Glamping, acampada de lujo en plena naturaleza

La naturaleza es un valor en esta modalidad turística, pues sus ramas como paréntesis consiguen frenar la concepción vertiginosa del tiempo de las grandes ciudades. La principal dificultad durante la primera noche lejos de la urbe es convivir con el silencio, pero muy pronto la evasión es plena y el descanso total. Al menos, eso es lo que pregonan las empresas que ofrecen esta nueva modalidad hostelera.

Ir de acampada no es para todos, sobre todo en la edad adulta. El glamping supera las adversidades del camping con nota, pues cuenta con todas las comodidades de un hotel de categoría para que el tiempo de ocio y de descanso sea sagrado.

La fusión de camping y glamour es una tendencia al alza, aunque cabe recordar que es un reclamo tan antiguo como el placer. El conquistador mongol Gengis Kan en el S.XII ya arrastraba tras de sí su particular palacio portátil de encajes de oro a través de la llanura asiática; en la edad media, los aristócratas y reyes descansaban en campamentos de lujo en tiempos de guerra con el fin de reponerse para combatir con furia al día siguiente.

De hecho el término glamping se acuñó en el siglo XIX porque los

relatos sobre el continente negro de los primeros exploradores arrastraron a los turistas adinerados en pos del exotismo africano previo pago de su aventura exclusiva. Conocer las sensación de llegar a un vergel en plena selva o al oasis en medio del desierto , era un lujo al alcance de pocos.

Las posibilidades del alojamiento son múltiples y generalmente están relacionadas con la tradición de cada zona: desde c abañas en el árbol hasta iglúes , muy populares en América del Norte. También se instalan curiosos apartamentos en autocaravanas -no necesariamente móviles-, mientras que las tiendas de lana de safaris inspiradas en las antiguas expediciones son las predilectas en selvas y desiertos. En un glamping es muy común encontrarse con una yurta , las viviendas cilíndricas típicas del asia central; o tipis , cabañas hechas con pieles de animales propias de los pueblos indígenas de América del Norte.

La acampada de lujo es el estilo favorito para los viajeros más comprometidos con el medio ambiente, ya que se trata de un concepto asociado a lo ecológico y la vida en la naturaleza. Pero también representa una tendencia en boga en el entorno empresarial, ya que las grandes compañías escogen la experiencia para organizar eventos y potenciar los vínculos entre sus miembros y sus aliados externos.

Se recomienda también a familias , porque para los niños es esencial mantener contacto con la naturaleza y disfrutan de las actividades al aire libre más que nadie. Por otra parte, cada vez hay más «glampistas» recién casados , ya que un paquete de luna de miel en condiciones debe incluir la clásica estampa de pareja que cuenta estrellas.

Los glampings han conquistado el mundo, desde la Antártida a la India, pasando por América Latina, Noruega o Canadá. Como se dice que hacen las ardillas con las ramas, un viajero en busca de experiencias nuevas podría ya recorrer el mundo de glamping en glamping.

Las acampadas de lujo llegaron a España para quedarse; la demanda crece y la oferta, también. En nuestros bosques, playas y desiertos hay auténticas joyas que están esperando ser descubiertas.

Desde cabañas en los árboles a yurtas, furgonetas o tiendas de lona

tradicionales convertidas en palacios de ensueño. Uno de los alojamientos más sorprendentes está en el Desierto de los Monegros, donde se ocultan auténticas habitaciones de lujo excavadas en la roca

En la siguiente galería encontrarás todos los datos que necesitas para una escapada inolvidable, todavía quedan lugares extraordinarios por descubrir a los que se puede llegar en coche.