Las iglesias románicas que tienen las torres tan altas que parece que quieren tocar el cielo
En Andorra hay tiendas y estaciones de esquí, pero también una poco conocida y bellísima ruta por sus iglesias románicas, del siglo XII o incluso anteriores
César Justel
En los últimos tiempos ha sido conocido por sus comercios (precios más baratos que en España), por los 'youtubers' que allí se han instalado, por las pistas de esquí con mucha nieve y por sus fábricas de tabaco, pero, muchos siglos antes, este pequeño rincón ... entre España y Francia era ya famoso por su arte románico.
Todo comenzó -dicen- a principios del siglo IX, cuando el emperador Carlomagno fundó Andorra, en agradecimiento por la ayuda prestada en su lucha contra los sarracenos, llenándola de iglesias.
Con tan solo 80.000 habitantes, Andorra tiene unas cuarenta iglesias (una de las proporciones más altas en Europa), casi todas románicas, construidas entre los siglos X y XII y repartidas por todo el territorio. Destacan sus torres-campanario, quizá demasiado grandes respecto al tamaño del templo. Se alzan majestuosas en horizontes bellísimos. Arte y naturaleza en la misma foto. La situación geográfica, el terreno escarpado, seguramente ha favorecido su conservación.
Las iglesias románicas del Principado son de pequeñas dimensiones, están poco ornamentadas y cuentan con una sola nave, un ábside y un pórtico en la entrada. Sus campanarios -de torre o espadaña- se empleaban principalmente para comunicarse entre pueblos y defenderse de ataques. En el interior, conservan pinturas de vivos colores donde la Divinidad es el tema principal. El haber encalado las paredes ha servido para que hayan permanecido ignoradas hasta hace relativamente poco tiempo. A muchas se les añadieron retablos barrocos en los siglos XVII y XVIII.
El puente más bello
Apenas pasada la frontera española y el medieval puente de La Margineda, el más bello del Principado, la primera iglesia románica que encontramos, cerca de Andorra la Vella, es la de Santa Coloma, con su torre campanario circular de diecisiete metros y medio de altura.
Levantada en el siglo IX (en el XII se hicieron algunas reformas) se puede decir que es prerrománica. Sus pinturas, de la misma época, las compró un judío rico al que se las arrebataron los alemanes en 1942. Solo se salvó el Agnus Dei. En 2007 se las compraron por 4,5 millones de euros y volvieron a su lugar de origen en 2014. Su campanario -el único redondo de todo el románico andorrano- es del XIV. A escasos metros del templo encontramos el llamado 'Espai Columba', edificio recién inaugurado donde hay piezas medievales de otras iglesias, destacando los frescos originales recuperados de Santa Coloma.
Dentro del casco antiguo de Andorra la Vella queda Sant Esteve, que funciona como parroquia de la capital, ampliada por necesidades litúrgicas en el siglo XX. De la original románica queda la torre campanario y el ábside semicircular, el más grande de todo el país.
Por los alrededores quedan otras iglesias como la de Sant Serni de Nagol, levantada sobre una roca con impresionantes vistas sobre los valles circundantes. En 1976 se descubrieron sus pinturas murales. La de San Miquel de Engolasters se alza a más de 1.500 metros destacando una pequeña nave y la enorme torre-campanario románica. Sus pinturas acabaron en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, de Barcelona. En Andorra vemos las réplicas. Cerca queda el lago Engolasters, de origen glaciar y rodeado de leyendas, como la de que surgió sepultando un pueblo pecador. Las brujas siguieron por los alrededores bañándose desnudas y se decía que convertían en gatos negros a los campesinos que las veían (por eso había tantos).
El Día de Meritxell
Espectacular es la de San Romà de les Bons, colgada entre paredes talladas por el río Valira Oriental. Al igual que en Sant Miquel, sus pinturas son ahora réplicas. De la de Santa Eulàlia d'Encamp, reformada en época barroca, queda la torre campanario, de veintitrés metros, la más alta de Andorra. En cuanto a Sant Joan de Caselles, también con una espectacular torre, conserva un Cristo en Majestad de estuco rodeado de pinturas murales.
Y llegamos al Santuario de Meritxell, quemado en 1972 y reconstruido por Ricardo Bofill. En el interior está la réplica de la patrona. La Virgen románica original también se perdió en el incendio. El Día de Meritxell -el 8 de septiembre- es la fiesta más importante del Principado.
Muy espectacular es la iglesia de Sant Martí de La Cortinada, en la parroquia de Ordino, que conserva las pinturas murales descubiertas hace unos 50 años en la propia iglesia, salvadas porque estaban tapadas con cal. El templo es del pueblo y la llave la tienen los vecinos. En Ordino se encuentra asimismo la de Sant Corneli i Sant Cebrian, que fue remodelada en el XVII y conserva importantes pinturas románicas y la talla de la Virgen más pequeña de Andorra. En Ordino, por cierto, está el Mirador de Tristaina, con su enorme reloj solar a 2.701 m. de altitud y sus vistas sobre los lagos, inaugurado hace un año.
En cuanto a la de Sant Climent de Pal, en la parroquia de La Massana, es una de las más antiguas, de finales del XI, y tiene uno de los campanarios -de estilo lombardo, tres alturas y con ventanas geminadas, el único ejemplo en Andorra- con más encanto en esta localidad famosa por sus instalaciones invernales.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete