Alternativas al finasteride para combatir la alopecia con resultados similares y sin efectos adversos

Dentro de los diferentes tipos de caída capilar, una de las más comunes sería la androgénica , un tipo de alopecia no cicatricial en la que hay una especial sensibilidad a los andrógenos circulantes, determinada genéticamente. Es más grave cuanto más temprano se produce, y comienza con el retroceso de la línea de implantación, a nivel frontal, para después ir avanzando la caída en la zona de la coronilla o región occipital en los hombres.

Para tratarla destacan dos tipos de fármacos. Por un lado, el popular minoxidil, una medicina que prolonga la vida del cabello logrando que sea más fuerte y vigoroso, sin mediar ningún tipo de acción hormonal.

En la otra mano, los fármacos que actúan 'atontando' la testosterona (o lo que es lo mismo, inhibiendo la 5- alfa reductasa, que transforma la testosterona en dihidrotestosterona, causante de la pérdida capilar), como el finasteride que en muchos casos suele utilizarse solo o combinado con el minoxidil. En realidad, se trata de medicamentos ideados para enfermedades prostáticas pero que se usan en este tipo de alopecia desde hace décadas a dosis muy inferiores debido a su efectividad.

Sin embargo, el sector masculino es bastante reticente a emplear el finasteride, puesto que se dice que puede producir efectos adversos asociados a problemas sexuales como la disfunción eréctil, cambios en el estado anímico, dolor de testículos o disminución de la libido, limitando su vida sexual. La pregunta es, ¿hasta qué punto es cierto? ¿Está verificado científicamente o se trata de un mito? Para salir de dudas hemos consultado con Estefania Arredondo Hortigüela, Asesora Médica del Dpto. Médico de Olyan Farma, especializada en este tipo de problemas.

La experta detalla que lo que se dice del finasteride es cierto, aunque aclara que suele afectar tan solo a un 2% de la población. En vistas de la preocupación causada propone otras alternativas no tan conocidas cuyos efectos son bastante similares. «Desde hace varios años se investigan otros activos como la Serenoa Repens o Saw Palmetto, que proviene de la palma enana americana. Diversos estudios le confieren una actividad similar al finasteride en la inhibición de la enzima 5-alfa reductasa, pero al mismo tiempo señalan que esta actividad es menos potente que la del fármaco, necesitándose más tiempo para alcanzar los mismos resultados», explica.

Desde su punto de vista, propone un complemento alimenticio que se ingiere en cápsulas , el Saw Palmetto, así como L cistina y biotina, que fortalecen y mejoran la calidad del cabello, además de antioxidantes como el hidroxitirosol, la vitamina E y el extracto de oliva y uva.

«Al mismo tiempo existen otras soluciones tópicas que realizan una acción parecida a la del minoxidil, como las soluciones con Melatonina. Estudios realizados han demostrado que estos productos activan la fase anágena del cabello potenciando el crecimiento y activando los folículos que estaban en la fase catágena y manteniendo la fibra en aquellos folículos en fase telógena estirando la vida media del cabello», añade, y puntualiza que estas alternativas no causan reacciones adversas derivadas de su efecto, siendo una herramienta segura y eficaz en los estadios iniciales y de mantenimiento de tratamientos a largo plazo.

Destaca además que el mejor tratamiento es la prevención, pero si se tiene en cuenta que se trata de un problema genético, ¿cómo podría prevenirse? «Realizando un cuidado de nuestra salud capilar de manera más precisa que la media, como la utilización de un champú específico libre de irritantes, que cuide el cuero cabelludo y el cabello sin agredirlo, como el que propongo. También es importante llevar una dieta equilibrada y unos hábitos de vida saludables. Esto ayudará a mantener durante más tiempo nuestro pelo fuerte sano», concluye.