Comprobado, vuelven los calcetines blancos y así deberías llevarlos

Eso de que las tenencias son cíclicas no es nada nuevo, pues tarde o temprano vuelven, pero lo que de verdad llama la atención es cómo una corriente de estilo en un periodo de tiempo breve puede pasar de ser considerada de mal gusto a transformarse en una de las más punteras y exitosas del momento. El último ejemplo lo encontramos en los calcetines blancos, una prenda amada y odiada a partes iguales que a finales de los ochenta e inicios de los noventa vivió su época dorada, y que ahora, dos décadas después, parece que ha resurgido de sus cenizas.

Ya no solo se llevan en el ámbito deportivo, con zapatillas y pantalones casual; no, en el street style los hemos visto de las formas más inverosímiles en estilismos que van desde los vintage a al dandy. La cuestión es, ¿cómo llevarlos? O mejor dicho, ¿de qué manera se pueden incorporar a los looks sin que se haga el ridículo? Dicho y hecho, basándonos cómo los llevan los expertos en la materia hemos elaborado un manual práctico que te sacará de dudas.

Busca prendas en tonalidades neutras: es una de las reglas de oro, de este modo te resultará mucho más fácil conjuntarlos, sobre todo si no quieres que el contraste sea demasiado llamativo.

Para los que no quieren arriesgarse, con calzado en tonos claros: aunque Michael Jackson fuera el embajador del combo “calcetín blanco + mocasines negros”, lo cierto es que no son siempre fáciles de llevar. Te recomendamos que los conjuntes con otro tipo de colores como el camel, el marrón chocolate o el burdeos, donde la transición es más ligera.

Si hace calor, con bermudas y tenis: aunque a priori lo asocies con un estilismo demasiado informal, sustituye las camisetas básicas por camisas o jerséis ligeros. No te olvides de elegir un modelo que suba más allá de la rodilla.

Establece un juego cromático: una forma divertida y fácil de sucumbir a esta tendencia. Decántante por una que sea monocolor o si prefieres arriesgar algo más juega con tres tonalidades como por ejemplo azul marino, blanco y verde; marrón, burdeos y blanco… El abanico de posibilidades es inmenso.

Haz énfasis en los tejidos: que estén relacionados con el athleisure no significa que tengas que llevar los que utilizas en el gimnasio para una ocasión especial. Si buscas un acabado más sofisticado apuesta por el cashmere o el algodón fino.

No te pases con los accesorios: ya llevas una prenda con personalidad suficiente como para no tener que añadir más pinceladas. Recuerda, menos es más.

Rayas y logos, los nuevos imprescindibles: los diseños más sencillos han abierto paso a los más atrevidos que recuerdan a los que lucían los jugadores de baloncesto en la época dorada. Eso sí, resérvalos a zapatillas de tipo Vans o Converse si no quieres parecer sacado de una tienda de disfraces.

Con botines para los más tímidos: asomando de forma sutil en el tobillo y combinados con jeans son una opción muy fácil y resultona si deseas introducirte en esta tendencia y no sabes cómo.

Y lo último y más importante, lúcelos con carácter y sin miedo , pues no hay nada peor que lucir algo con timidez o inseguridad. La actitud lo es todo.