El hotel andaluz que parece un pueblo blanco, tiene un restaurante Michelin, caballos y spa en plena sierra
Hotel
Finca La Bobadilla estrena una nueva etapa con una renovación que potencia su carácter de lujo relajado y discreto y su gastronomía
Pau Guardans: «Nos gusta que los hoteles se parezcan a una casa buena»
Málaga es famosa por sus deseadas playas y por su pujante capital, pero esconde un tesoro ideal para el descanso y el disfrute pausado y reconfortante en su interior, recorrido por sierras y pueblos blancos. Uno de los hoteles de lujo que mejor ... representa esta propuesta y el auténtico espíritu andaluz es Finca La Bobadilla, que a punto de cumplir 40 años se renueva completamente para potenciar su identidad y exclusividad.
El complejo, que simula una antigua alquería con su cortijo y sus edificios encalados, en una increíble propiedad de 350 hectáreas, se ha convertido esta temporada en el favorito de quienes buscan un plan distinto al de sol y playa para disfrutar en familia.
La nueva etapa se debe a su traspaso al cuidado portfolio del grupo Único Hotels, de Pau Guardans, especializado en hoteles boutique «con historia y personalidad» como este, antes en manos de Barceló Hotel Group.
El complejo, ubicado en la sierra de la Loja, entre Archidona (Málaga) y Loja (Granada), está a 45 minutos del aeropuerto de Málaga y a menos de media hora en tren de Córdoba o de Granada, y es miembro de The Leading Hotels of the World.
Con 75 habitaciones y suites (desde 400 euros la noche), centra su oferta en el descanso, los planes de naturaleza y deporte, la gastronomía y los servicios de 'wellness'. El hotel está en medio de una propiedad de 350 hectáreas de campo, un increíble reducto que invita a pasear, a descansar y a olvidarse del ruido y el estrés.
De estilo mudéjar, con suelos de terracota, paredes blancas, fuentes de piedra, maderas naturales y arcos en las galerías, además de amplios jardines con olivos y encinas centenarias, el establecimiento de cinco estrellas ofrece paseos a caballo -tiene su propio centro ecuestre, con equinos de distinto nivel, una entrenadora experta y dos burritos rescatados-, en 4x4 o en bicicleta y rutas de senderismo para apreciar su verde entorno.
También, tratamientos de estética -como el de exfoliación con aceite de oliva de la propia finca- y bienestar en su renovado spa, bautizado Flow, donde además se organizan retiros de yoga (hay sesiones gratuitas para los huéspedes al amanecer) y de otras disciplinas y hay un moderno gimnasio abierto las 24 horas.
En cuanto a su gastronomía, apuesta por producto de cercanía y cocina andaluza, tanto en su restaurante El Mirador, junto a la piscina, como en el picoteo del bar La Plaza, donde se organizan veladas con música en directo y platos especiales como parrilla o paellas. Pero además ostenta un gastronómico con estrella Michelin, La Finca, a cargo del chef Fernando Arjona.
Finca La Bobadilla se distingue también por el trato al cliente, cercano, profesional y en todo momento amable. Es un hotel-destino, con planes y servicios para todos. Así, para los más pequeños además hay gallinas, un huerto y un Kids Club con actividades pensadas para ellos. Su enorme piscina está en medio del jardín, rodeada de hamacas, con otra solo para niños y con todos los servicios para olvidarse del mundo exterior.
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