Descapotables, los coches de lujo que cada vez son más escasos
Analizamos qué dicen los datos de mercado sobre el segmento de los cabrio, que vivió su gran apogeo a finales del siglo pasado
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La crisis económica del año 2008 tuvo consecuencias a nivel social. Muchas personas cambiaron entonces su manera de vivir porque también lo hicieron sus prioridades, aplicando una mirada más práctica a cuestiones cotidianas entre las que se incluyen también la elección de coche. Así lo ... demuestran los datos, que dicen que en Europa cayó el mercado de los descapotables desde ese momento un 70%. En España no hay datos concretos, pero es evidente que este segmento no vive sus días más boyantes tampoco en nuestro país. Y es que el descapotable representa lo opuesto —sensación de libertad y disfrute— que el segmento de moda en el sector del automóvil: el de los modelos SUV, coches muy funcionales, donde priman cuestiones como el espacio amplio, el confort o la sensación de seguridad.
En unas declaraciones del año pasado, el responsable de Volkswagen Heritage, Dieter Landenberger, explicaba que «un descapotable no es un coche que necesite nadie». Es un vehículo asociado al placer y al disfrute, al lujo, aunque haya marcas que no son del segmento premium que tienen icónicos modelos descapotables. Incluso esos coches se alejan de la necesidad, de la búsqueda del confort o la practicidad que suele primar a la hora de elegir vehículo en los tiempos que corren. «Y en tiempos de crisis, cuando a mucha gente no le va tan bien económicamente, a algunos les parece fuera de lugar», añadía Landenberger sobre el cambio de percepción social que, en su opinión, también ha hecho que el descapotable caiga. La forma de vivir ha cambiado: el descapotable se asocia a la ostentación de la riqueza y no es casualidad que no encaje del todo en tiempos donde domina el lujo silencioso.
Por lo tanto, no se puede decir, sean cuáles sean las causas —parece un compendio de varias— que el descapotable esté de moda. Lo están, SUV aparte, los vehículos eléctricos, pero los descapotables no son tendencia. Desde luego, está lejos de su gran apogeo, vivido a finales del siglo XX, especialmente en los años 80. Sirven de ejemplo las cifras de matriculaciones de descapotables en Alemania, un país de nuestro entorno, en 2024: 40.984 en todo el país, un 21,2% en comparación con 2023. Hace 5 años fueron 70.000 los coches descapotables matriculados en el país germano y hace 15, poco después del citado punto de inflexión de la crisis de 2008, 103.000.
Los clásicos nunca mueren
Sin embargo, pese a que los datos demuestran que el descapotable no está de moda, esto no quiere decir que vaya a desaparecer. La mirada no es tan pesimista porque el descapotable es un clásico que tiene y tendrá su público fiel. No solo dentro del nicho del lujo, también entre la clase media, que no quiere renunciar a la practicidad cuando elige un coche.
Prueba de esto último es que sigue siendo una opción demandada entre conductores que buscan un coche pequeño y atractivo para conducir por la ciudad. Así lo reconoce Enrique Antonio Unda Sifontes, Asesor Comercial de Clicars: «Más que buscar el descapotable clásico, nuestro cliente suele decantarse por opciones más prácticas y eficientes para el día a día en la ciudad. Por ejemplo, en nuestro caso, los modelos», afirma. El experto cita modelos como Fiat 500, Mini Cabrio Cooper o Mazda MX-5, todos ellos con techo practicable. «Tienen mucha demanda —asegura— porque son vehículos compactos, manejables y con ese toque extra de diseño y diversión que aporta el descapotable, pero sin renunciar a la funcionalidad».
Los ejemplos que pone Enrique Antonio Unda aparecen en la lista de los descapotables más vendidos recientemente en el continente europeo, donde predominan modelos compactos, ideales para la ciudad, que además tienen, en su mayoría, una larga historia como descapotables —la nostalgia del comprador es otro factor a tener en cuenta—.
No lo es el Volkswagen T-Roc Cabriolet, un modelo relativamente novedoso que ha tomado el testigo del Golf descapotable, icono de finales del siglo pasado, pero sí el Mini Cooper Cabrio. Son los más vendidos por delante del primer descapotable de lujo que aparece en la lista, otro icono del segmento, el Porsche 911 Cabrio.
También aparecen entre los primeros puestos el BMW 4 Series, el Mazda MX-5 y el BMW Z4. El Mercedes CLE, el Porsche 718 Boxster, el Audi A5/S5 y el Jeep Wrangler son otros de los descapotables más vendidos en Europa a lo largo de los últimos tiempos.
La lista combina un poquito de cada uno de los factores citados: vehículos de clase media funcionales y compactos pero estéticos para la ciudad con descapotables de lujo que son, casi todos, modelos muy populares, casi de coleccionista.
Y precisamente con esa mentalidad de culto al cabrio, nacidos de la necesidad de satisfacer a los apasionados de los descapotables, las grandes factorías de lujo tampoco han dejado de diseñar nuevos coches descapotables. Hay muchos ejemplos recientes: carecen de techo fijo coches como el espectacular Aston Martin V12 Vantage Roadster o el Bentley Continental GTC Speed, y también deportivos apabilares, hypercars en toda regla, como el Pagani Utopia Roadster o el Ferrari SF90 Spider. Y qué decir del 12Cilindri Spider del Cavallino Rampante, uno de los modelos más elegantes que han salido de Maranello en lo que llevamos de siglo, o el Rolls-Roll Boat Tail, el modelo más caro de cuantos ha fabricado la firma de origen inglesa en toda su historia.
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Estos modelos de lujo citados demuestran que el interés en el descapotable por las marcas premium de la industria del automóvil sigue presente pese a que no sean tendencia este tipo de coches. Y gracias a esa convivencia del gusto, aunque sea de forma más reducida que antaño, por los descapotables compactos de ciudad por un lado y por las versiones cabrio de las nuevas máquinas diseñadas por las marcas más lujosas del planeta, el descapotable tiene asegurada su supervivencia en el tiempo. Y es que ya se sabe que los clásicos nunca mueren.
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