Un forfait para 303 km: cómo funciona el Andorra Pass y qué hay de nuevo en las estaciones

En una temporada en la que la nieve ha tardado en llegar a la península, en Andorra parecían más seguras las jornadas de esquí inolvidables. Este año, con el estreno del Andorra Pass, un forfait con acceso ilimitado a Ordino Arcalís, Pal Arinsal y Grandvalira, los usuarios pueden acceder a la que se ha convertido en la superficie esquiable más grande de los Pirineos y el sur de Europa con un total de 303 kilómetros repartidos en 213 pistas de todos los niveles y 123 remontes mecánicos. Una oferta que se completa con más de 25 actividades de aventura, propuestas gastronómicas con 87 puntos de restauración, escuela infantil con tres guarderías, tres jardines de infantes y diez jardines de nieve y un animado 'aprés-ski'.

Además, este año siguen disponibles los vuelos directos desde Madrid a La Seu con salida los viernes y domingos en ambas direcciones con la compañía Air Nostrum.

Grandvalira es, sin duda, la más popular de las tres estaciones, pero esto no significa que las otras dos no tengan su propio encanto. Tanto si es la primera vez que uno se calza unos esquís o una tabla de snowboard, como quien sea experto en la materia, Pal Arinsal y Ordino-Arcalís tienen todo lo necesario para dejarte prendado, ¡palabra de snowboarder!

La estación de Ordino, creada en 1983, cuenta con 442 hectáreas de dominio esquiable, lo que se traduce en 30,5 kilómetros de pistas (9 verdes, 7 azules, 11 rojas y 2 negras). Y ojo porque que sea la más pequeña de las tres opciones andorranas no la convierte, ni mucho menos, en una opción descartable. Su situación, enclavada a la cabecera del Valle de Ordino orientada al norte, hace que cuente con las mejores condiciones de nieve cada invierno siendo, probablemente, la estación con mayor garantía de apertura temprana y con la posibilidad de tener la temporada de esquí más larga de los Pirineos. Su desnivel va de los 1.940 a los 2.650 metros mostrando unos paisajes que son toda una delicia. Aquí, mientras uno se deja envolver por sus montañas nevadas el tiempo se detiene y los problemas desaparecen por completo, aunque sea por unos instantes.

Ordino es un lugar perfecto para introducirse en estos deportes de invierno ya que entre sus atractivos está la que es la pista verde más larga del Pirineo con más de 8,5 kilómetros de longitud. Además, es uno de los epicentros mundiales del esquí fuera-pista gracias a sus 3,4 kilómetros de itinerarios señalizados y a los 120 kilómetros sin marcar. Por eso no es de extrañar que una de sus actividades estrella sea el heliesquí, una opción solo apta para los más valientes y experimentados. Esto se completa con una Freeride Academy, una escuela especializada para jóvenes de entre 13 y 18 años que aspiran a poder dedicarse a este deporte. Por otro lado, también ofrecen 5 circuitos para esquí de montaña marcados y señalizados y un área de eslalon.

Y entre bajada y bajada, nada como hacer una parada para reponer fuerzas en el restaurante La Coma, un espacio acogedor decorado con un gusto exquisito en el que saborear la mejor cocina de montaña, destacando sus arroces. Aquí, naturaleza y gastronomía se dan la mano para ofrecer experiencias culinarias inolvidables.

Para aquellos que quieran contemplar en todo su esplendor el paisaje es el mirador solar de Tristaina, situado en el pico de Peyreguils a 2.701 metros de altitud y a pocos metros de la división geográfica entre Andorra y Francia. Este consta de una esfera metálica en suspensión de 25 metros de diámetro y una anchura de 1,25 metros suspendida sobre el terreno. Para llegar hasta aquí hay que coger un telecabina, un telesilla y realizar un tramo andando de unos 15-20 minutos, un recorrido que se puede hacer con guías expertos.

Por su parte, Pal Arinsal se caracteriza por ser la estación más familiar y por contar con un clima más soleado. También es frecuente ver a grupos de escolares gracias a sus amplios trazados. Situado a tan solo 6 kilómetros del centro del país, este complejo está formado por dos sectores: Pal y Arinsal que suman un total de 63 kilómetros esquiables con 7 pistas verdes, 19 azules, 17 rojas y 4 negras entre las cotas 1.500 metros y 2.560 metros y que están unidos por un telecabina. Además de esto cuenta con tres áreas de freeride, una pista de copa del mundo de esquí de montaña y ocho circuitos para practicarlo, así como con seis circuitos de raquetas de nieve.

Como complemento a un día deslizándose por las pistas, este complejo ofrece diferentes y atractivas actividades. Para aquellos que quieran perfeccionar su técnica es el simulador virtual de esquí, una plataforma que permite experimentar la misma fuerza y pendiente que en una pista normal que el usuario puede ver en una gran pantalla LED de seis metros de ancho en calidad 4K. Una tirolina para adultos y otra para niños garantiza la emoción, así como el Big Airbag, un colchón gigante de 10x10 metros y casi dos metros de altura con tres plataformas de salto a 1,3 y 5 metros de altura. Para explorar el entorno hay diferentes opciones como excursiones de skimo, de raquetas o las rutas guiadas con las moonbikes, motos de nieve 100% eléctricas.

En esta temporada se han propuesto también mejorar su propuesta gastronómica en el sector de Arinsal, Así, el antiguo bar Obélix se ha convertido en el Niu, un cálido espacio cuyo lema es 'fast good food' y en el que se busca la parte más auténtica y el contacto con lo artesanal, El Terroir pasa a ser un restaurante de autoservicio con una carta protagonizada por pizzas y pastas caseras y el Piccolo, que pensado para hacer una parada técnica ofrece servicio rápido take-away.

Además de disfrutar de las diferentes estaciones, aquellos que opten por Andorra como destino no pueden dejar pasar la oportunidad de acercarse al Refugi de Sorteny. Situado a 1.965 metros de altura, en el Parque Natural de la Vall de Sorteny, este acogedor refugio que brinda unas vistas excepcionales no solo es un lugar para descansar mientras se realizan rutas de montaña por la zona –cuenta con cinco habitaciones con literas que pueden acoger a 40 personas–, sino que es un todo templo del buen comer en el que disfrutar de una comida o una cena relajada al calor de la chimenea.

Para llegar hasta este espacio hay que caminar unos 30 minutos montaña arriba, lo cual hace que la experiencia sea aún más especial. Eso sí, es importante ir sin prisas y, sobre todo, dejarse guiar por su carismático chef, Pedro. Los paladares más exigentes encontrarán en sus platos el 'match' perfecto al igual que en su agradable compañía.

Situado en La Massana, a cinco minutos de Vallnord y Grandvalira, está AnyósPark The Mountain & Wellness Resort, un tradicional complejo de montaña que ofrece diferentes habitaciones, estudios y apartamentos con un carácter rústico y auténtico para alojarse durante una escapada a la nieve. Sus completas instalaciones incluyen un club con spa, piscina, gimnasio y actividades dirigidas, un chiki park y parque exterior –en verano se realizan actividades para niños de 6 a 12 años sin cargo adicional– y el restaurante TOC, un acogedor espacio gastronómico que ofrece productos ecológicos y de alta calidad servidos con gran gusto.

Además, ofrecen transporte gratuito bajo disponibilidad hasta las estaciones de esquí con reserva previa el día anterior y guardaesquís.