Cinco nuevos restaurantes y citas gastronómicas que debes conocer este otoño en Madrid

Italia está en Bel Mondo

¿Te imaginas viajar en el tiempo a una exclusiva mansión en el Lago de Garda en los años ochenta? Sin duda una experiencia de la que podrán presumir tan solo algunos privilegiados de la jet italiana y que ahora está al alcance de todos en Bel Mondo , el nuevo restaurante de la capital que promete dar mucho que hablar.

Situado en Velázquez 39, su pequeña fachada floreada esconde un genuino espacio donde diversión y extravagancia son solo la guinda de un cóctel culinario que hará las delicias de los más sibaritas. Porque si por algo se caracteriza este nuevo local es por los contrastes: desde los elegantes salones con sofás de terciopelo en los que puedes observar de primera mano cómo hacen la pasta "artigianale" hasta los baños repletos de vinilos que recuerdan a discotecas en las que cantaba Raffaela Carrá o la enorme terraza que transporta a Capri "in un attimo".

La carta alberga especialidades de todos los rincones de Italia , y aunque ante tanta exquisitez elegir no resulta nada fácil, te recomendamos la pizza de ricotta y trufa, los spaghetti carbonara y su plato estrella, el "no puerro más", que sin duda te sorprenderá. Los más golosos irán al séptimo cielo con los helados y el tiramisú, mientras que para culminar la velada sus cócteles reinventados pondrán el broche de oro.

Las brasas brillan en Kitchen

La cocina a las brasas es siempre una buena idea. Kitchen , lo nuevo del grupo Ramsés en plena puerta de Alcalá, apuesta por ella, con su gran cocina vista y su parrilla de carbón de encina a la que se hacen las carnes, los pescados y mariscos y las verduras con un sabor inigualable.

El sitio, rabiosamente moderno y bajo el asesoramiento de Juan Mari Arzak, tiene sin embargo base tradicional de los asadores del norte , con su técnica y sus utensilios para sacar al punto cada plato.

En Kitchen el producto es el que destaca , por su calidad y sencillez, aunque la carta se complementa por ejemplo con arroz meloso de carabineros o steak tartar y croquetas, o el célebre pastel de cabracho de Arzak, además de su completa bodega de referencias nacionales y una selección de cócteles clásicos.

Comida de casa, en Candela Madrid

Todo el encanto de la gastronomía típica madrileña se da cita en el nuevo Candela Madrid (C/Uruguay, 1, barrio Hispanoamérica), con una carta en la que destacan callos, croquetas, rabo de toro, ensaladilla, patatas suflé, alcachofas o albóndigas, entre otras tentaciones y por supuesto carnes, arroces y su oferta de postres caseros.

Esta "casa de comidas" actualizada cuenta además con barra para el aperitivo y reservados para reuniones privadas, todo con las medidas de seguridad que han adoptado este y el resto de los locales de restauración en la capital para afrontar la pandemia y cuidar a sus clientes y empleados.

El queso Grana Padano, de visita

Hay más Italia este otoño en Madrid. Es la que trae hasta aquí el aroma y sabor único de su queso Grana Padano , que visita la capital española de la mano de Murillo Café , donde se ha organizado en torno a él un menú especial con fusión latinoamericana.

Cinco platos conforman esta oferta del bistró ubicado frente al Museo del Prado y el Jardín Botánico, con carpaccio de res, ensalada de hinojo fresco, risotto de tomates secos, fagotti a la trufa negra y patacones de plátano macho maduro. Todos, claro, con el sabor intenso de la pieza de 35 kilos que de Grana Padano Riserva que ostenta su sala y que da vida a este encuentro gastronómico otoñal.

Este queso, una de las denominaciones de origen más vendidas en el mundo, nació en 1135 en un monasterio de Milán y hoy es emblema con más de 20 meses de curación, que le dan un sabor intenso, notas a heno y fruta, color pajizo y textura granulada. Un deleite para los amantes del buen queso.

Las boulangeries, en Maison Kayser

“Un rincón de París en Madrid”. Sin duda toda una declaración de intenciones la de Maison Kayser , una de las panaderías francesas más prestigiosas que acaba de desembarcar en la capital con el objetivo de trasladarnos a la Ciudad de la Luz a través del paladar. Tanto si eres de dulce como de salado, sus “delicatessen” te van a conquistar.

¿El motivo? A diferencia de otros establecimientos de este tipo, aquí se realiza todo a mano, sin congelados, con masa madre y el punto justo de horno. Su cuidada decoración está pensada para pasar horas y horas disfrutando de su amplio menú -tanto para desayunos y meriendas como comidas y picoteos- o incluso teletrabajando allí mismo. Cuando entres no vas a querer salir…