Los secretos de los concursos de vinos: cómo se cata, cómo se vota

Los primeros meses del año se suceden los concursos por todo el mundo, y uno de los más importantes se celebra en Madrid. Es el Concurso Internacional Bacchus, organizado por la Unión Española de Catadores (UEC) , reconocido por la Organización Internacional del Vino (OIV) y amparado por el Ministerio de Agricultura y Alimentación de España.

Y a través de Bacchus (de nuestras palabras e imágenes) les mostraremos cómo funciona un concurso de vinos. Otros concursos con un tamaño de vinos a catar similar (1.593 vinos a concurso en este caso), mantienen un tono parecido. Lo primero es que ningún examinador cata todos los vinos. Esos 1.593 vinos se han dividido en doce mesas (cinco catadores en cada una) y cuatro días de concurso, lo que supone unos 132 vinos por mesa y 33 vinos por día para cada catador.

En segundo lugar, y según las normas de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, sólo un máximo del 30 por ciento del número de muestras a concurso podrán obtener premio. En este caso las distinciones se dividen en Gran Bacchus de Oro (93 a 100 puntos), Bacchus de Oro (88 a 92 puntos) y Bacchus de Plata (84 a 87 puntos).

¿Cómo se conceden los puntos? Los catadores deben rellenar una ficha por vino en el que se puntúa cada uno de ellos según la percepción que tengan al catarlo en la vista, en el olfato y en la boca. Por supuesto, todas las botellas van tapadas al llegar a la mesa y sólo se distinguen unas de otras por su número identificativo. La ficha ya completa es entregada al presidente de mesa, que suma los puntos y anuncia si se concede o no medalla al vino en cuestión. En caso de que hubiera enormes diferencias al puntuar un vino entre los jurados de una mesa, lo que rara vez sucede, la presidencia del concurso puede decidir que ese vino sea examinado por otra mesa para tomar una decisión definitiva.

Al quedar establecido que el número total de distinciones otorgadas no debe superar el 30 por ciento del número de muestras inscritas en el concurso, si se superase ese 30 por ciento quedarían fuera los vinos con menor puntuación, aunque ésta les diese derecho a medalla.

En ningún caso se conoce la procedencia del vino, sólo la añada. Una vez concluida cada sesión de cata se informa por escrito de la Denominación de Origen (si es español) o el país de origen de los vinos examinados. Ni antes ni después se conoce el nombre del producto, aunque con los puntos que ha merecido cada vino se puede saber si se le ha concedido un Gran Bacchus o no. Como catador, este año en mi mesa no fue examinado ninguno de los vinos que han merecido el Gran Bacchus de Oro este año. O dicho de otra manera, en mi mesa no hemos considerado que ninguno de los vinos catados mereciese un Gran Bacchus de Oro.

Ese merecimiento sí lo han obtenido los nueve siguientes: Müller Thurgau-Meskory Zber 2013 de Vinos Matysak S.R.O. (Eslovaquia). Petit Verdot 2010 de Dehesa del Carrizal (Vino de la Tierra de Castilla). Volteo Verdejo- Sauvignon Blanc 2013 de Bodegas Ramón Bilbao (Vino de la Tierra de Castilla y León). Cueva de la Culpa 2011 de Bodegas Murviedro (DO Utiel-Requena). Pedro Ximénez Tradición de Bodegas Tradición (DO Jerez-Xeres-Sherry). Vall Sanzo Vendimia Seleccionada 2011 de Rodríguez Sanzo (DO Ribera del Duero). Ysios Reserva 2007 de Pernod Ricard Winemakers Spain (DOCa Rioja). Dilemure Devin 2012 de Karpatska Perla S.R.O. (Eslovaquia). Anselmann Weissburgunder Trocken 2013 de Weingut Werner Anselmann (Alemania).

En esta edición 2014 del Concurso Internacional de Vinos Bacchus se han concedido 480 medallas. Esos nueve citados Gran Bacchus de Oro, más 172 medallas de oro y 299 medallas de plata.