Cazorla, Iznatoraf, Castellar y Orcera, los cuatro pueblos mágicos que alberga la provincia de Jaén

Desde esta iniciativa se pretende poner en valor sus recursos locales, impulsando el desarrollo de su turismo local bajo la insignia «Pueblos Mágicos de España», que hace de diferenciador entre los más de 9000 municipios de España, elevando a las poblaciones con su sello de calidad por encima del resto, por su singularidad especial, por ser auténticos Pueblos Mágicos.

En la provincia de Jaén forman parte de la red de Pueblos Mágicos de España los municipios de Cazorla, Iznatoraz, Castellar y Orcera.

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CAZORLA

Cazorla, ciudad abierta y hospitalaria, municipio turístico, es el principal enclave urbano del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, el mayor espacio protegido de España, el segundo de Europa y declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde 1983. Asienta su blanco caserío a la sombra de la Peña de los Halcones, con la sierra a sus espaldas y un inmenso mar de olivos hacia la puesta del sol. Desde cualquier ángulo de visión nos ofrece una panorámica única, espectacular e impresionante. Es un auténtico placer pasear por sus estrechas y empinadas calles plenas de sabor arábigo-andaluz.

Empezamos la visita en el centro neurálgico de la Cazorla más urbana. La Plaza de la Corredera es el animado lugar de reunión de los propios cazorleños. En uno de sus laterales llama la atención un bonito conjunto arquitectónico de edificios clásicos y la escalinata junto a la que descansa la amplia Fuente del Rincón. Además, en lo alto de la plaza el antiguo Convento de las Mercedarias, hoy Ayuntamiento, resalta con una esbelta torre sobre el fondo de la sierra. Junto a él se encuentra la primitiva iglesia conventual, reconvertida hoy en el Teatro de la Merced que alberga un afamado festival internacional de teatro anual.

Descubrimos una de las imágenes más icónicas del municipio. La maravillosa panorámica que nos brinda el Balcón de Zabaleta es un lugar imprescindible que ver en Cazorla. Llama la atención el conjunto de casitas blancas del casco viejo al abrigo del Castillo de la Yedra y la silueta montañosa a sus espaldas. Cerca del precioso mirador en honor al pintor jienense y ya en el interior de la zona antigua, se encuentra el Callejón de las Morenicas, una callecita peatonal y muy estrecha de sabor andaluz y medieval.

Atesoran una historia fascinante constituyendo el monumento más importante que visitar en Cazorla, cuya construcción en el siglo XVI se atribuye al célebre arquitecto Andrés de Vandelvira. En el subsuelo se esconde la Bóveda del río Cerezuelo, un tesoro arquitectónico-artístico.

La imagen más icónica del pueblo la constituye esta robusta fortaleza defensiva de origen musulmán que se alza sobre Cazorla en la falda del cerro de Salvatierra, en su interior se puede conocer la exposición histórica y la muestra de artes y costumbres.

El trazado de Cazorla está íntimamente relacionado con su entorno natural, por ello se recomienda un paseo por el sendero junto al curso del río Cerezuelo, una senda frondosa, con el fluir del río, pequeños saltos de agua, pozas transparentes y puentes de madera que cruzan de una orilla a otra. Conforme avanzamos encontramos la Cascada de la Malena, preciosas vistas de Cazorla y el Castillo de la Yedra y las ruinas del Castillo de las 5 esquinas.

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IZNATORAF

En el Caballón de la Loma entre el Río Guadalimar y el Guadalquivir se erige un municipio con encanto natural, pero también monumental. Calles estrechas con aroma a Andalucía, llenas de flores, macetas y verde.

Su muralla, con 5 arcos, su iglesia, nos da pie a pensar su enorme legado, de su crisol de culturas a lo largo de los siglos, desde los musulmanes hasta el cristianismo. Famoso, por su Feria Medieval, que atrae a multitud de curiosos y amantes de lo antiguo, para disfrutar de una divertida jornada, pensando en cómo se vivía en el medievo.

