Tesla se lanza a la hostelería y así serán sus nuevos restaurantes

Así, si el pasado año y tras bromear en redes sociales, decidió lanzar el Tesla Tequila , una botella con forma de rayo que consta de tequila añejo 100% agave con ligeros toques de frutos secos, vainilla, canela y pimienta y cuyo precio era de 250 dólares (unos 211 euros al cambio), ahora es el turno de los restaurantes.

Una vez más, el CEO de Tesla usó su cuenta de Twitter para anunciar otra de sus ingeniosas ideas: montar un autocine de la vieja escuela, tipo años 60, con trabajadores en patines y un restaurante con temática roquera. La cosa no se quedaba ahí, el empresario fue más allá y explicó que los menús podrían mostrarse directamente en las pantallas táctiles de los vehículos de los clientes. Su intención era montarlo junto a una estación de carga en Los Ángeles. El millonario llegó a pedir, incluso, los permisos correspondientes, pero el proyecto no llegó a ver la luz y quedó guardado en un cajón a la espera de encontrar el momento perfecto, momento que parece haber llegado.

La compañía ha entregado, recientemente, ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos una solicitud para registrar una marca de ‘servicios de restauración, restaurantes pop-up, restaurantes de autoservicio y restaurantes de comida para llevar’, así como su logo. Ahora, Musk deberá esperar unos tres meses para que sea aprobado.

Lo cierto es que bien mirado es una idea perfecta que podría ir acompañada de estaciones de carga, porque Musk no deja nada en el aire. Así, si un coche eléctrico tarda en cargarse entre 45 y 50 minutos, el propietario podría aprovechar este tiempo para descansar y comer algo. Aunque también es cierto que a medida que avancen con dicha tecnología las recargas serán como parar a repostar, de apenas unos minutos. Todavía no se sabe cuánto tiempo le llevará a la compañía dar vida a dicho proyecto, pero Elon Musk lo tiene claro, cuanto más amplíe el negocio, más posibilidades de éxito tendrá.