El futbolista desconocido que disfruta de una fortuna comparable con la de estrellas como Cristiano Ronaldo o Leo Messi
Así es la vida de Faiq Bolkiah, jugador profesional en Tailandia, que pertenece a la familia real del sultanato de Brunéi
Los relojes de lujo de los jugadores de la selección española de fútbol
No hace mucho tiempo te contamos en Summum que habían salido a la luz imágenes de la increíble, pero real como la vida misma, colección de coches de lujo del sultán de Brunéi, Hassanal Bolkiah, que incluye unos 7.000 coches entre los ... que destacan alrededor de 600 Rolls-Royce y una cifra similar de marcas icónicas como Mercedes-Benz y Ferrari. La del sultán y su familia es una de las fortunas más importantes del mundo Hassanal Bolkiah: Forbes la estima en 20.000 millones de dólares, la cuarta entre las realezas del mundo por detrás de la familia real tailandesa, la de Emiratos Árabes Unidos y la de Arabia Saudí. Y aunque todas tienen interés en el deporte profesional, solo una de estas familias poderosas en lo social y en lo económico puede presumir de tener un futbolista profesional en su seno: la de Brunéi. Y es que no hay lista de futbolistas más ricos del planeta que esté completa y sea rigurosa si no se incluye en ella a Faiq Bolkiah, el desconocido que se gana la vida jugando al fútbol profesional y tiene una vida de lujos al nivel de Cristiano Ronaldo, Messi, Lamine Yamal y compañía.
Toda la vida ha existido una fuerte vinculación entre el poder económico y determinadas disciplinas deportivas. Durante muchos años, el esquí o el tenis fueron deportes reservados a una clase social determinada, y qué decir del polo, ese deporte que se juega a caballo y que sigue siendo el «deporte de los ricos» para muchas personas. Ocurre algo parecido con el golf, si bien todas estas disciplinas se han popularizado mucho —el polo la que menos—, en los últimos años. Ninguna, ni siquiera el polo, es comparable a lo que ocurre en la Fórmula 1, donde la historia ha dejado numerosos ejemplos de que el dinero ayuda a conseguir un asiento en la parrilla. No es fácil que llegue un piloto de origen humilde como Fernando Alonso. Uno de los últimos ejemplos es el de Nicholas Latifi, que pilotó un Williams durante tres años (hasta 2022), hijo de Michael Mehrdad Latifi, un empresario iraní-canadiense con una fortuna que le permite ser el propietario del yate de lujo Sophia, valorado en 200 millones de dólares según Super Yatch Fan.
Este tipo de situaciones no suelen ocurrir en deportes populares como el baloncesto o el fútbol, donde son incontables los ejemplos de estrellas que tienen orígenes muy humildes a nivel social. Hemos citado tres en el universo del balompié —Cristiano, Messi y Lamine Yamal— pero la lista es larguísima: desde ejemplos contemporáneos como Nico Williams a estrellas históricas como Maradona o Zidane. Y en la NBA ocurre tres cuartas partes de lo mismo, con Lebron James a la cabeza. Pero, como todo en la vida, alguna excepción hay: ahí está el caso de Stephen Curry en la NBA, hijo de Dell Curry, que se ganó muy bien la vida durante 16 temporadas en la mejor liga de baloncesto del planeta, o el de nuestro protagonista en estas líneas, mucho más desconocido que Stephen Curry y con infinitamente menos talento para su deporte que el jugador de los Golden State Warriors, pero tan rico como él: Faiq Bolkiah, el sobrino del sultán de Brunéi que es futbolista profesional.
«El futbolista más rico del mundo»
A Faiq Bolkiah no le conoce prácticamente nadie. Al menos no en España… salvo que se haga referencia a él con el título de «El futbolista más rico del mundo», algo que seguramente no sea cierto porque su riqueza es familiar, no personal, como sí lo es la de los futbolistas mejor pagados del mundo.