Dentro del Parque de Cazorla, Segura y las Villas, la Sierra de Iznatoraf, atrae por su naturaleza, aire puro, limpio, sus veredas, sus caminos, sus senderos, un delicioso paseo para encontrar la paz interior.

La muralla urbana de Iznatoraf, declarada en 1985 Bien de Interés Cultural, conserva gran parte de sus lienzos y muchas de sus puertas.

Destaca la Puerta del Arrabal, levantada en línea con la muralla, con arco de medio punto, en su interior acoge un relieve de la Virgen enmarcado por pequeñas pilastras y cornisa.

Esta antigua iglesia es la mezquita mayor de la medina musulmana que sacralizó tras la conquista el obispo Rodrigo Jiménez de Rada junto con Fernando III El Santo. En el siglo XVI se levantó la actual iglesia cuyas obras comenzaron en 1583 y finalizaron en 1591, con añadidos que se terminaron en 1602.

Alberga la imagen del patrón, el Santísimo Cristo de la Veracruz, en un camarín de estilo barroco cuya decoración se debe al pintor Ginés Navarro. La portada exterior data de la reconstrucción del templo que se hizo al gusto neogótico por los vecinos en el Siglo XIX.

Es similar en características a los de las calles del Campo y Comandante Barcina. Llegamos a través de él a un zigzagueante diseño donde estuvo la «nevera» del municipio, en la que, a base de hielo y paja, se conservaban los alimentos perecederos hasta no hace relativamente mucho tiempo.

Pudo ser construida bien por los sanjuanistas o por los templarios entre los siglos XIII y XV. En la planta baja se encuentra la antigua cárcel. Forma un bloque unitario con el edificio del antiguo ayuntamiento y el remate almenado le da un carácter defensivo.

Se encuentra presidiendo la plaza de San Fernando. Consta de dos cuerpos, el primero es un cuerpo cuadrado en el que se aloja el reloj y sobre el un cuerpo de base octogonal. Rematando el conjunto encontramos un cuerpo con campanas.

Ubicada en medio de una impactante formación geológica, es uno de los parajes más abruptos y escarpados del Parque. Su salida natural es la impresionante garganta por la que discurre el río Aguascebas Grande.

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CASTELLAR

En la Comarca del Condado de Jaén, sobre una loma, asomado a un mar de olivos, se encuentra Castellar, un magnífico enclave turístico que nos hace trasladarnos a la época medieval cuando paseamos por sus calles y visitamos sus monumentos. Será el agua el que nos de la bienvenida al entrar en Castellar, con la fuente del caño, la que nos de indicios de ese paso del tiempo y de la importancia de estos rincones.

Castellar es olivar, es un mosaico de paisajes verdes, un mar de olivos, tierras rojas, dehesas, laderas y valles, arropado por Sierra morena. Castellar es sabor, recetas que recogen el paso del tiempo y que la dotan de una gastronomía única, como los andrajos con liebre, plato típico. Castellar nos permite mezclar pueblo, paisaje, historia y naturaleza, fundiéndose en equilibrio y belleza.

Ubicado sobre una cornisa rocosa en lo que se conoce como los Altos del Sotillo, se trata de un asentamiento emblemático de la arqueología ibérica; se encuentra sobre una importante vía de comunicación de la antigüedad: la Vía Heraclea. Destacar el núcleo central constituido por la conocida Cueva de la Lobera. Es un abrigo no muy profundo que se hallaba próximo al menos a dos manantiales de agua, la Fuente del Caño y la del Sotillo.

De pasado medieval y estilo protogótico, su construcción se inició en el siglo XIV, sobre el viejo recinto defensivo del que aprovechó algunos elementos, de la que cabe destacar su magnífica torre, que se encuentra bien conservada, convertida en campanario. Es una nave única con altar y coro, que ha sufrido diversas reformas, siendo su portada del siglo XVII.

En la loma de Montesinos, junto a la ermita de la consolación, se conservan los restos de lo que fue la torre del homenaje del castillo de la consolación, hoy desmochada y en estado semirruinoso. Hoy en día conserva su arco apuntado en la entrada, la amplia saetera y el acodamiento en la disposición de la entrada.

