Así es el ritual con laurel para la noche de San Juan

A esta noche también se la considera la más corta del año, aunque esto ocurre realmente en el solsticio de verano, y en ella se aprovecha para iniciar un nuevo ciclo a través de rituales y pedida de deseos para atraer cosas buenas.

No todos los rituales de la noche de San Juan implican tener el mar cerca, sino que hay otros que se pueden realizar desde las zonas de interior o incluso desde casa. Uno de ellos es el del laurel.

Se trata de una planta muy fácil de conseguir y que la mayoría tiene en casa debido a que se utiliza para aromatizar muchas comidas. Según algunas creencias, el laurel quita las energías negativas y, después, al lanzarlo al fuego estas malas energías desaparecen.

Para realizar este ritual de la noche de San Juan recomiendan primero sostener estas ramas de laurel sobre las manos y cerrar los ojos para visualizar aquello de lo que uno se quiere desprender.

Algunos dicen también que este ritual atrae la abundancia. Este es el motivo por el que a veces se escribe una cantidad de dinero sobre la hoja o se apunta un objetivo relacionado con los estudios o el trabajo. Después, la hoja de laurel se quema y se soplan las cenizas a medianoche.

También es habitual que este ritual consiste en frotar el laurel por el cuerpo para luego quemar las hojas y así desprenderse de lo negativo que haya traído el año.

Este es solo uno de los muchos rituales que se siguen en la noche de San Juan. Además, a pesar de ser el mismo, muchos cambian en su ejecución según la zona en la que se realicen.

Por ejemplo, en las zonas de playa es habitual encender una hoguera y saltarla. Suelen ser siete veces en zonas de la Comunidad Valenciana como en Alicante (donde además esta noche tan especial coincide con sus fiestas grandes), mientras en Galicia se salta nueve veces.

En estos mismos puntos es habitual bañarse en el mar a medianoche, saltar las olas de espaldas o lavarse la cara en el mar y no mirarse en el espejo.

Además, algunos apuntan sus deseos en un papel y los queman en la hoguera, dejar un cuenco de agua a la luz de la luna e, incluso, dejar patatas debajo de la cama o lanzar una trenza de flores a otra persona que debe recogerla antes de que caiga al suelo.