Pagar por acceder a la playa: las islas Cíes abren el debate
El Gobierno preguntó en una encuesta a sus visitantes si estarían dispuestos a pagar una tasa de acceso al archipiélago
Aunque otras zonas de España poseen mecanismos similares, sería la primera vez que se grava el disfrute de un arenal
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Pablo Baamonde , Mayte Amorós y Laura Bautista
Santiago
Las reglas del veraneo podrían dar un giro de hacerse real el escenario que se planteó esta semana a los turistas de las islas Cíes. Los visitantes del archipiélago atlántico no contaban con que, al abordar el barco que los dejaría en su destino, se ... les presentaría también una pregunta: «¿Estarían dispuestos a pagar cinco euros para disfrutar de su día de playa?«. Un coste que ninguno ha debido abonar hasta ahora pero sobre el que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), adscrito al Gobierno central, les encuestó para conocer si estarían dispuestos a asumirlo. Y el primer esbozo de una medida que, sin presentar nada semejante a una hoja de ruta y en calidad de tanteo estadístico, pone el foco sobre la posibilidad de que exista un gravamen, nunca antes visto, de aplicación en determinadas playas.
Aunque la introducción de una tasa al visitante de las Cíes se reduzca, por el momento, al sondeo que realizó el CSIC, con él se ha abierto el debate sobre la implantación de la que sería una medida pionera en España, donde actualmente no hay playas que 'cobren entrada'. La encuesta, que planteaba un gravamen de cinco euros para costear el acceso al archipiélago, proponía destinar lo recaudado a la recuperación de la flora y fauna de su entorno. Pero la cuestión es que, por primera vez, se puso sobre la mesa la idea de asignarles un precio 'por uso' a los arenales públicos.
Según lo planteado por el cuestionario del CSIC, el impuesto no recaería específicamente sobre las playas, sino que estaría vinculado a todos los espacios del parque natural. Pero ese coste por acceder deberían pagarlo todos los visitantes; no solo aquellos que quisiesen hacer un día de excursionismo y recorrer los ricos ecosistemas autóctonos, sino también quienes buscasen un plan más sencillo de toalla, bañador y sombrilla a pie de mar. Y no son pocos. Buena parte del turismo que reciben estas islas llega, precisamente, atraído por la fina arena blanca y las aguas cristalinas que caracterizan a sus playas. En el escenario que proponía el sondeo, se verían afectados los nueve arenales de las Cíes: Areíña, Bolos, Cantareira, Figueiras, Margaridas, Muxieiro, Nosa Señora, Rodas y San Martiño; pero el impuesto se extendería a los de las islas de Ons, Sálvora y Cortegada, que completan el grupo insular del parque.
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La naturaleza de un gravamen así sería doble. Por un lado, podría argumentarse que contribuiría en sufragar los costes que genera el turismo intenso en el entorno y, a su vez, en dar pie a nuevos programas de protección y restauración que causen en él un impacto positivo. Y, por otro, se intentaría concienciar a los visitantes sobre la conservación del patrimonio natural al que acuden, que también consume recursos; llegando, incluso, a establecer flujos de afluencia más reducidos en base a su efecto desincentivador.
Su propuesta sacó a relucir sentimientos encontrados entre los visitantes aunque, en su mayoría, expresaron descontento ante la perspectiva de acrecentar los costes de sus viajes, especialmente los de mayores distancias. En cuanto a la respuesta de la Alcaldía de Vigo, a cuyo municipio pertenece el archipiélago, fue rotunda: «El Ayuntamiento se opone frontalmente a cualquier tasa turística en la ciudad y en las Cíes», criticó el regidor local, Abel Caballero. «Era lo que nos faltaba, que traigamos a la gente desde el Ayuntamiento a la ciudad y que cuando vayan a las Cíes la Xunta les cobre», consideró, pese a provenir la encuesta del ente estatal y asegurar el gobierno gallego que «no» estudia implantar «ningún tipo de suplemento» como ese por el momento.
Propuestas limitadoras
Otras zonas de España cuentan también con iniciativas similares para tratar de reducir la afluencia de las playas. En Baleares el debate sobre la saturación turística lleva años sobre la mesa, y existe una limitación de coches en verano para entrar en la isla más pequeña. La llamada regulación Formentera.eco obliga a todos los vehículos de motor a tener una autorización de circulación para acceder a la isla, circular y estacionar en la vía pública. La tasa para los coches es de 6 euros al día con pago mínimo de 30 euros y para las motos es de 3 euros diarios con pago mínimo de 15. La ley contempla sanciones de, al menos, 1.000 euros. Para los residentes la acreditación es gratuita.
La petición de establecer una limitación surgió desde el gobierno insular del Consell de Formentera al ver que año tras año la población de Formentera se triplicaba durante los meses de julio y agosto; un aumento que multiplicaba de forma similar el número de vehículos en circulación durante el verano.
El Govern balear tramitó una ley pionera mediante la cual se regula el número de coches en la isla. «Con esta medida se pretende salvaguardar el equilibrio medioambiental de Formentera, para conseguir que la isla siga siendo durante todo el año el destino tranquilo que visitantes y residentes esperan encontrar y disfrutar» defiende.
No hay que pagar para ir a las playas de Baleares, pero las tasas de aparcamiento son disuasorias y ayudan a controlar los aforos. Ir a Es Trenc, la playa más conocida de Mallorca, supone pagar 5 o 7 euros al día por estacionar el coche todo el día. Cala Mondragó o S'Amarador, otras idílicas calas mallorquinas, tienen aparcamiento de pago por 7 euros diarios (coche) o 2 euros (motos).
En las islas Canarias, por su parte, de momento no hay que pagar por ir a la playa, pero aunque son de entrada libre, sí que existen algunos lugares de la costa que tratan de mantenerse como un refugio ante el turismo de masas con ciertas medidas. El caso más conocido es la playa de Papagayo, al suroeste de Lanzarote, una de las calas más populares y un paraíso de arena fina y blanca en la isla de los volcanes. Aunque el acceso a la playa como tal no es de pago, sí lo es el aparcamiento, que funciona como elemento disuasorio para salvaguardar la paz del Monumento Natural de Los Ajaches. El acceso a la zona para vehículos motorizados tiene un precio de 3 euros desde hace más de 10 años, aunque también es posible llegar en autobús o taxi.
MÁS INFORMACIÓN
Unidas Podemos y Nueva Canarias se han mostrado partidarios de implementar algo similar a una tasa turística, cuyos beneficios puedan ser destinados al cuidado, mantenimiento y a implementar un turismo sostenible. El PSOE canario planteó el estudio de esta medida en 2022, aunque consideró que era necesario el debate y el consenso de todos los actores implicados.
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