El Vaticano frena la votación del Consejo Sinodal alemán y éste le reta: «Roma será responsable si hay otro éxodo de nuestra iglesia»
Se produce otro grave desencuentro con los obispos alemanes, que acusan a la Santa Sede de retrasar las conversaciones y la toma de decisiones importantes
Cuatro obispos alemanes boicotean el nuevo Comité Sinodal
Febrero de 2022: Georg Batzing, preside el Consejo Sinodal alemán
A punto de comenzar la Asamblea de Primavera de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), una de las dos que celebran anualmente los obispos germanos,una carta llegada desde el Vaticano ha obligado a modificar el orden del día del encuentro. Los obispos tenían previsto ... votar los estatutos constitucionales del Comité Sinodal, órgano surgido del Camino Sinodal pero rechazado por Roma.
La carta estaba firmada por el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin; el prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Víctor Manuel Fernández; y el prefecto del Dicasterio para los Obispos, Robert Prevost. Hacía meses que la Santa Sede había informado oficialmente al Camino Sinodal Alemán de que no tenía «autoridad» para crear un «Comité» destinado a implementar las decisiones tomadas por el Camino Sinodal, tal y como había decidido al DBK el 11 de noviembre con sólo cuatro abstenciones: el cardenal de Colonia, Rainer Maria Woelki; y los titulares Eichstätt, Gregor Maria Hanke; Passau, Stefan Oster; y Ratisbona, Rudolf Voderholzer. El Comité Sinodal se constituyó formalmente y decidió en primer lugar sus reglas de funcionamiento, entre ellas que «los laicos tienen voz y voto permanente y en igualdad con los obispos», y que iban a ser ratificadas ahora por la Conferencia Episcopal.
En la rueda de prensa con motivo de la inauguración de la Asamblea de Primavera, el presidente de la DBK, Georg Bätzing, ha mostrado su «respeto« por el Vaticano y ha confirmado la eliminación de ese punto en el orden del día, pero ha anunciado su deseo de refutar el contenido de la carta yterminar con las preocupaciones del Vaticano ahí expresadas porque, contrariamente a lo que se expresa en la carta, un cuerpo conjunto de obispos y laicos no debilitaría la autoridad de los obispos, sino que la fortalecería.
El Comité Sinodal está compuesto por 27 obispos, 27 delegados laicos del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK) y otras 20 personas elegidas por el Camino Sinodal. Su estatuto prevé que se encargue de que todas las deciones tomadas por el sínodo alemán se apliquen en todas las diócesis alemanas hasta 2026. «La responsabilidad de los retrasos está claramente del lado de Roma», ha dicho Bätzing, que se queja de que muchos de los puntos controvertidos podrían aclararse mejor en conversaciones directas que en cartas y declaraciones.
«No queremos ni podemos ignorar la objeción romana. Ahora es el momento de hablar», ha dicho, al explicar que «por respeto a los líderes romanos» retiró el asunto del orden del día de la reunión episcopal de Augsburgo. Pero los obispos alemanes quieren mantener su curso de reforma a pesar de la carta, «en diálogo con Roma«. Bätzing ha calificado la coordinación de las reformas fundamentales de la Iglesia con el Vaticano como »una cuestión de rutina« y espera »ansiosamente« conversaciones concretas con las autoridades romanas sobe la cuestión.
También lamenta que a veces pasa medio año antes de que haya reuniones con Roma y ha confirmado que actualmente hay programadas tres. Desde su punto de vista, el Camino Sinodal en Alemania y el Sínodo Mundial van en la misma dirección y es cuestión de tiempo. Pero los laicos alemanes no parecen dispuestos a esperar.
«Esto significa un mayor retraso en las reformas urgentes y necesarias en la Iglesia», ha protestado la presidenta del Comité Central Católico (ZdK), Irme Stetter-Karp, que exige que el Comité Sinodal esté plenamente operativo en junio. «Esperamos que Roma no socave la buena relación entre los obispos alemanes y la representación laical, sino que la valore y la vea como un recurso», ha añadido.
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«Les pido que estén a la altura de su responsabilidad para con nuestra Iglesia alemana, que busquen el diálogo con los responsables del Camino Sinodal. De lo contrario, ellos serán responsables si hay otro éxodo de nuestra iglesia«, ha advertido por su parte la delegada del Camino Sinodal y ex presidenta de la Conferencia Alemana de Superioras de Órdenes Religiosas, Katharina Kluitmann.
«Los obispos deben aclarar ahora a quién se sienten obligados: a los fieles en Alemania, con quienes han estado viviendo un proceso estructurado desde 2019 para abordar los problemas sistémicos de manera sistémica, o si se sentirán intimidados por la insinuación infundada de Roma de que llevarían a la Iglesia católica al cisma«, ha retado la teóloga de Erfurt y profesora de Dognática Julia Knop.