La raza de perro American Bully XL será ilegal en Inglaterra y Gales a partir del próximo año

No obstante, el ejecutivo ha abierto una vía legal para que los dueños actuales de estos animales puedan aplicar para una una exención antes de que entre en vigor la prohibición, o, de lo contrario, pueden optar por la eutanasia de sus mascotas y solicitar una compensación. El proceso de aplicación para la exención conlleva una tarifa de 92.40 libras para cubrir los costos administrativos, unos 105 euros.

Los animales a los que se les conceda la exención tendrá que estar siempre con correa y bozal en los espacios públicos, y los canes en esta lista de exentos también deberán ser esterilizados y contar con el microchip obligatorio. Los dueños de perros que no cuenten con el certificado de exención se enfrentan no solo a multas sino al decomiso de sus perros.

Con esta medida, los American Bully XL se convierten en la quinta raza de perros prohibida en territorio británico, además del Pit Bull terrier, el tosa japonés, el dogo argentino y el fila brasileño, en virtud de una ley de perros peligrosos aprobada en 1991.

Los canes de esta raza, que no está reconocida por el Kennel Club en el Reino Unido, la organización dedicada a la promoción y regulación de los perros de razas puras, están definidos por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales como «grandes, con un cuerpo musculoso y cabeza cuadrada, sugiriendo gran fuerza y poder para su tamaño». Son la variante más grande de la raza American Bully, desarrollada mediante el cruce de varios perros, incluidos el American Pit Bull Terrier y el American Bulldog, y que puede pesar más de 60 kilos.

La nueva regulación, que no afecta a Irlanda del Norte ni a Escocia, fue anunciada por el primer ministro Rishi Sunak después de varios incidentes, incluida la muerte de un hombre en un ataque de un American Bully XL en la localidad de Walsall en septiembre, y el ataque a un niño en Birmingham en el mismo mes, pero ha chocado con la oposición de algunas organizaciones.

También la muerte del niño de diez años Jack Lis, que fue atacado por un American Bully XL en Caerphilly en 2021, reavivó el debate sobre la regulación de esta raza, una lucha liderada además por su madre, Emma Whitfield, quien denuncia que «estos perros no son cuidados por los criadores, que solo quieren dinero, así que desde la avaricia al principio, hasta la propiedad irresponsable en el medio, tenemos niños muriendo».

Desde el ejecutivo defienden que es una medida esencial para la seguridad pública y las autoridades policiales han llamado la atención sobre la posesión de perros grandes y fuertes por bandas criminales. Una investigación de la BBC publicada este año concluyó que el crimen organizado está incursionando en el lucrativo mercado de la cría de perros con características extremas, con cuerpos excesivamente grandes y musculosos capaces de dominar a una persona adulta.

La Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals, RSPCA, una organización benéfica del Reino Unido que se dedica a prevenir la crueldad hacia los animales, ha denunciado que los criminales crían y venden estos perros para blanquear dinero y obtener grandes sumas, a expensas del bienestar animal.