cuenca
Mata a su antiguo socio en plena calle y se suicida después en una vivienda
Ambos se dedicaban al mundo del espectáculo
manuel moreno
La tranquilidad de Cuenca (56.000 habitantes) se vio este miércoles golpeada por otro terrible suceso en el que un empresario mató a otro en la calle y luego se quitó la vida en una vivienda cercana. Una deuda podría ser el detonante de tan ... sanguinario suceso entre dos hombres relacionados con el mundo del espectáculo.
La céntrica Plaza de España, uno de los puntos neurálgicos de la Ciudad de las Casas Colgadas, fue el lugar elegido por Carlos Rivas y Jesús Recuenco, dos antiguos socios, para citarse en torno a las dos de la tarde. Un encuentro en el que participó una tercera persona, que se marchó antes de que se desencadenara la tragedia, con las cámaras de la Subdelegación del Gobierno como posibles testigos mudos.
Media hora más tarde, los transeúntes que paseaban por la plaza vieron horrorizados cómo un hombre (Jesús Recuenco) caía ensangrentado al suelo, mientras que el otro (Carlos Rivas) huía a la carrera del lugar, justo enfrente del Mercado Municipal de Abastos.
Rivas, que había acudido a la reunión con una arma de fuego, ponía así fin a una discusión en la que un testigo pudo oír que un empresario espetaba a otro «hijo de puta» antes de que Rivas quitara la vida a Jesús. Para ello, Carlos sacó una pistola y descerrajó dos tiros a quemarropa que impactaron en un hombro y en la cabeza de Recuenco. No obstante, algunos testigos que había en la plaza no oyeron ninguna detonación y pensaron en un primer momento que se había empleado un arma blanca en el crimen.
Jesús Martínez y otro hombre socorrieron a la víctima inmediatamente. Siguiendo las instrucciones del Servicio de Emergencias 112, al que habían telefoneado, dieron la vuelta al cuerpo para que no se ahogara con su propia sangre e intentaron practicarle primeros auxilios de manera desesperada. Fue un esfuerzo en balde ya que la víctima expiró.
Todo esto ocurría mientras el presunto homicida, Carlos Rivas, ya se había encaminado hacia una vivienda en la calle Calderón de la Barca, situada a apenas cien metros del lugar del crimen, para quitarse la vida de un disparo en la cabeza.
Tres días de luto
Las dos víctimas eran conocidas en Cuenca por su vinculación con el mundo de la música desde hace tiempo. Jesús Recuenco, de 38 años, trabajaba para una empresa de espectáculos como técnico de sonido y era miembro de la orquesta «Samurai». «Era un tío tranquilo y amable, que siempre estaba hablando de música. Le apasionaba el mundo de la técnica y el sonido», afirmaba una conocida de Jesús.
Por su parte, Carlos Rivas, de unos 60 años, era el propietario de la empresa CR Espectáculos, cuya sede social se encuentra en el número 4 de la calle Virgen del Pilar. Conocía muy bien a Jesús porque ambos llegaron a tener negocios juntos.
La pasión de Jesús Recuenco por la música -disfrutaba cantando- era conocida en Sotorribas, a 27 kilómetros de Cuenca. En ese pequeño municipio el Ayuntamiento ha convocado para este jueves un pleno extraordinario con la intención de decretar tres días de luto oficial.
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