que necesita este dinero para hacer frente a sus obligaciones a corto plazo, es decir, hasta el mes de septiembre. A partir de entonces, la UE debe estudiar la viabilidad de un segundo plan de ayuda que podría oscilar entre los 85.000 y los 100.000 millones, según cual sea la participación de la banca en un mecanismo que implica compromisos de recompra de la deuda que llega a su término.

En la prensa británica, sin embargo, han aparecido informaciones que revelan una mayor reticencia por parte de los técnicos del FMI, que también están evaluando el grado de cumplimiento por parte de las autoridades griegas de los compromisos que estas adquirieron cuando se puso en marcha el primer plan de rescate.

El líder de la oposición griega Antonis Samarras también ha declarado que en su opinión el primer intento no ha funcionado y que, por tanto, se opone a un segundo plan de rescate. «El rumbo de la política económica que se ha seguido en el último año ha sido equivocado y este es el momento de evaluarlo y de cambiarlo radicalmente». En su opinión, la receta para la situación actual es «otro plan, otro gobierno y un periodo de transición suave entre el plan que se ejecuta actualmente y el que pueda funcionar».

Sin embargo, la UE no puede cambiar los gobiernos y en Bruselas nadie quiere imaginarse lo que significaría una crisis política en Grecia, de manera que lo que se decidió ayer se puede considerar esencialmente como una tregua hasta que dentro de un par de meses vuelvan a analizar la situación, a la vista de los cambios que se hayan producido para entonces.