Chaqueta vaquera: cómo, cuándo y con qué llevarla

Hasta tal punto es una chaqueta actual que el modelo Trucker de la marca fundada por el comerciante germano-estadounidense es posiblemente una de las prendas más imitadas en la historia de la industria de la moda. Capaz de responder a las necesidades de los oficios más exigentes, se convirtió en una inmigrante más del campo a la ciudad, adaptación que cumplió con éxito en tiempo récord. El hecho de que el confort se haya convertido en el leitmotiv de la industria, donde la relajación de las formas es común en la moda en el último medio siglo, no ha hecho más que viralizar todavía más el uso de una prenda que a la resistencia y la comodidad le suma un dosis de versatilidad altísima y una personalidad que habla por sí sola.

En el color azul lavado característico del tejido denim, ajustada a la cintura, con tres pliegues a cada lado de la hilera central de botones, bolsillos frontales con remache y laterales abiertos, cuello con solapas, y aberturas en los puños. Así es el modelo canónico, sobre el que se han hecho, desde la propia Levi’s a prácticamente todas las firmas con colecciones de ropa urbana masculina, distintas versiones que juegan sobre todo con el corte, más o menos ajustado, el color -blanco, negro, distintos tonos de azul, etc.-, y también modificando algunos de los detalles característicos del modelo original.

Tal es el éxito de esta chaqueta que es prácticamente imposible no encontrar un modelo que te represente , que se ajuste a tu estilo, por muy personal que este sea. Y tiene ese magnetismo indescriptible de las prendas que sin destacar demasiado en el armario son capaces de retener tu mirada en cuanto pones tus ojos en ella, y esa mirada se convierte en un deseo inmediato de echártela por encima lleves lo que lleves.

Puedes llevarla con vaqueros y deportivas, continuando con la tendencia de recuperar el total look denim noventero que tanto se ha llevado en los últimos tiempos, pero también aporta un aire nuevo a un pantalón chino beis, una las alternativas más resolutivas a los jeans para el armario masculino, y a los diseños de tejidos ligeros típicos de los meses cálidos. Además, en verano, cuando sus noches son frescas, es perfecta para acompañarte a cualquier lugar al que vayas, “por si las moscas”. Sabes que resistirá como ninguna otra el maltrato que es para cualquier prenda pasar más tiempo doblada en la mano y tirada en cualquier parte que puesta, y al mismo tiempo te subirá el autoestima en cuanto te la pongas porque queda bien hasta con unas bermudas y unas sandalias.

Tan versátil es este tipo de chaqueta que ha calado la idea de que puede ser una capa intermedia perfecta si sobre ella dispones un abrigo largo de solapas en invierno. Y es que se habla mucho de su fuerza como chaqueta informal, pero en un contexto concreto, quizá menos amplio, mantiene dicha fuerza también en clave formal, ya sea con zapatos o botas.

En definitiva, es la prenda que mejor representa la democratización de la moda , ya que no entiende de clases ni de usos, y todo el mundo puede adaptarla a su gusto a la hora de vestir. Es, sin duda alguna, una de las prendas más relevantes de la historia de la moda contemporánea, y aunque solo el tiempo podrá decir si acertamos o no, parece que una de las previsiones más sencillas de hacer en el año 2020 es que tiene todas las papeletas de mantener su estatus también de las próximas décadas.