Lo primero que hizo el pederasta Daniel Galván cuando el pasado lunes 5 de agosto se enteró que el Reino de Marruecos había revocado el indulto que previamente le había concedido, fue acudir a la Delegación del Gobierno en Murcia «para ponerse a disposición » de las autoridades.

Lo dice su abogado, Manuel Maza, que considera que ésta es la prueba de que no existe riesgo de fuga, la principal razón que argumentó el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu para enviarle a prisión durant el periodo de tiempo en el que se estudiaba la petición de extradición a Marruecos.

«Se puede comprobar que fue a la Delegación porque allí le vieron los guardias de seguridad. Pero no pudo ver al delegado del Gobierno porque en ese momento no estaba», relató Maza.

Por eso, el pasado viernes presentó en la Audiencia Nacional un recurso de reforma contra la decisión del juez de enviarle a la cárcel de Soto del Real. Como reveló ABC, desde su ingreso en este centro penitenciario, Galván se encuentra recluido en el módulo de enfermería yvigilado 24 horas al día por presos de confianza de la prisión.

Según su abogado, esto es así porque Galván tiene problemas de salud físicos y mentales. «Está fastidiado y tiene problemas psiquiátricos, por los que está en tratamiento», explicó.

Denunciado en Torrevieja

El Juzgado de Instrucción número 4 de Torrevieja (Alicante) ha asumido la denuncia presentada por los padres de una menor de 14 años contra el pederasta por presuntos abusos sexuales cometidos contra su hija cuando ésta tenía siete.

La juez ha enviado un exhorto a los juzgados de Colmenar Viejo para que que citen a declarar a Galván. En un comunicado, el Tribunal Superior de Justicia informa de que la denuncia fue remitida al Decanato al ser un escrito «sin fecha de hechos».