«La Justicia valenciana ha sido ejemplar en todos los casos»
Confía en que la nueva presidenta del TSJ aporte «prudencia», afirma que en su elección obedece al «supremo interés de la Justicia» y desea que la Conselleria de Justicia salga del «impasse»
ISABEL RODRÍGUEZ DE LA TORRE
Fernando de Rosa
Vicepresidente del CGPJ
El vicepresidente del Poder Judicial analiza el proceso para relevar a De la Rúa en el TSJ, el estado de la Justicia en la región o el impacto de casos como el «Gürtel» y el «Brugal».
—Año ... y medio para elegir al presidente del TSJ. ¿No le parece mucho tiempo?
—Es el tiempo que hemos tardado en alcanzar un acuerdo. Pero ahora no hay que pensar en eso sino en que tenemos una presidenta del TSJ, que era la voluntad de todos los vocales.
—¿Siente como una victoria personal la elección de Pilar de la Oliva?
—Es un beneficio para todos los jueces de esta Comunidad. Yo no tenía ningún candidato. Tengo amistad con todos ellos pero sólo pensaba en aquel que sería mejor para la Comunidad Valenciana.
—El Consejo dice que valora el mérito y la capacidad. ¿Qué hizo que la balanza se inclinara en favor de De la Oliva y no de los otros catorce magistrados que concursaron?
—En la entrevista causó muy buena impresión por sus propuestas, su firmeza y su conocimiento de la situación de los juzgados en todo el territorio.
—Hay candidatos que creen que De la Oliva no cumple los criterios objetivos exigidos para el cargo y han recurrido. ¿Pueden prosperar los recursos?
—No puedo pronunciarme porque si hay un recurso yo lo tendré que ver con el Pleno. Están en su legítimo derecho de impugnarlo.
—¿El caso Gürtel ha condicionado de algún modo el relevo de De la Rúa al frente del TSJ?
—No, en absoluto, como tampoco han tenido que ver los casos de corrupción existentes en Andalucía y Cataluña con los nombramientos de los presidentes de los TSJ en ambas comunidades. Únicamente se ha tenido en cuenta quién era la persona que podía dar mejor respuesta a la situación de la Justicia en cada Tribunal Superior. Siempre se ha actuado atendiendo el supremo interés de la Justicia en cada una de las Comunidades.
—El Tribunal ha sufrido un desgaste de imagen importantísimo. ¿Qué aportará la nueva presidenta para normalizar esa situación?
—Es una gran magistrada, querida, respetada por los profesionales, con una trayectoria de más de 28 años. Es una de las magistradas de más prestigio y criterio en la Comunidad. Va a aportar experiencia, prudencia y su conocimiento en instrucción. Va a significar una nueva etapa muy positiva. Además, es la primera vez que una mujer preside el TSJ. Eso no es un mérito ni un demérito, pero es importante porque significa que la mujer está ocupando puestos relevantes en la judicatura hasta ahora reservados a los hombres.
—Logrado eso, ¿el paso siguiente es conseguir que promocionen los magistrados no asociados?
—Ocupar un puesto no tiene nada que ver con estar asociado o no. Hay un debate y lo que se mira son las personas. Estar asociado no tiene que ser un mérito ni lo contrario. Dicho eso, considero importante que entre los jueces exista el asociacionismo para tener más fuerza a la hora de defender los intereses del colectivo. Es mejor estar asociaciado.
—¿Cree que las asociaciones defienden a la carrera o son meras plataformas profesionales y correas de transmisión de los partidos?
—Yo creo en el asociacionismo como medio para defender los intereses de los jueces. Ojalá hubiera una única asociación con sensibilidades distintas. Así nos podríamos quitar las etiquetas que nos cuelgan según convenga a unos u otros. No creo en las etiquetas. Existen diversas sensibilidades.
—¿Qué futuro le espera a De la Rúa? —Le tengo un aprecio inmenso.Es una de las personas que más ha trabajado para mejorar la justicia valenciana, siempre ha estado al lado de los jueces y le deseo lo mejor. Pero su futuro pasa por lo que decida él, de acuerdo con la futura presidenta.
—Ya, ¿pero seguirá en la Sala de lo Civil y Penal?
—Éso es algo que ha de decidir la nueva presidenta. Será una de sus primeras decisiones y espero que la adopte de común acuerdo con De la Rúa. El Consejo no va a interferir en ninguna cuestión organizativa; se respetará lo que se decida aquí.
