Más de 15 millones de euros por un Patek Philippe de 1943: así es el reloj de pulsera más caro de la historia
Ha sido subastado por la casa Phillips en una puja en Ginebra que ha batido el récord histórico de recaudación para una subasta de relojes clásicos: más de 71 millones de euros y varios récords mundiales
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Iniciar sesiónMás de 71 millones de euros en una única subasta de relojes clásicos. Y más de 15 millones de euros por un modelo histórico de Patek Philippe, el reloj de pulsera más caro jamás subastado hasta la fecha. Dos récord mundiales de una tacada — ... y no son los únicos— que se han batido en la subasta Decade One organizada por la casa Phillips en el hotel President de Ginebra. Un evento que ya es historia en el sector del lujo.
En la puja, Phillips ha vendido los lotes disponibles por 71.753.407 euros, el total más alto jamás registrada en una subasta de relojes con la que la casa ha celebrado el décimo aniversario de su cu colaboración con Aurel Bacs y Livia Russo, directores de su departamento de relojes. Phillips, durante estos años, por ejemplo, ha vendido una de las piezas más mediáticas de la historia: el Rolex «Paul Newman» Daytona.
En esta ocasión tan especial, la casa de subastas ha puesto a la venta en Ginebra piezas únicas, lo cual ha generado no solo ese récord económico para una puja de relojes clásicos ya mencionado, sino también un enorme interés a nivel mundial: 1.886 postores registrados de 72 países y más de 800 coleccionistas y aficionados que asistieron en persona a un evento donde se han roto varios récord mundiales.
El primero ya lo hemos señalado: los más de 71 millones de euros recaudados durante los dos días de las subastas. Por marcas, se han batido récords de relojes clásicos de firmas como F.P. Journe, Ferdinand Berthoud y Christian Klings.
A modo de ejemplo, se han pagado 2.409.587,46 euros por un reloj de bolsillo 'Hyper Complication' de J. Player & Sons, un modelo de oro amarillo, esfera abierta y gran tamaño con tres trenes de sonería; 1.823.831,76 euros por un FPJourne Tourbillon Souverain TN 'Régence Circulaire' en oro rosa de 18 quilates con esfera de oro rosa; 1.432.810,13 por un cronógrafo Patek Philippe Perpetual Calendar en oro amarillo de 18 quilates con esfera firmada Gübelin; y 1.367.613,47 euros por un Ferdinand Berthoud Naissance d'Une Montre 3. Todos son récords mundiales para sus respectivos modelos: nunca se había pagado en una subasta una cantidad tan alta por relojes así.
No han sido récord, pero en la subasta celebrada en Ginebra también se han pagado casi 4 millones de euros por otro Perpetual Calendar de Patek Philippe en oro rosa, un modelo «muy raro y excepcionalmente bien conservado y atractivo», según Phillips; y un precio similar por un FPJourne Chronomètre à Résonance 'Souscription No. 2', un reloj de pulsera de platino de doble huso horario «extremadamente raro e histórico».
Pero ninguna de esas piezas, pese a ser hiperexclusivas todas ellas, son la joya de la corona de los lotes incluidos en la subasta Decade One celebrada en Ginebra. Ese honor ha recaído en un cronógrafo Perpetual Calendar de Patek Phillipe referencia 1518 de acero inoxidable fabricado en 1943. Vendido por un precio de 15.278.656,80 euros, se ha convertido en el reloj de pulsera más caro jamás vendido en una subasta.
Cómo es el reloj
Esta pieza de 1943 está fabricada en acero inoxidable e incluye indicador de fases lunares. No utilizó Patek Phillipe materiales preciosos en la fabricación de este reloj, pero he ahí la rareza que aporta tanto valor a este modelo subastada en Ginebra: solo se conocen cuatro unidades de este reloj.
En concreto, según Phillips, Patek Philippe produjo aproximadamente 281 ejemplares de este reloj lanzado al mercado en 1941. «Fue el primer cronógrafo con calendario perpetuo producido en serie del mundo y, junto con su modelo hermano, la referencia 2499, fue el único reloj de pulsera con esta complicación durante gran parte del siglo XX», detalla la casa de subastas. «Esta referencia no solo sentó las bases del diseño para todos los cronógrafos con calendario perpetuo posteriores, sino que también consolidó el liderazgo de Patek Philippe en la alta relojería suiza», agrega.
La mayoría de los 281 relojes de este modelo se fabricaron —a lo largo de 14 años en producción— en oro amarillo y un 20% en oro rosa. En acero inoxidable, como ya te hemos avanzado, solo cuatro. Y de ellos, el subastado en Ginebra es el primero, lo cual añade todavía más valor añadido a la pieza. Tres son de 1943 y uno más data de 1947.
La pieza vendida por más de 15 millones de euros, además, está en un excelente estado de conservación. La tapa trasera interior, explica Phillips, lleva estampado el número de serie 508'473 y debajo el número 1, dando fe de que es el primero de la serie. Y también se aprecian los tres últimos dígitos de la caja, 473, grabados en la cara interna del bisel de acero inoxidable.
La caja no muestra, según la casa de subastas, grandes daños ni señales de uso ni pulido. «Los bordes nítidos y las superficies cepilladas y pulidas, impecables e intactas, se han conservado a la perfección. Las proporciones de la caja son exactamente las mismas que cuando salió de fábrica en 1943, con todas las asas increíblemente afiladas, los dos pulsadores del cronógrafo en magníficas condiciones y la corona original», explica Phillips. Además, la esfera, obra de Fabrique de Cadrans Stern Frères, tampoco tiene daños ni restauraciones agresivas. «Se conserva magníficamente para un reloj de su antigüedad. La firma y las escalas en relieve de esmalte duro negro están nítidas, bien definidas y en un estado excepcional», dice la casa de subastas.
También sumar valor al reloj que su historia está relativamente bien documentada. El 22 de febrero de 1944, se vendió a Joseph Lang, de Budapest, Hungría, que también adquirió el segundo diseño de la serie del 1518 en acero inoxidable. En aquella época, según Phillips, costaba algo menos de 2.500 euros al cambio. «Se desconoce a quién iban destinados estos dos relojes. Sin embargo, ambos reaparecieron en Hungría entre mediados de la década de 1990 y la década de 2000», detalla la casa de subastas. Durante medio siglo permanecieron en manos desconocidas.
A todo ello hay que sumar otro detalle histórico que suma más valor si cabe al cronógrafo de Patek Philippe: la manufactura suiza jamás volvió a fabricar un Perpetual Calendar en acero.
Y es por esta serie de razones por la que el reloj ha roto todos los récords en una subasta, superando ampliamente los 15 millones de euros como precio de venta. Para Phillips, la referencia 1518 en acero inoxidable de Patek Philippe, es uno de los pocos modelos de relojería de pulsera que, «por su importancia histórica, rareza y atractivo, se han elevado por encima de todos los demás y son considerados unánimemente por la comunidad como la cúspide del coleccionismo».
Lo sitúa al nivel, ni más menos, que el Ferrari 250 GTO, el más caro de los coches fabricados en Maranello —el segundo coche más caro de la historia en una subasta—, una pintura de Leonardo Da Vinci o una botella de Domaine de la Romanée-Conti de 1945. «Deseable, imposible de obtener y referente de su categoría», concluye Phillips.
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