El CGPJ ofrece a De la Rúa una salida alternativa a la Sala de lo Civil y Penal

El ex presidente no ha solicitado oficialmente la plaza pero sí ha hecho saber sus preferencias. El CGPJ se opone a su continuidad en la Sala que ha presidido durante más de once años; el órgano de gobierno de los jueces trata, incluso, de evitar que el ex presidente del Alto Tribunal oficialice la petición.

Reuniones, contactos, llamadas. En las últimas semanas se han desplegado esfuerzos desde distintos frentes para disuadirle. Preocupa seriamente que el debate en torno al futuro de De la Rúa, magistrado conservador, abra una nueva brecha en el CGPJ, que ha tardado año y medio en encontrar el consenso necesario para sustituirle.

La petición será estudiada por la comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial. Los conservadores son minoría. El presidente, Carlos Dívar, y los dos vocales progresistas son contrarios a que De la Rúa siga. En el sector conservador no hay unanimidad al respecto.

Las intenciones de De la Rúa colocan además en un compromiso a la nueva presidente del Alto Tribunal: apoyar la continuidad del ex presidente en la Sala de lo Civil y Penal podría lastrar, en términos de proyección pública, el proyecto de renovación de la institución que ella encarna.

La decisión final no es de De la Oliva, pero el Consejo General del Poder Judicial tendrá naturalmente en cuenta su opinión, como también habrá de observar ella el sentir de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, mayoritariamente contraria a la continuidad de De la Rúa en la Sala de lo Civil y Penal en un momento en el que el tribunal ha de pronunciarse sobre cuestiones de amplia trascendencia pública, como las causas ligadas al «caso Gürtel» o las dos investigaciones abiertas al portavoz parlamentario del PSPV, Ángel Luna: una, por aceptar que un empresario costeara, presuntamente, la reforma de su casa y le regalara un vehículo y otra, por exhibir en las Cortes un informe secreto del «caso Gürtel».

Durante los últimos once años y medio De la Rúa ha presidido el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana y, por ende, la Sala de lo Civil y Penal. El próximo 13 de diciembre, Pilar de la Oliva le relevará en ambas responsabilidades. Hasta ahora, De la Rúa ha preferido no concretar el regreso a la Sala de lo Social, materia en la que es experto, para apurar allí los dos años y medio que le restan para jubilarse.

Ha perdido la plaza que ocupó en lo Social, pero puede regresar a esa Sala como magistrado adscrito. Al ex presidente le desagrada esta opción no sólo por la carga de trabajo —mayor que en lo Civil y Penal— sino porque la legislación laboral ha cambiado mucho y le exigiría un importante esfuerzo de reciclaje en cuanto a las novedades legislativas. El Consejo General del Poder Judicial estudia concederle una comisión de servicio y encargarle un proyecto ajeno a la actividad de la Sala de lo Social que le evite volver a poner sentencias.

La Sala de lo Penal, la que él preferiría, está completa: acompañan a De la Oliva los magistrados Montero, Climent, Flors y Ceres.

La aspiración de De la Rúa, con ser extraordinaria, encuentra respaldo en el precedente del País Vasco, pero no en Cataluña. Tras no renovar a María Eugenia Alegret, el Consejo General del Poder Judicial ha permitido que continúe en la Sala de lo Civil y Penal porque en el tribunal catalán había una vacante.