A subasta un Jaguar eléctrico que perteneció al rey Carlos III de Inglaterra

Este Jaguar no solo fue la primera incursión de la firma inglesa en los automóviles eléctricos, sino que también se coronó como el primer automóvil eléctrico suministrado a la Familia Real británica. En 2018 la compañía entregó directamente este modelo sostenible al entonces Príncipe de Gales, ambientalista comprometido, con la carrocería en Gris Eiger, pero cuando este lo recibió lo devolvió para que lo pintaran en su color favorito, el Loire Blue, característica que convierte en único a este ejemplar.

También se le instalaron las luces azules, algo habitual en los coches de los Windsor, y se puso un cargador rápido en la residencia de Clarence House para que pudiera darle un uso eficiente.

Así, desde ese momento, Carlos III lo utilizó, principalmente, para trayectos personales y para algún que otro evento. Además, según diferentes fotografías publicadas durante esos años, este coche que está equipado con dos motores eléctricos que brindan una potencia de 400 CV y unas baterías que le permiten alcanzar una autonomía de unos 396 kilómetros, también fue conducido por otros miembros de la familia como la reina Isabel II o Megan Markle.

En 2020 se devolvió a Jaguar con poco menos de 3.000 millas en el odómetro (unos 4828 kilómetros) y en un estado impecable. La compañía lo puso a la venta sin desvelar quién había sido su anterior propietario, pero cuando su nueva dueña decidió venderlo tras recorrer poco más de 35.000 millas descubrió su interesante pasado, lo que hizo que su valor comercial aumentara considerablemente.

El precio estimado está entre 55.000 y 70.000 libras esterlinas (entre 64.200 y 81.800 euros al cambio actual) Se entrega con una cubierta ajustada de Jaguar y el historial de revisiones pasadas en las instalaciones de Jaguar.