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Sólo tiene 900 habitantes: así es el pueblo de Jaén con calles repletas de macetas que parece Córdoba
Iznatoraf, asentado sobre un elevado cerro, de 1.036 m, domina las sierras y los campos de olivos al este de la provincia de Jaén
Cazorla, Iznatoraf, Castellar y Orcera, los cuatro pueblos mágicos que alberga la provincia de Jaén

Iznatoraf, también conocido como Torafe, es una pequeña y bella localidad situada al nordeste de la comarca de Las Villas y asentada sobre un elevado cerro, de 1.036 m, dominando las sierras y los campos de olivos, al este de la provincia.
Desde este mirador casi único se puede divisar buena parte de la provincia y un crisol de culturas (árabe, judía y cristiana) que han dejado un rico legado artístico. Conserva su trazado urbano laberíntico, de calles estrechas y sinuosas, con aroma a Andalucía, llenas de flores, macetas y verde, brindando al visitante un paseo muy agradable, dentro de un recinto amurallado de origen árabe, hecho que le ha valido la declaración de Conjunto Histórico-Artístico, el 15 de mayo de 2012. La vista del frente de la Sierra de Las Villas es espectacular.
Este municipio se encuentra muy cerca de la carretera nacional N-322, entre Villacarrillo y Villanueva del Arzobispo. Desde esta nacional la carretera JA-8103 nos deja directamente en el municipio.
Su término municipal se encuentra repartido en dos enclaves separados: uno al oeste, donde se emplaza el núcleo urbano y, sobre todo, olivarero, y otro al este, eminentemente forestal, el cual se encuentra dentro de los límites del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, perteneciendo en concreto a la última.
Varios son los caseríos habitados dispersos por el término municipal, como Batanejo, a 15 Km. y otros como Santa Marina o Sillero, en la Sierra de Las Villas.
La actividad económica de Iznatoraf se sustenta en el olivar y la industria oleícola ya que el turismo en la Sierra de Las Villas apenas se ha desarrollado.
Desde 2020, Iznatoraf tiene la distinción de Flor de Andalucía, con la categoría de cuatro flores, dada por la asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza, siendo el único municipio jienense que obtiene esta calificación. También pertenece a la red de Pueblos Mágicos de España, único pueblo de la provincia adherido, red que une a pueblos con encanto de diversos países europeos e iberoamericanos.
Historia
Desde la antigüedad hace honor a su nombre por estar rodeada de murallas y fortines. Se afirma que Pompeyo, tras la derrota de la batalla de Munda, se refugió en la fortaleza de esta villa.
Durante el periodo de al-Andalus tuvo fama de fortaleza inexpugnable con el nombre de Hizna-Toraf o Haznaltoraf.
La conquista cristiana fue llevada a cabo por Fernando III en el 1226. En el 1245 le concedió Fuero Municipal con ciertos privilegios. Alfonso X la cedió al arzobispado de Toledo.
Su Iglesia tenía un priorazgo y tres beneficios. Fue cabeza de arciprestazgo y a su jurisdicción pertenecían Villanueva del Arzobispo, Villacarrillo y Sorihuela que, junto con esta villa, formaban las Cuatro Villas.
Cultura
De su patrimonio monumental detallamos:
• Iglesia Nuestra Señora de la Asunción. Data de finales del siglo XVI y primeros años del XVII. En ella se mezclan los estilos barroco y manierista. Su interior es Vandelviriano, de planta casi cuadrada, cuatro grandes pilares la dividen en tres naves; las cubiertas son bóvedas vaídas y de arista, destacando en todas ellas una delicada decoración manierista que augura el final del Renacimiento, sin duda traza de los seguidores del Maestro, quizás Alonso Barba. La iglesia guarda una riqueza deslumbrante. Cartelas, roleos y motivos heráldicos, pero el mayor tesoro es la sacristía y el conjunto de ornamentos y piezas litúrgicas que acoge.

• Murallas y Arcos. La muralla de Iznatoraf, declarada en 1985 Bien de Interés Cultural, era una imponente fortificación construida en mampostería de origen árabe, que constaba de once fortines y nueve puertas arcadas para facilitar la entrada y salida de recinto, realizadas en mampostería irregular y argamasa. La Puerta de la Virgen del Postigo, fue declarada Monumento Histórico en 1985.

