Dar vida a los espacios con texturas y pinturas

Las últimas tendencias en textiles apuestan por materiales muy naturales, de procedencia orgánica, como el algodón o el yute. «El interiorismo y toda su industria van de la mano de las tendencias sociales y a nivel social buscamos el retorno a la esencia de las cosas. De ahí que se busquen tonalidades naturales como colores arena o piedra, también los verdes y el barro», afirma el diseñador de interiores José Lara. Al pasar más tiempo en casa estamos dando más importancia a sentirnos cómodos en ella, «ha habido un punto de inflexión en la visualización de la vivienda», añade.

Javier Martínez, diseñador de Zeconzeta, ha constatado igualmente este último año una búsqueda mayor de tejidos naturales. «Ahora importa la calidad y menos el precio, antes era al contrario. Se mira el diseño, ha cambiado la mentalidad». Durante el confinamiento las personas han tenido tiempo para ver revistas, fotos y han querido hace run lavado de imagen a sus casas, la decoración ha tomado protagonismo . «Por lo pedidos hemos notado que las personas buscan alegría, con estampados. Hubo una época muy minimalista pero ahora se demandan cosas divertidas», indica el diseñador.

El tamaño de las estancias va a condicionar mucho las combinaciones de colores y grabados que queramos hacer. Cuanto mayor sea, se aconseja dejar los estampados grandes para las cortinas o los sofás.

Hace ya años que el gotelé dejó de estar de moda y las paredes lisas se siguen imponiendo en los hogares españoles. En la Casa del Pintor, de Madrid, han notado un repunte de ventas en los últimos meses. «Mucha gente se anima a pintar la casa, para darle un aire nuevo, y cambiar la decoración», afirma su propietario, José Luis Barreda. «No se demanda mucho el blanco, sino más el blanco roto, los crudos, los grises combinados con colores más cálidos como el praliné», puntualiza. La calidad de las pinturas para la casa ha mejorado mucho, «en las cocinas tenemos pinturas al agua muy lavables, hay otras con una muy buena adherencia a la melamina, por ejemplo, que permite pintar fácilmente los muebles. Y también encontramos pinturas ecológicas», indica Barreda.

Sigue existiendo demanda de los papeles pintados , que tuvieron su boom hace uno años pero que siguen siendo una buena opción para muchos, sobre todo combinado papel y pintura. En la Casa del Pintor se vende también mucho el papel pintado, aunque los clientes «no se suelen llevar papel para toda la casa, sino que combinan. Se innova mucho en los papeles, de tipo rústico, papel madera o imitación a ladrillo». Es muy habitual empapelar por ejemplo la pared del sofá, «queda muy decorativo». El diseñador de interiores José Lara habla también de elementos artesanales fruto de esa búsqueda de la esencia. «Se piden revestimientos hechos con piezas de madera o papeles prensados con diferentes texturas. Se emplea el corcho, el barro…hay una unión con los elementos de la tierra», puntualiza. Se mantiene la combinación de elementos geométricos, aunque aparecen también motivos étnicos, vegetales y animales.

Para vestir las ventanas y los balcones se elige más el visillo, «con caída y textura natural, incluso arrastrados, con colores naturales de lino, algodón y yute», señala José Lara. Eso sí, «se busca la practicidad para cada espacio».

Y aunque este último año han salido al mercado tejidos antivirus , que destruyen el Covid, «la gente no lo demanda. Es señal que se siente segura en su casa, y no cree que el virus puede estar dentro», comenta el diseñador Javier Martínez. Pero ha sido precisamente por el coronavirus que mucha gente ha decidido hacer un lavado de cara a la decoración de sus casas. «Cambiar de visillos o de sofá siempre estaba en la lista de asuntos pendientes para muchas familias, y una vez que no se ha podido viajar o tener otros gastos antes frecuentes, la decoración de las casas se han colocado como una prioridad absoluta», añade el experto.