Construcción renacentista construido entre los años 1642 y 1648, siendo elevada a rango de Colegiata por el Papa Inocencio XII en el año 1692, es uno de los edificios emblemáticos de Castellar.

El edificio cuenta con tres plantas de exposición. En la primera planta, podemos hacer un recorrido histórico desde los orígenes de Castellar hasta nuestros días. La segunda sala de exposición, está dedicada al museo del paisaje. Por último, la tercera planta está dedicada a la figura del genial escultor local Constantino Unghetti.

A través de sus dos salas de exposición podremos encontrarnos con numerosa información sobre el mundo de nuestros antepasados los oretanos, apoyada en avanzados medios audiovisuales, tales como kioscos interactivos y proyecciones sobre la piedra y, a su vez, poder contemplar in situ los exvotos de bronce.

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ORCERA

Enclavada en la Sierra de Segura, dentro del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas. Pintoresca e interesante, rincón donde se le da una gran importancia al agua, su enorme piscina fluvial o su antiguo lavadero así lo atestigua. Calles coloridas y llenas de flores, atestadas de macetas que dan lugar al deleite de los visitantes, así como de un olor característico.

El tejo se puede encontrar en los alrededores, quedando muy poca representación en el mundo. Tierra de sabores y del aceite de oliva. Famosa por su fritado, por las migas de pan, sus carnes como el cordero segureño o el choto frito en ajos. El ajopringue da ese toque a la gastronomía de la zona.

Datadas entre finales del siglo XII y comienzos del XIII, en época de control almohade sobre al-Ándalus, este conjunto de tres torres fortificadas, de época musulmana, ubicadas en una loma entre los ríos Trujala y Orcera. Posiblemente, las dos torres gemelas tenían función de torre óptica, y la tercera parece más bien parte de un castillo rural.

En el centro histórico de Orcera, se alza esta iglesia con una portada excepcional, procedente del monasterio franciscano de la Virgen de la Peña de la Sierra de Segura, y ventanales de rica labra y cuidada ornamentación. El inicio de la fábrica se produjo en el siglo XVI, fue reconstruida en 1817, tras la devastación de las tropas napoleónicas, y restaurada en 1939 por los daños sufridos durante la Guerra Civil.

Esta museo ofrece toda la información sobre la Provincia Marítima desde su comienzo en 1733 hasta su fin en 1836, exposición de herramientas, vestuario, mobiliario de la época y una estructura simulando los barcos que se fabricaban con la madera extraída de nuestros montes.

La obra es la imagen de un pinero trabajando con su gancho sobre los troncos de los pinos que navegan por el agua, un oficio ya extinguido pero que tuvo gran importancia en la comarca, y que exigía riesgo, pericia y sacrificio, porque consistía en conducir las pinadas durante meses río abajo (por el río Segura, Guadalimar y Guadalquivir) hasta los astilleros donde servían para construir barcos.

De mampostería y estructura apaisada, data de finales del siglo XVIII, está integrada por un frontis con dos arcos de medio punto y un frontón triangular que en su centro acoge un escudo de los Borbones.

Ubicada en pleno corazón del Parque Natural de Segura, Cazorla y las Villas esta enorme alberca de 85 metros y medio de largo la convierten en la piscina más larga de España y de Europa.

Situada en un monte sobre los cimientos de un antiguo monasterio, junto a una fuente y arroyo con un molino próximo. Reconstruida en el año 1949 con una mampostería encalada, se ha formalizado un coso con unas gradas contenida con gruesos contrafuertes.

Se encuentra en el Paraje del Convento, a diez minutos a pie del centro urbano, y sirve de punto de encuentro para mayores y jóvenes. En él, podemos encontrar un antiguo lavadero, donde hace algún tiempo las personas del pueblo se reunían allí para lavar a mano. A la entrada podemos observar la fuente del Convento que da una de las aguas mejores y más naturales de la Sierra de Segura.