Y es que Bolkiah, que en la actualidad juega en la liga de Tailandia tras haber pasado por diversos equipos ingleses en sus categorías formativas, no tiene un sueldo ni mucho menos comparable por su faceta de futbolista con la de estrellas del balompié como Cristiano Ronaldo, que ha renovado su contrato en Arabia Saudí con el Al Nasr por unos 570.000 euros al día. ¡Al día!
Sin embargo, el bueno de Faiq Bolkiah tiene algo de lo que no pueden presumir las grandes estrellas mundiales del fútbol: una familia multimillonaria. La que lidera la monarquía absolutista del sultanato de Brunéi desde 1967 —independizado del Reino Unido en 1984—, con el sultán Hassanal Bolkiah a la cabeza.
Con una fortuna valorada en 20.000 millones de dólares, la mayoría provenientes de las reservas de petróleo y gas natural que posee este pequeño territorio asiático(ocupa el norte de la isla de Borneo), los lujos en la vida de la familia real de Brunéi se extienden incluso a los sobrinos del sultán. Es el caso de Faiq Bolkiah, que ha presumido en redes sociales de tener un armario de lujo, de su colección de relojes, de jugar con felinos y montar a caballo en ejemplares purasangre, y de conducir coches caros en paralelo a su vida como trotamundos del fútbol.
Faiq, el 12 en la línea de sucesión al trono, nació en Estados Unidos y creció en Inglaterra, donde se formó a nivel educativo en uno de los internados más caros del país. En el país británico comenzó a jugar al fútbol, que arrancó en el AFC Newbury hasta que en 2009 pasó a la cantera del Southampton, clásico equipo del sur de Inglaterra. Cuatro años después probó suerte en Londres: primero en las filas del Arsenal y después en las del Chelsea, llegando a formar parte de su equipo filial.
Ante la falta de oportunidades se marchó al Leicester, dejando Londres atrás. Tres años después fichó gratis por el Marítimo de Portugal para jugar en su equipo sub 23 y finalmente, a comienzos de esta década, se mudó a Tailandia, donde ha militado en un par de equipos. Actualmente, a sus 27 años sigue jugando en esta liga. Lo hace en las filas del Ratchaburi Football Club. Además, ha sido capitán de la selección nacional de Brunéi, con la que ha anotado un gol.
El sobrino del sultán de Brunéi —es uno de los 17 hijos del príncipe Jefri Bolkiah, hermano del Sultán de Brunei—, pese a que hace vida fuera de su país, está muy vinculado a su familia, de cuyo rico patrimonio disfruta. Prueba de ello es que no faltó a la última gran boda real que tuvo lugar en el sultanato, el año pasado, entre el príncipe Abdul Mateen, cuarto hijo del sultán, y Anisha Rosnah.
La boda duró diez días y fue una ocasión inmejorable para mostrar al mundo el nivel de lujo y la riqueza que posee la familia real de Brunéi, cuyos negocios extienden sus tentáculos mucho más allá de su territorio de origen: por ejemplo, tienen el emblemático Beverly Hills Hotel en Los Ángeles, con su icónica «piscina rosa» —fundado en 1912, el precio medio de la estancia supera con creces los 1.000 euros— y el el hotel Dorchester de Londres, que posee a su vez una extensa colección arte, como el propio hotel presume en sus canales de comunicación oficiales.
En la citada boda, a la que asistió como miembro de la familia real Faiq Bolkiah, «el futbolista más rico del mundo», los novios desfilaron en un apabullante Rolls-Royce personalizado por las calles de Bandar Seri Begawan, y después ofrecieron una recepción en el Palacio de Nurul Iman.
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El palacio en cuestión, la residencia oficial del sultán, es la joya del patrimonio de la familia de Faiq Bolkiah, tiene 1.888 habitaciones, 290 baños y una sala de celebraciones o banquetes con cabida para unos 5.000 invitados.
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