—Su nombre ha aparecido en las conversaciones del «caso Brugal». ¿Le preocupa lo que pueda salir?
—No me preocupa en absoluto, máxime cuando se trata de un asunto «sub iudice». Lo que deberíamos hacer todos es respetar un poco más el secreto del sumario.
—Casos como Brugal, Gürtel, Fabra y otros menos conocidos han colocado a la Comunidad bajo el foco. ¿Tiene la Administración de Justicia alguna responsabilidad? ¿Faltan medios para perseguir a los corruptos? ¿Se ha mirado para otro lado?
—Ésta es una de las comunidades con menos jueces y más entrada de trabajo. Siempre ha existido déficit de medios personales. Pese a ello, la Justicia ha actuado siempre de forma ejemplar en todos los casos, tanto en los que ha mencionado como en cualquier otro. No hay que olvidar que entran más de un millón de asuntos cada año. El trabajo es inmenso.
—¿Faltan jueces, faltan juzgados o falta una mejor organización?
—Falta una mejor organización. Se crean entre veinte y veinticinco juzgados al año y la situación no mejora. Hacen falta jueces que celebren juicios y dicten sentencia, pero no es necesario que cada uno tenga un secretario y funcionarios. Eso encarece la administración de Justicia. No hay vuelta de hoja: o cambiamos de mentalidad o el caos en la administración de Justicia va a continuar y eso es un menoscabo del Estado de Derecho.
—¿Está satisfecho con el ritmo de implantación de la oficina judicial?
—Me gustaría que el ritmo fuera más acelerado. Hemos entrado en un «impasse» por las elecciones del año que viene y la gestión está paralizada en estas y otras cuestiones. Me gustaría que el nuevo gobierno que surja y el nuevo conseller tengan como prioridad esa modificación estructural de la Justicia.
—¿Pone la vista en mayo porque la situación actual, con una Conselleria de Justicia sin conseller, es un obstáculo?
—Me gustaría que el nuevo gobierno que salga de las elecciones de mayo tuviera una Conselleria de Justicia dedicada a conseguir un servicio público de calidad porque cuando las cosas van bien, la Justicia no llama la atención, pero si va mal, van mal muchas cosas. Ahí tenemos el ejemplo de los juzgados de lo Social, con los despidos, o en lo Mercantil, con las ejecuciones hipotecarias y los concursos de acreedores y las reclamaciones de cantidad. Si la Juticia va mal, la economía sufre.
—En la inauguración del año judicial, De la Rúa fue muy crítico y reprochó a las administraciones el olvido de sus promesas de modernización nacidas tras la huelga de jueces. ¿Comparte ese pesimismo?
—La situación económica es muy complicada. De la crisis se saldrá si se invierte en Justicia. Me gustaría que no se rebajaran los presupuestos en Justicia, sé que es eimposible, pero no hay que olvidar que la Justicia es un pilar esencial de la sociedad.
—De la Rúa se quejó de que las aspiraciones de los nacionalistas respecto a los Consejos Autonómicos de Justicia se hubieran convertido en prioridad en perjuicio de ese compromiso de modernización.
—El Tribunal Constitucional dijo claramente que los Consejos Autonómicos no son inconstitucionales; lo que es inconstitucional es la materia que se les puede dar. Yo creo que tal y como está concebido en el Estatuto Valenciano, como órgano asesor, es perfectamente posible. Lo que no es constitucional es darle materias que corresponden al CGPJ, como nombramientos, asuntos disciplinarios y todo lo que afecta a jueces y magistrados. Eso no se puede descentralizar.
—¿Qué opina de que desde el ámbito político se cuestionen sistemáticamente las actuaciones contra la corrupción de jueces, fiscales, Policía y Guardia Civil?
—Los jueces trabajan honestamente, cumpliendo su obligación, igual que la Fiscalía, la Policía y la Guardia Civil. Debemos ser mucho más prudentes a la hora de calificar actuciones profesionales. Estamos en un estado democrático en el que el ciudadano puede defenderse de cualquier abuso de poder que puede existir. Pero eso no es lo ordinario.
—¿Qué parte de responsabilidad tiene el Consejo en la mala imagen de la Justicia?
—Soy muy autocrítico. Si la Justicia tiene mala imagen es porque nosotros no hemos sabido transmitir a la sociedad que los jueces trabajan mucho y bien. Y eso es lo que debe defender el Consejo, con independencia de otras polémicas en las que se ve envuelto y que son producto de su propia complejidad.
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