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¿Cambiará la cuarentena nuestra forma de vestir?

Los códigos de estilo de la nueva normalidad

La comodidad, clave en la cuarentena Instagram @henryjwade
María Aguirre

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Hace unos días circuló por WhatsApp con fuerza un divertido meme que solo los hombres que se calzan con zapatos a menudo, rara avis que antes era especie claramente dominante, entendieron. Reclamaba el meme en cuestión que después de la cuarentena nos dieran un período de adaptación para volver a llevar zapatos. Y más allá de la broma, esto es algo que invita a pensar en ello, porque detrás de la ironía se esconde algo de verdad, ya que para los pies será chocante volver a convivir con su antiguo escudo después de tantos días descalzos o con unas confortables zapatillas de casa . Y esto es extensible a todo el armario, a excepción de para aquellos que sí estén saliendo para trabajar, obviamente, o aquellos que no han sucumbido ante la tentación del pijama . Sin dar más rodeos, la pregunta a la que llega esta pequeña introducción queda bastante abierta: ¿cambiará la cuarentena nuestra forma de vestir?

Oda a la comodidad

Teniendo en cuenta que durante el confinamiento hasta Anne Wintour, mítica editora de Vogue EEUU, ha caído en las redes del chándal, esa prenda que tanto rechazo le generaba a su íntimo amigo Karl Lagerfeld, es que la industria no será la misma después de lo que ha pasado. Para muchos será una anécdota absurda, que no da para más, pero si ella, icono del estilo formal y elegante en cualquier ocasión, ha posado de esa guisa, es que algo está cambiando en el mundo de la moda de forma irreversible, y no necesariamente para mal. Definitivamente, la era de la ropa informal ha comenzado . Y esto se ha acentuado durante el confinamiento, donde hasta los vaqueros han quedado relegados al fondo del armario.

Es verdad que hay una justificación de peso para este repunte definitivo, pero toda experiencia tiene sus consecuencias, y en el caso de la moda, parece claro que va a ser así también. La duda reside en si nos apetecerá más mantener el estilo informal y desenfadado , dando prioridad absoluta a la comodidad que con tanto gusto hemos abrazado durante la cuarentena, o si, por el contrario, se impondrán las ganas de poner tierra de por medio con este tipo de prendas.

Esto mismo es aplicable al entorno laboral con el ejemplo concreto de la corbata; ¿es posible que los fieles a ella que se han acostumbrado a no lucirla en sus videoconferencias opten por no retomar su uso y que los que ya la habían aparcado tengan ganas de verse con ella de nuevo? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Algunos incluso cambiaréis de opinión dependiendo del día y la hora en la que penséis en ello, ¿verdad? Seguramente, lo más probable es que haya de todo.

Necesidad vs deseo

En lo que sí estaremos de acuerdo más personas es en una lección que a muchos nos ha dado este confinamiento: no necesitamos tantas cosas para vivir . Y la ropa es una de esas cosas para aquellos a los que nos apasiona la moda. Nos hemos hartado de oirlo e incluso de decirlo en otras ocasiones, pero no es fácil aplicar un toque espartano a nuestro estilo de vida, y menos al armario.

Algunos lo harán, otros ya lo habrán hecho estos días en casa al cambiar los armarios y hacer limpia en ellos, y otros seguirán igual; no se trata de cambiar aquello que te hace feliz, pero sí es irrefutable que este encierro obligado por la emergencia sanitaria que ha provocado la pandemia de la COVID-19 ha demostrado que tenemos más ropa ya no solo de la que necesitamos, sino también de la que nos ponemos . Porque una cosa es tener más de lo que necesitas y darle uso, y otra distinta es no hacerlo. Si este es tu caso, es hora de reflexionar sobre ello, ¿no crees?

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