Las mejores bolsas de viaje para tus escapadas veraniegas

El bolso es una prenda unisex. Lo lleva siendo desde siempre entre aquellos que son amantes de la moda y fieles seguidores de su actualidad. En tirar abajo el muro de los tabúes y los prejuicios , la moda es una de las disciplinas que va por delante de la propia sociedad, tratando de servir como guía para esta. Y lo está consiguiendo a base de reivindicar espacios comunes para hombres y mujeres.

No significa esto que no haya prendas específicas para unos y otros, para nada; ambos cuerpos son distintos y como tal se adaptan mejor a unas formas u otras. Pero hay puntos de encuentro evidentes , y uno de ellos hace referencia a las necesidades: todos llevamos con nosotros una serie de pertenencias, cada vez más grandes y abundantes por cierto, sobre todo los dispositivos tecnológicos .

Las riñoneras siempre han jugado con ventaja porque son un accesorio para transportar cosas, como el bolso, pero sin ser un bolso. Y en esta obviedad de frase está parte de la clave de su éxito. La otra parte es su mayor comodidad porque libera completamente las manos. Es verdad que durante muchos años se desterraron de forma incomprensible por otros dudosos prejuicios que las vinculaban con lo que entendemos por uniforme oficial de turista, pero la moda de esta década que está llegando a su fin ha dado absoluta prioridad al confort , y en la consecución de dicho objetivo la riñonera encaja a la perfección.

Sus principales hándicap son dos: no es una accesorio muy sofisticado, estéticamente no encaja bien a ojos de todo el mundo, y su espacio es limitado. Por esto último, dada la necesidad cada vez mayor de llevar portátiles y demás artículos voluminosos a todas horas, la mochila ha encontrado su espacio natural en la moda actual, pero tampoco es el accesorio más elegante del mundo. En estos momentos en los que la moda parece haber hecho un viraje hacia las prendas más formales -siempre dentro de lo casual- después de haber exprimido al máximo lo deportivo, el accesorio que mejor engloba espacio y estilo es, sin lugar a dudas, el bolso.

Del mismo modo que Alessandro Michele y su trabajo al frente de la dirección creativa de Gucci tienen mucho que ver con el regreso a la primera plana de las tendencias de prendas como el chaleco de punto, Virgil Abloh, quizá el diseñador que más y mejor ha conseguido fusionar lo urbano con lo sofisticado, la tiene en la reivindicación de las virtudes del bolso en el armario masculino. Lo primero lo explota sobre todo en su firma Off-White, pero ha sabido “salpimentar” sutilmente, permididnos la expresión culinaria, con ese espíritu callejero el estilo elegante y sofisticado que lleva consigo desde su fundación Louis Vuitton, de cuya línea masculina es el director creativo desde el 2018, año en el que ya apostó fuerte por el accesorio que nos ocupa en este texto.

A partir de los diseños cruzados pequeños, más similares a la riñonera, se ha ido introduciendo con fuerza como alternativa a esta y a las mochilas hasta el punto en el cual las firmas de moda de lujo ya versionan todos los estilos posibles: desde los de estilo bandolera a los tote bag, esa especie de bolsas cuadradas con asas en las que cabe absolutamente de todo.

El negro se impone por motivos obvios, pero no es ni mucho el único color en el que se diseñan bolsos de hombre sobresalientes. De hecho, proliferan también los estampados y puedes encontrar también diseños en colores siempre polivalentes como el blanco, el marrón o el azul marino, todos ellos un punto más relajados que los siempre sofisticados modelos en color negro.