• Ermita del Cristo de la Vera Cruz. La ermita es un edificio religioso construido entre los siglos XVII y XVIII. Ha sido reconstruido en el XIX. Su planta es de cruz latina cubierta por bóveda de medio cañón rebajado, en el crucero es ovalada y en el camarín de media naranja con los cuatro evangelistas en altorrelieve en las pechinas y decorada con motivos vegetales de estilo barroco. En el exterior, espadaña y en su portada arco escarzano y jambas lisas.

Naturaleza
Una localidad en donde abundan parajes de extraordinario valor ambiental y paisajístico que constituyen la puerta de entrada a la fascinante Sierra de las Cuatro Villas.
Por su término municipal corren los ríos Guadalquivir y Guadalimar, que le añaden belleza al paisaje riqueza tanto a la vegetación como a fauna. Rodeado de un mar de olivos y campos de cereal, parte de su territorio está incluido en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.
Es una de las localidades donde la vegetación cuenta con una mayor variedad, junto a las especies propias de la alta montaña, como el pino laricio o el acebo, conviven con otras especies que se desarrollan a menor altura, tales como el pino negral, el tejo o el boj y con las que se desarrollan en la zona de más baja: roble melojo, la encina, coscoja, olivos, y otras plantas endémicas y aromáticas.

A esta vegetación le añadiremos la que se desarrolla en las riberas de los ríos: chopos, sauces, mimbreras, taráis…
Todo un mundo privilegiado donde la Naturaleza es el atractivo principal de estas tierras. Nada mejor que descubrirla en alguno de los múltiples parajes que hay en término municipal, señalaremos tres áreas recreativas que cuentan con buena accesibilidad:
• Cueva del Peinero. Es uno de los parajes más abruptos y escarpados del Parque. Su salida natural es la impresionante garganta por donde discurre el río Aguascebas Grande, cuyas aguas cristalinas descienden en sucesivas cascadas. Allí mismo existe un merendero con zonas de sombra, barbacoas y agua potable, además de un refugio forestal, siendo un punto de partida ideal para realizar excursiones por el interior del Parque Natural.
• Paisaje de La Parra. Se trata de un merendero con zonas de sombra desde donde se puede disfrutar de bellos paisajes; allí mismo existe una casa forestal, siendo un punto de partida ideal para realizar excursiones por el interior del Parque Natural.
• Paraje de Jesús del Monte. Por la Cañada de la Madera se accede a este enclave natural, con unas buenas vistas del parque y un merendero bien equipado que dispone de agua potable y una ermita. En este mismo lugar destaca la Fuente del Avellano.
Fiestas y eventos
Entre las celebraciones festivas de Iznatoraf destacaremos las Fiestas de San Isidro y el Corpus y aquellas que cuenta con más arraigo popular:
• Semana Santa. Muy interesantes resultan las celebraciones que se llevan a cabo durante el Jueves y Viernes Santo, con representaciones de pasajes de la Pasión. Siempre se han caracterizado por su gran sencillez y austeridad, siendo seguidas con profundo recogimiento.
• Fiestas patronales en honor de la Virgen de la Fuensanta y el Cristo de la Veracruz, durante la primera semana del mes de septiembre, siendo la tarde del día 3 cuando se honra al Santo con la procesión de la imagen. El día 7 se celebra la romería en honor de la patrona, en la esplanada del Santuario de la Fuensanta. Al día siguiente tiene lugar la procesión de la imagen de Nuestra Señora de la Fuensanta, Patrona de las Cuatro Villas y Señora del Olivar. Son muchas las actividades culturales, deportivas y lúdicas que se programan. Entre todas ellas, la más exitosa son los encierros nocturnos de reses bravas, que recorren las calles de la población.

Gastronomía
Comparte su cocina tradicional con la que es propia a la comarca de las Cuatro Villas a la que pertenece, pero sobresalen los productos que se obtienen de la tradicional matanza del cerdo, destacamos sus platos típicos:
• «Ajo morcilla». Se elabora con cebolla frita, arroz cocido, ajo abundante, especias, manteca de cerdo sin tropezones y la sangre del cerdo. Se toma caliente con pan tierno.
• «Pipirrana». Hecha con patatas cocidas, pimientos secos y fritos machacados, aceite, ajo y sal.
• «Potaje de garbanzos con panecillos». Son unos garbanzos con albóndigas hechas de masa de pan, ajo y perejil picado. Es propio de la Semana Santa.
• «Tarrafeña». Es una forma de preparar el conejo en salsa. El nombre puede ser una deformación fonética de la palabra torafeña o torafeño, que es como se conoce a los nacidos en el municipio.
• «Buñuelos de viento», de interior hueco, que evidencian la presencia árabe en los orígenes de su cocina.
Información de contacto
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