Los relojes más planos del mundo

Es un reto importante para los relojeros porque al reducir el grosor del mecanismo y de la caja disminuye la resistencia, aunque hay marcas que tienen la pericia de combatir las leyes de la física sin arriesgar ni la robustez ni la precisión de los mecanismos.

Esta hazaña ha sido durante mucho tiempo patrimonio de muy pocas manufacturas pero con los años alguna otra firma, como es el caso de Bulgari o Richard Mille , se ha introducido en el reino de lo exiguo para lidiar en esta batalla por conseguir el reloj más plano del mundo en las diferentes categorías.

La historia del primer reloj ultraplano nace, como en el resto de las grandes hazañas de la humanidad de un reto. En 1903 Jacques-David LeCoultre , nieto del Antoine LeCoultre (futuro co-fundador de la manufactura Jaeger-Lecoultre) oyó hablar de que el relojero parisino Edmond Jaeger tenía problemas para crear un reloj ultraplano. Se puso en contacto con él para sumarse al desafío y, en 1907, el primer reloj ultraplano de la historia era una realidad. La relación que se inició entre los dos relojeros para lograr este objetivo propició la posterior unión de las dos compañías bajo la denominación Jaeger-LeCoultre.

Fue el inicio de un arte que ponía a prueba los límites de la micro mecánica y que tenía como protagonistas a manufacturas como la ya citada Jaeger-LeCoultre y Vacheron Constantin (dos casas que trabajaron juntas durante muchos años), Audemars Piguet, Piaget, Eterna, Patek Philippe, IWC, Bulgari o Rado , todas con algún récord. Otras casas como Blancpain, Chopard, Cartier, Parmigiani Fleurier, Hublot, Montblanc y Richard Mille han sucumbido a los encantos de estos relojes de extremada delgadez y muchas otras tienen como meta alcanzarla en un futuro cercano.

Tras unos años obsesivos con los relojes sobredimensionados en diámetro y grosor, la cordura volvió a las muñecas de la mano de los relojes ultraplanos, más elegantes, más refinados y más discretos… Un reino que nunca se perdió y que hoy vuelve a ser actualidad.

1

Piaget

La manufactura ginebrina es conocida por dos hechos irrefutables: uno, sus relojes extraplanos -de un total de 35 movimientos manufactura, 25 calibres son ultra planos, habiendo batido 14 de ellos récords de delgadez en los últimos años-; el otro, por su creatividad, particularmente reflejada en las esferas y en los relojes femeninos.

La colección Altiplano es la que detenta los récords de delgadez de la casa y del mundo entero. En ella se encuentran modelos como el Altiplano Chronograph con caja de 8,24 mm de alto y mecanismo de cuerda manual de 4,65 mm de grosor o el modelo Altiplano 900P, el reloj más plano del mundo que fusiona mecanismo y caja en 3,65 mm.

2

Patek Philippe

La firma ginebrina, reconocida por la exquisitez de sus modelos, su dominio en los relojes complicados y por los precios que sus modelos alcanzan en las subastas internacionales, lanzó hace 40 años un calibre de cuerda automática extraplano, el 240. El modelo Calatrava Squelette de 2008 ha sido ahora actualizado en una versión de oro rosa, que destaca tanto por la delgadez de su movimiento (de tan solo 2,53 mm de altura), como por su esqueletado (que viene a ser como el súmmum de la transparencia y la liviandad en relojería).

Calatrava Squelette referencia 5180/1R-001 presenta caja de oro rosa, reducida a un fino marco para centrar toda la atención en el movimiento. A pesar de su ancho cristal y su fondo de cristal de zafiro, la caja garantiza un máximo de transparencia, además de una protección óptima y una estanqueidad hasta 30 metros.

3

Bulgari

Tras los lanzamientos de Octo Finissimo Tourbillon en 2014 y Octo Finissimo Repetición en Minutos de 2016, este año la firma consigue su tercer récord con Octo Finissimo Automatic, con un grosor total (caja y movimiento) de solo 5,15 mm y un mecanismo automático de 2,33 mm con 60 horas de reserva de marcha.

El peso del nuevo Octo Finissimo Automatic es de tan solo 70 gramos para la versión con brazalete y 45 gramos para la versión con correa de piel. Su caja, evidentemente, de titanio, y de unas dimensiones de 40 mm.

4

Audemars Piguet

El modelo Royal Oak , diseñado por el prestigioso relojero Gérald Genta , se convirtió en 1972 en el primer reloj deportivo de lujo. Desde entonces ha sido un icono que ha seguido evolucionando con los tiempos sin perder su esencia ni, por supuesto, su bisel octogonal. A pesar de ser un modelo deportivo, el Royal Oak no titubea en vestirse de oro ni en presentar su lado más esbelto.

Para conmemorar el 40.º aniversario de los primeros Royal Oak fabricados en metales preciosos, Audemars Piguet ha creado una serie de versiones extraplanas en oro amarillo equipadas con el famoso calibre de cuerda mecánica ultraplano de la manufactura 2121, introducido por primera vez hace medio siglo de un grosor de 3,05 mm.