«Por favor, venid entre semana a ver los campos de lavanda»: Brihuega lanza un mensaje ante la avalancha de turistas

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Ana I. Martínez

«Quienes vengan a conocernos visitarán un municipio Conjunto Histórico Artístico de ámbito nacional desde 1973», remarca a ABC su alcalde, Luis Viejo. «Además -prosigue-, disfrutarán de una amplia comarca con 1.000 hectáreas de plantas aromáticas de lavanda y espliego que nos permiten visualizar estos paisajes tan significativos de La Alcarria alta, donde nos encontramos. Tenemos una amplia oferta turística, cultural y artística por la lavanda. Eso sí, aconsejo que vengan a visitarnos de lunes a jueves, por favor. Los fines de semana resulta más complicado por la gran cantidad de gente que viene».

Esta última idea la repite Viejo varias veces en su charla con ABC. «El sábado pasado, sin ir más lejos, se colapsó el municipio. Lo pasé mal», reconoce, lejos de querer provocar miedos infundados, sino por proteger un paisaje muy demandado y ofrecer el mejor servicio. No hay que olvidar que Brihuega apenas cuenta con 3.100 habitantes.

«Tenemos que hacer un parking disuasorio a las afueras del casco histórico y conectarlo con autobuses lanzadera», comenta Viejo, que ya está dándole vueltas a qué hacer para que Brihuega pueda seguir ofreciendo visitas a sus maravillosos campos de lavanda sin que el lugar se colapse y beneficie tanto a turistas como vecinos, protegiendo el patrimonio.

«Somos un pueblo implicado en la transformación del municipio», prosigue el alcalde. Sólo con la floración de la lavanda, Brihuega recibe un impacto positivo de 8 millones de euros en muy pocas semanas. «De las floraciones que hay en España, la de la lavanda es la que más tiempo dura -apunta-. Son más de cinco semanas de floración. El año pasado recibimos la visita de 140.000 personas. Gestionar tal afluencia de público en tan poco tiempo es difícil. Trabajamos mucho, tenemos una comisión de seguridad, pero no deja de ser una gran afluencia. A ver si logramos hacer ese parking para la temporada que viene... Por eso insisto: por favor, que vengan de lunes a jueves».

El turismo de floración «supone desarrollo y futuro, desarrollo económico y social -prosigue Viejo-. De hecho, hemos ganado población en los últimos años». Hace ya tiempo que Brihuega, y sus pedanías, trabajan en tres líneas de actuación que les han permitido crecer: recuperación de patrimonio y puesta en valor, pues «estaba en estado de ruina y hemos conseguido recuperarlo íntegramente»; promoción del cultivo de las aromáticas, «junto a los agricultores, quienes han cambiado el paisaje»; y la mejora de prestación y ampliación de servicios para la comarca.

Ahora que ya han abierto un camino, el objetivo de Brihuega es desestacionalizar el turismo y conseguir que el turista, durante todo el año, sepa que tiene mucho que ver aquí. Y puede disfrutar de este entorno en cualquier época del año.

 «Hemos abierto el primer hotel 5 estrellas de la provincia, dando empleo directo», añade el alcalde. Ubicado en la antigua Fábrica de Paños, su puesta en marcha es una muestra de cómo la recuperación del patrimonio puede ir de la mano del desarrollo económico y la atracción de visitantes de calidad. «Hemos conseguido pasar de unos 2.500 habitantes en 2015 a los 3.100 que somos ahora», detalla Viejo.

Desde finales de junio hasta los últimos días de julio, es posible ver la lavanda en su máximo esplendor. Este espectacular paisaje se debe a los Hermanos Corral, agricultores de la zona, quienes inspirándose en la Provenza francesa, descubrieron que el clima y el suelo de Brihuega eran ideales para el cultivo de lavanda allá por 2015.

Los campos se despliegan alrededor de Brihuega, en parajes como Malacuera, Hontanares y Villaviciosa de Tajuña, cada uno con su propia personalidad. A apenas 90 kilómetros de Madrid, este enclave ofrece una escapada perfecta en la naturaleza.

El Festival de la Lavanda de Brihuega permite a los visitantes sumergirse en talleres artesanales, como la creación de velas naturales, perfumes alquimistas o cerámica decorada con motivos de lavanda, impartidos en el antiguo Lavadero. Las visitas guiadas a los campos -organizadas por el ayuntamiento- ofrecen un recorrido íntimo por este espectáculo natural. Todas ellas parten desde el Parque de María Cristina y cuestan 3 euros. Fundamental es llevar calzado cómodo, protección solar y agua.

La programación cultural, disponible en la página web de Brihuega, se enriquece con exposiciones como 'España en floración' en la iglesia de San Miguel, rutas a caballo por la Alcarria e incluso vuelos en globo o parapente sobre los campos morados. Para los más tranquilos, las clases de yoga al amanecer entre lavandas o las visitas nocturnas con enfoque etnobotánico añaden un toque de serenidad. La gastronomía y el mercado artesanal completan una oferta en la que tampoco falta la música en directo. El viernes 18, El Arrebato será el encargado de amenizar la velada mientras que el sábado 19 será el turno de Beret.

Después de estos días, el violeta de la lavanda desaparecerá. «Empezará la cosecha y destilación para obtener aceites esenciales. Aquí tenemos dos destilerías», detalla Viejo. En este sentido, el alcalde ya no sólo agradece la labor de los agricultores, sino que, además, alerta de la crisis del sector: «Hay demasiado stock de aceite esencial porque la industria ha empezado a fabricar aceites sintéticos. Hay que ayudar a los productores a ampliar los mercados para que a esas existencias se les dé cobertura y salida».

El responsable pone, además, en valor a Castilla La Mancha, pues es la única comunidad que da ayudas directas para el cultivo de plantas de hierbas aromáticas. El importe de la ayuda anual es de 155 euros por hectárea en el caso de la lavanda y lavandín.