La nueva estrategia de los millonarios para viajar en tiempos del coronavirus

Ante tiempos del coronavirus cualquier idea mínimamente factible resulta buena para hacer dinero, desde la construcción de búnkeres en los que se podría estar a salvo sin necesidad de salir al exterior durante años, a hoteles de lujo que ofrecen packs especiales para pasar el confinamiento en ellos. Cuando ya parecía que lo habíamos visto todo ha salido a la luz la nueva excentricidad de los ultra ricos para no prescindir de uno de los mayores placeres de la vida, viajar.

El 2020 comenzó como uno de los años en los que tomar un vuelo e ir a otro país resultaba más fácil que nunca, pero desde hace dos meses el cierre de fronteras es una realidad de la que no se sabe todavía el final . Es por eso que muchos han decidido recurrir a una nueva táctica, mucho más segura que cualquier otra, para evitar problemas a la hora de desplazarse, y no es otra cosa que solicitar otra nacionalidad . Según los datos publicados en , empresa líder mundial en planificación de residencia y ciudadanía, durante los últimos tres meses las solicitudes para una nueva nacionalidad han aumentado en más de un 40% mientras que las consultas han crecido un 25%.

Ante esta situación la pregunta reside en cuáles son los motivos que los empujan a realizar este proceso y en vista del poder adquisitivo de los solicitantes, todo apunta a una seguridad para poder abandonar su país de residencia por si en el futuro empeorase la situación, algo que solo la ciudadanía podría garantizar si las fronteras siguiesen igual de herméticas.

Los denominados “pasaportes pandémicos” cada vez se están volviendo más populares, y aunque el proceso tiene un coste diferente en función del país, para lograrlo todos coinciden en que hay que hacer algún tipo de inversión en el mismo. Según cuentan en Hentley & Partners, las actividades más comunes son las siguientes: labores de investigación que formen parte del sistema científico y tecnológico nacional; inversión en producción artística o patrimonio cultural nacional, capital social, bonos del gobierno o capital fijo; y por último, creación de un número determinado de empleos nuevos empleos.

Estos procesos pueden ir desde los 13.000 euros que se demandan por ejemplo en Tailandia a los 2,5 millones del Reino Unido. Sin embargo, aunque este último sea el más costoso, no significa que sea el más demandado ni adecuado ya que no se considera un refugio seguro por el modo en el que están gestionando la pandemia, demasiado tarde y lento según los más críticos.

Los destinos más populares son Australia, Austria, Suiza, Portugal, Chipre, Malta y Montenegro . De entre estos los más atractivos están siendo los dos primeros debido a su sanidad de alta calidad y el modo en el que supieron frenar la expansión del virus prácticamente desde el primer signo de alarma. Aunque parezca una idea descabellada, lo cierto es que este tipo de transacciones interesan ya que no se sabe con certeza cuándo se reactivará el turismo, y de uno u otro modo pueden suponer una fuente de ingresos bastante interesante .