El espectacular cambio físico de Conor McGregor desde 2015 y su problema para pasar por las puertas

McGregor ha publicado una imagen en su perfil de Instagram donde se ve la brutal transformación física desde 2015.

En estos siete años, el luchador ha pasado de tener una figura fibrosa, a aumentar el volumen muscular de forma impresionante. Esto ha provocado que su cuerpo sea mucho más ancho e imponente, algo que seguro le ayuda en sus combates, pero que también le ha ocasionado algún problema. El irlandés ha compartido un tuit en el que dice: “de lado por las puertas”, junto a una imagen en la que impacta la anchura de sus hombros y espalda.

A sus 34 años, el luchador y campeón de la UFC no oculta que le gusta trabajar duro, de hecho, en su última publicación comenta: “días de 17 horas, rodando y luego directamente al gimnasio antes de irme a casa. ¿Y tú qué quieres de ti? Yo trabajo muy duro porque: me encanta, lo quiero y, además, es lo mío”. McGregor se encuentra grabando el remake de 'De profesión: duro' , una película que protagonizó Patrick Swayze en los 80, con gran éxito. La nueva versión, que se estrenará en 2023 en Amazon Primer Video, será una oportunidad para que los fans del luchador puedan disfrutar de su espectacular físico.

A través de sus redes sociales el luchador comparte con sus seguidores algunos de sus duros entrenamientos , entre los que no faltan sentadillas con barra y press militar, dominadas, press de banca, remo, fondos en paralelas, etc. En definitiva, ejercicios imprescindibles en un entrenamiento de fuerza. Aunque entrena todo el cuerpo, la zona superior es a la que presta mayor atención, y donde se nota ese cambio de volumen con el paso de los años.

Otro punto esencial en ese cambio físico, es la alimentación . Aunque el irlandés no duda en compartir momentos de disfrute en el que se le ve comiendo hamburguesas y bebiendo cerveza, para conseguir esa transformación, McGregor debe ser muy estricto con su dieta, aumentando las calorías a base de un elevado porcentaje de proteína, carbohidratos y por supuesto vegetales.