sanidad
¿Cómo es la vida en un quirófano del hospital de Toledo?
El doctor Francisco González-Llanos, jefe del servicio de Neurocirugía en el Virgen de la Salud, el mismo que salvó la vida a la joven talaverana que recibió un disparo, cuenta a ABC el día a día de estos profesionales
«Estimado doctor Llanos: Ya hemos aprendido por las circunstancias que usted y su equipo están en lo más alto de la profesionalidad. También vamos deduciendo por las palabras que vamos oyendo de ustedes que estamos en una situación muy delicada. Esto es muy serio y sobre todo con muchas consecuencias... Tiene solamente 8 años y... me siento en la necesidad de que lean mi dolor ... Por favor, les pido, y perdonen mi atrevimiento, no pasen nada por alto, luchen porque todo salga perfecto y no dejen escapar ni un fibra de su sabiduría».
Un jueves cualquiera de verano, en una sala anexa a los quirófanos del hospital Virgen de la Salud de Toledo, el doctor Francisco González-Llanos Fernández de Mesa (Ferrol, 1970) saca una carta del bolsillo de su «pijama» (así se refieren los médicos a su uniforme de trabajo) y se la entrega a ABC. En ella se lee a una abuela desesperada ante el tumor que su pequeño nieto sufre en la cabeza. El servicio de Neurocirugía que dirige el doctor González-Llanos (él mismo reconoce que es un jefe jovencísimo) fue el encargado de extirparlo hace dos semanas. La operación salió bien y, unos días después, González-Llanos recibió otra misiva de la abuela en la que sobresalía una frase: «Gracias doctor por haberme sacado de nuevo a la vida» .
El jefe de Neurocirugía del Virgen de la Salud llama la atención por sus ojos azules y su altura (llega a los 190 centímetros). Muestra a ABC uno de los quirófanos del hospital, donde parte de su equipo se está preparando para operar de urgencia a un joven que se ha caído de una avioneta en Casarrubios del Monte y se ha fracturado la cuarta vértebra lumbar.
«En los hospitales hay unos horarios, pero los casos a veces se prolongan y luego están las urgencias. Con lo cual, los horarios deben ser siempre flexibles y no puedes estar pensando ‘me voy a las tres’ o ‘he quedado a comer’. A lo mejor tienes un día muy bueno y llegas al aperitivo, pero en un turno de diez días tienes seis o siete que no vas a llegar. Esto conviene dejarlo claro antes de casarse», cuenta con ironía.
En el quirófano ya está todo el personal necesario para una operación corriente: hay un anestesista, una instrumentista, dos enfermeras de quirófano, dos auxiliares y una doctora . En este caso es Ana Cabada, de la que su jefe dice que es «clave en la organización del servicio». González-Llanos habla maravillas de su equipo: «La gente que tengo ahora mismo es de lo mejor que puede haber. Por edad y por proyección hemos hecho un equipo buenísimo. En estos años el servicio era muy potente y el mejor residente de España se venía aquí». Reivindica que los hospitales «no son las paredes, es la gente que trabaja aquí».
González-Llanos, que dos veces al año viaja a Estados Unidos para dar clases en la Universidad de Saint Louis, comanda un servicio formado por nueve doctores (más tres residentes) de entre 30 y 48 años que casi a diario reciben cartas como la mostrada. No obstante, la vida de muchas personas pasa por sus manos. «Y eso no hay que olvidarlo nunca», dice serio, aunque apunta que «lo primero a lo que hay que acostumbrarse como médico es que no todo lo podemos solucionar, y eso hay que explicárselo a los pacientes».
¿Qué es la neurocirugía?
El jefe de Neurocirugía se formó en el hospital madrileño de La Paz y desde 2001, dos años después de que se creara el servicio en Toledo, llegó al Virgen de la Salud. «Lo fundaron el doctor Moneo con la doctora Erguido, que sigue en activo». Desde 2011, González-Llanos lidera una especialidad de la medicina que trata el sistema nervioso central y periférico. El central es el cerebro y la médula espinal. En Toledo, dice, «hacemos mucho cerebro y médula espinal».
En Castilla-La Mancha hay tres servicios de neurocirugía . Hay uno en Albacete, otro en Ciudad Real y el de Toledo. González-Llanos cree que «los tres están bastante bien dimensionados para el área que tienen, pero el de Toledo tiene varias particularidades». Una, que es el único con guardia de presencia . Dos, «tenemos docencia, con lo cual formamos residentes (es el período que tienen que pasar los médicos cuando superan el examen MIR. Oscila entre los tres y los cinco años». Y tres, «hacemos neurocirugía pediátrica (en Albacete se hace, pero en menos medida) que es comparable a un hospital monográfico de pediatría».
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