Cómo poner a punto el jardín y la terraza

Como durante el invierno las tareas en el jardín son exclusivas de mantenimiento, en esta época toca ponerlo a punto. Para ello, primero hay que limpiarlo a fondo, incidiendo en el suelo de rincones y ‘huecos muertos’, después revisar el estado de las plantas, incluidas las trepadoras, y comprobar las condiciones del césped para tapar ‘calvas’.

También es importante asegurarse de que no haya macetas deterioradas, que los aspersores no estén rotos y que las balizas, los faroles y el resto de los puntos de luz funcionan correctamente. Lo último es el mobiliario. Hay que verificar su estado, limpiarlo, aplicar aceite de teca en el caso de la madera y repasar que cojines y asientos no tengan manchas o cremalleras rotas.

Antes del primer chapuzón, es preciso preparar la piscina para que esté lista para la temporada de verano. Hay que limpiar la superficie y el suelo que rodea el vaso y las juntas de las baldosas, ya que en ellas se acumulan más bacterias y hongos. A continuación, hay que comprobar que todos los mecanismos de la depuradora funcionan correctamente, limpiar el filtro y purgar la bomba.

Tras varios meses sin usar, el agua no estará en las condiciones óptimas, por lo que es necesario medir los niveles de pH y cloro y aplicar un cloro de desinfección o sal, si es salina. “Hay que prestar atención a los detalles. Revisar las escaleras, los anclajes, el antideslizante de los peldaños. También hay que comprobar el estado de la ducha y el sumidero y limpiar, en el caso de que sea necesario, el pavimento que rodea la piscina con un producto desinfectante”, aconsejan desde Leroy Merlin.

Con el calor, llega el momento de volver a programar el riego , ya que las plantas van a necesitar mayor cantidad de agua que en los meses anteriores: según vayan aumentando las temperaturas será necesario subir los minutos. Lo ideal es establecer siempre el mismo horario, preferiblemente al caer la tarde.

Aunque regar de manera manual puede ser una tarea relajante, los sistemas automáticos resultan cómodos y permiten ahorrar agua. Además, ahora se pueden controlar desde el móvil y hay aplicaciones que se ajustan a las necesidades de cada jardín y que, incluso, controlan la humedad del suelo, para activarse únicamente cuando las plantas lo necesitan.

No solo cumple una función práctica, señalizando el camino o como elemento de seguridad, sino que, además, ayuda a crear atmósferas llenas de encanto y da vida a los diferentes rincones, para poder disfrutar del aire libre al caer la tarde. Por eso, es necesaria una luz nocturna adecuada, que evite la iluminación plana y la contaminación lumínica. Desde Faro Barcelona establecen un proyecto lumínico en tres zonas diferenciadas.

Espacios para caminar, aquella que se proyecta en el suelo para alumbrar los caminos o senderos que tienen piscinas, porches y distintos puntos del jardín; para ver, que incluye todos los ambientes, como mesas, porches o barbacoas, que precisan luz general y que encuentran en las lámparas de pie o de suspensión una buena opción; y para disfrutar de las vistas o de elementos singulares como esculturas, rincones que precisan una ornamental. Los modelos portátiles y las lámparas solares son dos básicos en los jardines actuales.

Para dar forma a los espacios exteriores hay que establecer zonas y favorecer la circulación entre ellas con senderos que las conecten. La madera, la piedra y la grava son tres buenas opciones para crear un camino en el jardín.

Tan importante como estructurar los diferentes ambientes del jardín (relax, estar, comedor o solárium), es diseñar las zonas de sol y sombra, ya que ellas contribuyen, en gran medida, a crear un exterior agradable. Si los metros no son un problema, una buena idea es contar con alguna zona de agua, como estanques, fuentes o acequias, que eleven la humedad ambiental y refresquen el ambiente, favoreciendo la calma del lugar.

Cuando todo lo demás está listo y preparado, llega el momento de la vegetación. Además de adecuarse a la zona geográfica y al sol que reciben, una buena idea es incorporar flores de temporada que pongan una nota de color y alegría. En estos momentos, se llevan los ‘jardines de Km 0’, que recuperan el entorno natural. Para ello, se deben incluir especies locales de la zona geográfica.

Desde Fernando Pozuelo Ladscaping Collection, marcan las pautas: “En el clima mediterráneo suave y seco, las plantas y árboles más características que se pueden incorporar son el Pinus pinaster, la Euphorbia characias, cítricos o jazmines. En el clima mediterráneo continental, donde existen grandes variaciones térmicas, son habituales el Cistus, algunas variedades de Abies y Pinus y plantas aromáticas (romero, lavanda...). Por último, en el clima subtropical canario sobresalen el Agave angustifolia, el Phoenix canariensis y la Araucaria araucana”.

Es el momento de hacer revisión general a suelos, paredes, barandilla, macetas y mobiliario y aprovechar para limpiar el marco de las ventanas y las persianas. La elección de las plantas tampoco debe dejarse a la improvisación. Nuevamente los metros harán la primera criba, después se deben elegir variedades autóctonas. Una buena manera de acertar es fijarse en las terrazas vecinas y optar por las mismas especies.

Lo ideal es combinar varias, para aportar mayor dinamismo al conjunto y tener menos riesgo de plagas y enfermedades. Además de en jardineras o en el suelo, pueden colgarse en las paredes, creando auténticos jardines verticales. Es importante, establecer un punto de riego o contar con macetas con autorriego, que garanticen su supervivencia en periodos vacacionales.

Para sentirse realmente a gusto, es preciso mantener la privacidad y evitar las miradas indiscretas mediante plantas u otras soluciones de ocultación, como celosías de PVC o madera. También debe diseñarse una zona de sombra, que proteja una parte de la terraza, con un toldo o con un parasol: hay modelos que se fijan en la pared, ocupando mucho menos espacio.

En función del tamaño disponible y el uso que realiza cada uno del exterior, se deben establecer una o varias zonas, de comedor, estar o relax. En la terraza, el mobiliario no solo debe prestar un servicio sino también adaptarse al espacio , ocupando lo menos posible. Por eso, los modelos ligeros, plegables o apilables son una buena opción, ya que cuando no se usan, se recogen fácilmente, despejando el ambiente.

1. Limpio, organizado en ambientes, conectados por senderos, con zonas de sombra y alguna de agua, que proporcione un plus de frescura y ayude a crear una atmósfera idílica, así es el jardín ideal, como este diseñado por Fernando Pozuelo Ladscaping Collection.

2. Para disfrutar al máximo de los espacios exteriores deben cuidarse todos los detalles, desde el mobiliario, hasta la elección de las plantas y flores más idóneas, la iluminación o la incorporación de elementos que faciliten la vida al aire libre, como la chimenea de exterior de Focus.

3. Las piscinas, incluso las más pequeñas o las desmontables, son un lujo. Después del invierno, hay que limpiarla a fondo, comprobar la calidad del agua y revisar que los mecanismos de la depuradora funcionan. Los muebles son de Unopiú.

4. A la hora de elegir las plantas para el jardín o la terraza , debe tenerse en cuenta la zona geográfica y si reciben mucho o poco sol. Es importante ajustar el riego automático a la temporada, elevando sus minutos según suban las temperaturas. Rodearse de vegetación, como en este ambiente de Habitat, proporciona frescura y una atmósfera agradable.

5. La terraza es una prolongación de la casa , como muestra este ambiente de Westwing, y debe cuidarse como tal. Para prepararla para el verano, debe limpiarse a fondo, prestando especial atención a la barandilla, el suelo y las ventanas, y revisar que el mobiliario y otros accesorios deco estén listos para su uso.