Las dos casas de la Tramuntana que son finalistas del Edificio del Año 2021

Mallorca fue también el sitio del recreo varios meses al año de los padres de Mar, y, por tanto, de su infancia y juventud. Veraneaban en la playa, pero la sierra siempre estuvo en sus conversaciones, en sus escapadas. Su padre -cuenta- acariciaba la idea de comprar unas parcelas para sus hijos allá arriba, en la Serra de la Tramuntana , una alineación montañosa de unos noventa kilómetros en el norte de Mallorca que ha sobrevivido con entereza a la invasión del turismo en la isla. En 2011, ese macizo salpicado por encinares, pinares, carrizales y olivares -un ejemplo de que la relación entre el hombre y la naturaleza puede funcionar- fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en la categoría de Paisaje Cultural.

Mar y su pareja, el arquitecto danés Ask Anker Aistrup (Copenhague, 1980), con quien emprendió hace unos años la aventura del estudio Mar plus Ask , empezaron a pensar en cómo utilizar aquel terreno para hacer «una cosa sencilla, algo para estar más tiempo en la naturaleza, con la visión bucólica que tenemos los de ciudad». Al principio no se atrevían, «por temor a estropear un lugar tan precioso y tranquilo»; luego dibujaron diferentes proyectos, desde una casa en el árbol a alguna idea de arquitectura efímera. Y finalmente se fijaron en una gran roca en la parcela: «Tiene que ser aquí» , se dijeron.

Las Casas del Olivo son un reducto aislado en la Sierra de la Tramuntana. «Está muy alto en la montaña -explica Mar-. Hay una carretera "domesticada", pero luego hay que tomar un camino de cabras ». Hasta que finalmente se llega a las dos construcciones que nos ocupan -que han llegado por ahora a la fase final de los codiciados premios Building of the Year 2021 que organiza ArchDaily-, rodeadas de olivos milenarios sobre terrazas hechas por el hombre en piedra seca, tradicional de la zona.

Son dos construcciones pequeñas y autosuficientes, con un mínimo impacto medioambiental: la Pink House tiene una cama, una ducha y una chimenea, mientras que la Purple House, una antigua casa de aperos, está equipada con un baño, dos hornillos de gas, fregadero, horno de leña, mesa y taburetes y una nevera alimentada por paneles solares detrás de la casa. El agua lo recogen de la lluvia y de un pozo. Alrededor, «solo se puede escuchar el viento y los cencerros de las ovejas».

Es un proyecto «pequeño y querido», relacionado en cualquier caso con las residencias minimalistas construidas con materiales naturales firmadas por su estudio en España y en Europa (Copenhague, Estocolmo, Berlín). Y que casa bien con su idea del turismo: Mar y Ask creen que «debe moverse hacia algo más sostenible , más próximo a la naturaleza». Por eso pensaron en ofrecer Las Casas del Olivo en pequeños círculos, como una residencia de artistas, de arquitectos, de amigos o de interesados en descubrir la Tramuntana... «Nada que ver con colgarlo en Airbnb. Para contactar con nosotros hay que hacerlo por e-mail », dice Mar. Estos meses la iniciativa está parada, pero ya tienen lista de espera para «cuando esto pase».

Los premios Building of the Year 2021 están ahora en la fase final, con cinco proyectos elegidos en cada categoría, que podrán recibir votos hasta el 18 de febrero, cuando conoceremos a los ganadores. Aún se puede votar a The Olive Houses desde este enlace .