Conoce al magnate brasileño que dona el 60% de su fortuna a causas solidarias

Muchos de estos nombres no resultan muy familiares, pero eso no significa que no escondan detrás grandes historias, como Elie Horn, uno de los hombres más ricos de Brasil con una fortuna que supera los 1.000 millones de dólares y conocido por su labor filantrópica. Desde el año 2015 entro a formar parte de The Giving Pledge , la organización de millonarios fundada por Warren Buffett y Bill Gates en el 2010 con la que recaudan dinero destinado a causas solidarias. Para entrar a formar parte de la misma, uno de los requisitos consiste en comprometerse a donar como mínimo el 50% de la fortuna para ayudar a la humanidad. Desde ese momento Horn decidió incrementar esa contribución a un 60% de sus ganancias.

Para los que se pregunten quién es este empresario, se trata del propietario de la segunda desarrolladora inmobiliaria de Brasil. Un mérito merecido que empezó a forjar con tan solo 18 años junto a sus hermanos que hoy es todo un éxito. El modelo de negocio consistía en la compra y venta de propiedades inmuebles con poco margen de inversión que le llevaron a fundar Cyrela Brazil Realty. En el 2005, cuando ya era una gran potencia en el país, salió a bolsa y fue ahí donde realmente empezó a reportar beneficios inesperados (incluso 30 veces mayores).

Los que le conocen dicen que su generoso espíritu se parece mucho al de su padre, quien al morir donó el 100% de sus bienes a los más necesitados. Para Elie el punto clave que le llevó a tomar la decisión de unirse a The Giving Pledge fue precisamente la crecida de su empresa después de la cotización. Según declaró en una conferencia en Argentina "en ese momento sentí que era un prueba, que por algo estaba llegándome el dinero de una forma tan fácil. Asumí que esas ganancias no estaban dirigidas a mi empresa, que ya estaba fuerte y sólida, sino que tenía que usarlas para otra finalidad, y decidí destinarlo a que otras personas pudieran concretar buenas acciones".

Sus orígenes humildes también han ayudado. Nacido en Siria, su familia de origen judío se mudó a Italia para probar suerte cuando solo tenía diez años, y al no encontrarla decidieron ir a Brasil. Allí el empresario es partidario de ayudar a los que más lo necesitan dotándoles de recursos para que puedan ellos mismos sus propios ingresos, y defiende que el dinero debe tener un fin noble , no un fin pobre. A sus 75 años, ha dejado el negocio al mando de sus dos hijos Raphael y Efraim, quienes parecen seguir sus pasos.

Pero eso no es todo, a estas acciones hay que sumarle la donación de 23 millones de dólares realizada hace apenas un mes para apoyar las investigaciones para combatir el Covid-19 y las labores en la plataforma de voluntariado Transforma Brasil. Además, también apoya a las ONG Gerando Falcões, Amigos do Bem y la Orquesta Heliópolis; colabora con el Instituto Fernanda Bianchinni para personas ciegas; Unibes, centrado en ayudar a familias con problemas y el fondo Chaverim para discapacitados y el Instituto Liberta , que trabaja contra la violencia contra las mujeres y la explotación sexual. Porque como él dice “el dinero ha de tener fines sociales; si no, mejor no tenerlo”.