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Dehesa del Carrizal: la morada del mejor vino español de 2014

El Petit Verdot de Dehesa del Carrizal ha ganado este año el Gran Bacchus de Oro y el Premio Alimentos del Ministerio de Agricultura

Dehesa del Carrizal: la morada del mejor vino español de 2014 ana pérez herrera

m. cebrián

Enclavado entre los Montes de Toledo y el Parque Nacional de Cabañeros, se encuentra la finca de Dehesa del Carrizal, donde se encuentra la pequeña bodega que ha elaborado el mejor vino de España en el 2014. Se trata del Petit Verdot , que este año ha obtenido numerosos reconocimientos, como el Gran Bacchus de Oro y el Premio Alimentos, que dan muestra de los vinos de gran calidad que realiza esta bodega.

Dehesa del Carrizal es un Vino de Pago, la más alta calificación que contempla la legislación. Se trata de una Denominación de Origen Protegida y limitada a 15 bodegas españolas. La singularidad del enclave, los suelos y el clima hacen que se obtengan vinos excepcionales.

El proyecto vitivinícola de Dehesa del Carrizal nació en 1987 con la plantación de ocho hectáreas de viñedo de cabernet sauvignon, a la que se fueron uniendo después los viñedos de las variedades syrah, merlot, tempranillo, chardonnay y petit verdot. «No había mucha historia ni experiencia de viticultura en la zona, pero las características del clima y del suelo suponían un gran potencial para elaborar un vino de alta calidad», explica a ABC el director de la bodega, Pierre-Yves Dessèvre.

A principios de los años 90 ya ven la luz los primeros vinos, que pronto comenzaron a cosechar éxitos. A su juicio, los vinos de Dehesa del Carrizal se caracterizan por tener «mucha personalidad, potentes, elegantes, de mucha complejidad, que maridan muy bien con las comidas y que dejan una huella en la memoria, con una buena relación calidad-precio».

«No hay secretos»

«No hay muchos secretos en la elaboración de nuestros vinos», reconoce Pierre-Yves Dessèvre, quien asegura que lo más importante son los factores naturales del entorno —el clima, la altitud y el suelo—, que permiten una uva de máxima calidad, que es mejorada posteriormente en la bodega. La Finca Dehesa del Carrizal se asienta en una zona de clima mediterráneo templado con influencia atlántica. Un microclima que permite una lenta y armoniosa maduración de la uva, con un amplio rango de temperaturas día/noche y una media de altas temperaturas más suave.

Según explica el director de la bodega, sus cepas descansan sobre una «raña», nombre local de las laderas y llanos al pie de las montañas que han sufrido la erosión del agua y las lluvias, lo que provoca una acumulación de arcillas y cantos cuarcíticos. Erosiones que se remontan al Cámbrico y que, gracias al microclima y a la humedad, albergan un interesante punto de acidez. En este privilegiado lugar , los viñedos en espaldera reciben los aromas de la vegetación mediterránea: monte bajo, la jara, romero, tomillo, el cercano olivar, los alcornoques, algunos robles más lejanos.

Sin embargo, hasta el lugar más privilegiado necesita del cuidado y el esfuerzo apasionados para convertirse en un gran viñedo. «Atesoramos una esmerada elaboración que transcurre en la finca de principio a fin, desde la cepa hasta alcanzar la redondez», afirma Pierre-Yves Dessèvre. El trabajo para conseguir un buen resultado pasa por acompañar al viñedo y a la uva en todo su proceso evolutivo, con técnicas como la poda en verde, la vendimia manual, los alambres para colocar la vegetación y el deshoje para optimizar la luz, tener mejor ventilación y prevenir el riesgo de enfermedad, señala.

Numerosos reconocimientos

Prueba de este trabajo, destaca el director de la bodega, son los reconocimientos obtenidos a lo largo de este tiempo. Sin ir más lejos, en 2014 destaca el Gran Bacchus de Oro y el Premio Alimentos otorgado por el Ministerio de Agricultura que ha conseguido su Petit Verdot 2010 , que «es muy importante para la bodega porque reconoce la labor realizada y es una motivación para seguir en esta línea», subraya.

Además, estos premios, reconoce Pierre-Yves Dessèvre, «suponen una ayuda a nivel comercial y de imagen». De hecho, las ventas de los vinos de Dehesa del Carrizal han aumentado tanto a nivel nacional como internacional a raíz de estos reconocimientos . Así, según informa, la bodega destina un 70% de su producción a exportación, con presencia en Asia, Norteamérica y Europa, y un 30% a España, aunque el director de la bodega aclara también que quieren potenciar más el mercado nacional.

El pasado 9 de octubre se dio por concluida la vendimia 2014 en Dehesa del Carrizal. «Ha sido una muy buena campaña, con la uva recogida en su punto exacto de maduración y la producción que se había previsto», señala Pierre-Yves Dessèvre. Tras la vendimia, los primeros parámetros analíticos realizados al fruto cosechado, según explica, indican un equilibrio muy adecuado entre azúcar y acidez. «La primera impresión es que será una añada con mucho equilibrio y elegancia, que producirá vinos para durar en el tiempo», prevé el director de la bodega.

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