Saúl Craviotto: «He cumplido todos mis sueños deportivos, pero ir a por mis quintos Juegos Olímpicos es una buena meta»
El piragüista español, nombrado embajador de Seiko, nos desvela sus claves de estilo
Andrés Velencoso, elegancia dentro y fuera de la oficina
Saúl Craviotto es el nuevo embajador en España de Seiko Prospex en España. En la imagen lleva el modelo SPB321 de la firma de relojes japonesa.
El piragüismo es una de las disciplinas que más alegrías da al deporte español, particularmente cuando llegan los Juegos Olímpicos, y Saúl Craviotto es el máximo exponente actual. Este policía, nacido en Lérida en 1984, y afincado junto a su familia en ... Gijón, ha conseguido que un deporte minoritario, como el piragüismo, sea mucho más popular. Saúl Craviotto se colgó su primera medalla olímpica en 2008, en Pekín. Después llegarían cuatro más en Londres (oro y plata), Río de Janeiro (bronce) y Tokio (plata). Además, el deportista cuenta con un excelente palmarés en campeonatos mundiales y europeos.
Su paso por la televisión, convirtiéndose en ganador de la segunda edición de Masterchef Reality, le ayudó a ganar en popularidad, pero él se considera una personal «normal y corriente, la fama es algo pasajero. Igual dentro de cinco años nadie se acuerda de mí, y tampoco pasa nada». Sus valores y su motivación para conseguir sus objetivos deportivos han sido esenciales para que la marca Seiko le haya nombrado embajador en España. Algo que considera «una responsabilidad, un orgullo y una motivación. Tener el respaldo de una marca tan reconocida a nivel internacional, me motiva para seguir». Con motivo de la presentación de las novedades en Madrid de la firma japonesa, hablamos con Saúl Craviotto.
- ¿Llevas reloj de forma habitual o solo en ocasiones?
Siempre me han gustado los relojes, por una parte, me parece un complemento bonito para el día a día, y, por otra parte, lo veo algo necesario. Mi vida es tiempo, como deportista es arañar milésimas al reloj, y por eso es algo esencial. Siempre he llevado reloj dentro y fuera del ámbito deportivo. Cuando acudo a una gala o una celebración, me gusta llevar reloj. Con el tiempo he acumulado unos cuantos, pero buenos tengo 4.
- ¿Qué le pides a un reloj?
Que encaje con mi forma de ser, con mi personalidad y que sea ese complemento 100% de mi imagen.
- ¿Eres presumido?
Ni mucho ni poco, digamos que lo justo. Me gusta ir acorde al lugar en el que estoy, sentirme a gusto, cómodo y guapo. Al final yo creo que es importante la estética. A todos nos gusta sentirnos guapos.
- ¿Sigues las tendencias de moda?
No tengo tiempo para hacerlo. Pero me dejo asesorar por mi entorno, por mi mujer y por lo que veo en redes. Sí me fijo en cosas que me gustan y me inspiro en ellas a la hora de vestirme.
- ¿Y la cosmética, te gusta cuidarte?
Bueno, podría hacerlo mejor, pero la piel sí que la cuido. Paso mucho tiempo en el exterior, y además al estar en el agua, el sol refleja mucho más, así que sí me protejo con cremas solares y, además uso cremas hidratantes. Con el paso del tiempo he ido aprendiendo que, si no lo hago, hay consecuencias. De hecho, ahora soy consciente de que debería haberlo hecho antes, porque ya tengo manchas en la cara.
Saúl Craviotto en la presentación de las novedades de la firma japonesa Seiko en Madrid para 2023.
- ¿Cómo te preparas para los Juegos Olímpicos de París de 2024?
Trabajando duro, de lunes a sábado, entreno unas cinco o seis horas al día. Yo creo que es importante que todos tengamos un propósito, un sueño. En este caso yo he elegido ir a mis quintos juegos a por mi sexta medalla y el precio que hay que pagar es alto. He elegido un deporte duro, hay que estar muchas horas a la intemperie, en invierno es complicado, pero lo hago con ganas y creo que soy un privilegiado haciendo lo que me gusta.
- Además de entrenar con el kayak, ¿qué más rutinas incluyes en tu entrenamiento?
Running, ciclismo, bicicleta estática y gimnasio. Voy variando según el momento del año. Conforme se va acercando la competición hacemos más trabajos específicos. Digamos que todo cambia, pero en general, entreno de lunes a sábado con el kayak, y luego suelo incluir además unas tres sesiones de gimnasio y otros deportes.
- ¿Cuál es tu secreto para compatibilizar tu profesión, tu pasión por el deporte, tu familia y tus compromisos publicitarios?
Creo que mi gran virtud es que sé rodearme de un gran equipo. Mi secreto es que sé delegar y lo que hago es delegar. Para Saúl, imagen, por así decirlo, delegó en mi agencia de comunicación, ellos llevan incluso mis redes sociales, y ahí he soltado una mochila brutal, porque dedicaba mucho tiempo a ellas. Para el Sául deportista, mi entrenador es el que cuadra las planificaciones y me ayuda a tener una rutina. Y luego para el Saúl familia, mi mujer es el pilar. Tenemos tres hijas, una de ellas recién nacida, así que ella es la que lleva el peso de la familia. Hemos encontrado un buen equilibrio, ella entiende ahora mi situación y lo llevamos bien. Respecto a mi profesión de policía, de momento está aparcada, era inviable, pero no descarto volver a ella cuando me retire del deporte profesional. Me siento también orgullosísimo de ser policía, por la labor que hacen y porque es un trabajo muy satisfactorio.
- ¿Qué es lo mejor de participar en unos Juegos Olímpicos?
La sensación de representar a un país, de hacer feliz a mucha gente, a tu familia, a tus padres, de ver llorar a tu gente... Es un espectáculo. Somos gente que está trabajando muy duro durante cuatro años para jugártela en un minuto. Pero es un minuto en el que te ve tanta gente que puedes hacer feliz… ¡un espectáculo!
- ¿Qué esperas de París 2024?
Espero poder dar el 100%, que no me pasa nada, que las lesiones me respeten, que siga disfrutando del camino, que vaya allí y que salga lo que tenga que salir. Estoy en un momento de paz brutal. A nivel deportivo ya he ido a cuatro Juegos Olímpicos, tengo cinco medallas. He cumplido mis sueños deportivos, pero voy a París con la motivación de darlo todo, y si cae una medalla lo voy a celebrar como el que más. Si no cae, que me quiten lo 'bailao'. La satisfacción profesional ya la tengo más que más que cubierta.
- Acostumbrado a triunfar, ¿cómo te enfrentas a las derrotas?
Es verdad que he tenido una carrera muy exitosa a nivel olímpico, pero he tenido también muchos fracasos. Creo que es lo mejor que me ha podido pasar en mi carrera deportiva. En ese momento, lo ves todo negro, crees que no hay salida. Pero viéndolo ahora con perspectiva, desde la posición en la que estoy mirando para atrás, lo mejor que me ha pasado en mi vida han sido los fracasos. Ha sido lo que me ha hecho sacar mi mejor versión, lo que me ha hecho evolucionar, y, en definitiva, ser mejor.
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- Y después de París, ¿llegará tu despedida del deporte profesional?
No lo sé. Voy día a día. En París tendré 39 años, te mentiría si te dijera que me queda mucho más, pero tampoco me atrevo a anunciar una retirada. Igual llego a París y tengo todavía un poco de energía, ganas, ilusión. Voy año a año, pero desde de aquí a diez años me veo más tranquilo, y disfrutando más tiempo con mi familia.
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