Alpes franceses: 265 km y 139 pistas donde disfrutar a lo grande del esquí

El dominio esquiable que se extiende a lo largo de 265 kilómetros con 139 pistas (25 verdes, 59 azules, 44 rojas y 11 negras) y 67 remontes está compuesto por la unión de cinco estaciones: Flaine, un resort creado a finales de los años 60 en el corazón de un magnífico circo natural que dispone de uno de los lugares más mágicos para esquiadores expertos, el fuera pista Gers Bowl (ofrece 700 metros de desnivel y nieve virgen); Sixt-Fer-á-Cheval, que se comunica con la anterior a través de le Cascade, la pista más larga de Grand Massif –14 kilómetros–; Les Carroz, un complejo ideal para familias creado en 1936 donde se puede optar por una de las actividades más originales, una descenso sobre raíles en pleno bosque en el que se incluyen gafas de realidad virtual que proyectan dos películas –una para capturar extraterrestres por la montaña y otra por el lejano oeste donde la misión es capturar a cuatro bandidos–; Morillon y Samoëns.

Samoëns, centro neurálgico del Valle del Griffe y área más conocida del dominio, ofrece entre los 800 y los 2.120 metros de altitud una zona alpina en la que esquiar o practicar snow es toda una delicia, otra nórdica destinada al esquí de fondo y una última freeride en el área de Coulouvrier Bowl a la que se accede tomando el telesilla Coulouvrier que con sus 2.850 metros de longitud es el más largo de Europa.

Entre las actividades que se pueden realizar en el resort están: ruta en moto de nieve con guía que discurre por pistas, bosques y nieve virgen, dura entre 1,10 y 1,30 horas y cuesta 150 euros por moto (una o dos personas), escalar cascadas heladas, heliesquí o paseos con raquetas de nieve. Para los más pequeños son el misterioso bosque de ZiziPanPan, un sendero natural entre la maleza con paredes de espuma para sortear y el SeptiSnake, una pista verde de suave pendiente donde los principiantes pueden realizar sus primeros giros sin peligro.

Pero, sin duda, una de las experiencias más mágicas que se pueden vivir aquí es 'el aperitivo flotante', una comida ligera para seis que se puede disfrutar en el telecabina de Vercland durante 50 minutos. Esta actividad, cuyo precio es de 190 euros por cabina, está disponible los jueves de 19.00 a 19.50 horas hasta el 4 de abril. El menú incluye diferentes quesos, salmón ahumado y verduras crudas para untar en hummus, entre otras cosas, así como dos botellas de vino, dos botellas de zumo y un agua con gas.

Tras una jornada de esquí uno puede acercarse a descubrir el pueblo de Samoëns, cuyo nombre se remonta al año 1167 y proviene de una expresión medieval que significa 'las siete montañas' y que se corresponde con los siete macizos que lo rodean (Cuidex, Vigny, Folly, Oddaz, Bostan, Chardonniere, Freterolles y La Vullie) Esta pequeña villa conserva su arquitectura popular en la que predomina la piedra tallada, a diferencia de otros pueblos de la Alta Saboya donde se usa la madera.

Perfecto para establecer base a pie de pista es Club Med Grand Massif Samoëns Morillon, un resort todo incluido ubicado a 1.600 metros de altura en la meseta del Saix con vistas panorámicas al valle del Griffe. Este complejo alpino dispone de 420 habitaciones divididas en tres categorías –superior, Deluxe y suite– y 11 chalets privados con capacidad para albergar de 6 a 8 personas, ideales para familias o grupos. Esta opción, que forma parte de la gama Exclusive Collection, incluye salón independiente, conserje, champán ilimitado a partir de las 18.00 horas y sala de esquí particular.

Por otro lado, está su Spa by Sothys, que cuenta con hammam, sauna, piscina interior, gimnasio con clases de fitness y yoga y once cabinas donde se realizan diferentes tratamientos y masajes. El apartado gastronómico está cubierto por dos bares y dos restaurantes, el Cozy Mountain y el Lounge Skyline, donde sirven especialidades locales elaboradas a partir de productos frescos. Imprescindible probar sus fondues. Aquellos que viajen con niños están de suerte, porque el resort tiene programas específicos para todas las edades, desde el Baby Club Med, de 4 meses a 2 años, hasta el Teens Chill Pass, para jóvenes de 11 a 17 años.

Lo mejor de todo es que la estancia incluye el forfait y hasta 25 horas de clases grupales de esquí o snowboard. Además, un incentivo para los esquiadores es que este paquete también incluye 'la garantía de nieve', lo que significa que si el 50% de los remontes de la estación están cerrados se podrán desplazar a otra estación de los Alpes donde la capa de nieve sea lo suficientemente abundante.